martes, 26 de enero de 2010

PRE-AGILITY

Este fin de semana, Ness y Shara han participado en las Exposiciones Caninas de Belleza que se han celebrado en Zaragoza. Aunque Ness fue el Mejor de Raza en la Expo Internacional, él solamente nos habla estos días de Troy y sus grandes progresos en Agility. El año pasado Troy ya sorprendió a muchos porque hay muy pocos Rough Collies que practiquen esta disciplina. Y este año está disputando las pruebas del Campeonato de España a un alto nivel. Otro día ya os hablaré del Agility de competición. Hoy quisiera animaros a practicar este deporte desde la base más elemental.

El Agility es una disciplina deportiva muy interesante porque, además de proporcionar ejercicio físico al perro y al “conductor”, consigue que se establezca una fluida relación entre los dos, siempre que el entrenamiento de esta disciplina se plantee como un juego para tu collie.

Para tener un buen control del perro en la pista de Agility es muy importante tener hecha previamente una obediencia básica. Si bien es cierto que sin esta obediencia el perro llegará a superar correctamente determinados obstáculos, también es verdad que lo hará de forma discontinua, anárquica y sin la concentración que se requiere para obtener un mínimo nivel.

Suponiendo que el perro ya tiene hecha la obediencia básica, utilizaremos tres formas de jugar para conseguir tener al perro concentrado y atento a vuestras instrucciones: Juegos con comida, juegos con objetos y juegos dónde tú como entrenador serás la principal motivación.

Conseguir que el entrenamiento sea motivador para tu collie es como volver a ser de nuevo un niño. Habrás de ser imaginativo para detectar cuales son aquellas actividades con las cuales el collie disfruta particularmente y sobretodo ser creativo. Paso a nombrarte algunas ideas que te podrán ayudar:

- Sé perseverante. Cuando enseñes a tu collie a jugar es posible que tenga tentaciones de abandonar. Plantéale el juego como un proyecto divertido.
- Tú has de ser positivo y estar motivado. Si estás frustrado o con un estado bajo de ánimos, no intentes hacer jugar a tu collie. Recuerda que los collies somos grandes perceptores de energías.
- Observa a tu collie. ¿Qué le hace sonreír? ¿Qué hace iluminar sus ojos? Míralo y aprende.
- Construye juegos a partir de las aptitudes naturales que el collie te muestra en la vida diaria.
- Sigue sus presentimientos e intuiciones.
- Rompe moldes y patrones preestablecidos. Cambia lo que estabas haciendo hasta ahora. Intenta utilizar objetos diferentes, cambia posturas corporales, experimenta.
- Sé al mismo tiempo profesor y alumno. Mientras educas a tu collie, tal vez él te está enseñando algo nuevo. Un collie enseñado a jugar bajo control, tendrá ya medio trabajo hecho a la hora de afrontar una pista de Agility.
(Todas las fotos son de TROY en la prueba de Agility de Zaragoza, en la que acabó 2º)

martes, 5 de enero de 2010

UN NIÑO Y UN COLLIE: CONTACTO VITAL


Silvia con Zeus

El pasado fin de semana vinieron a visitarnos Silvia y Emma, dos niñas encantadoras, dulces y cuidadosas con los animales. Y mis cachorros se lo pasaron muy bien jugando con ellas, como podéis ver en las fotos, completando así una fase más de su socialización.
Se habla mucho de la sintonía y el buen rollo que siempre hay entre los collies y los niños. Da la sensación de que estas dos clases de cachorros (el canino y el humano) sí saben entenderse y lo pasan muy bien.

Se trata de una relación muy importante para ambos. En primer lugar para el collie, en la edad de cachorro. Resulta vital que los cachorros tengan contacto con niños durante su etapa de socialización (a partir de las 7 semanas), que no teman a sus movimientos, gritos y “torturas”. Durante esta etapa, en la que se encuentran ahora mis hijos, es mayor su deseo de investigar, que sus miedos. Y las experiencias vividas ahora con niños quedarán marcadas para siempre en su memoria e irán formando su personalidad.

En segundo lugar, para el niño. Tener un collie puede ser muy beneficioso, es una excelente compañía, un amigo y generador de amigos (no hay duda que un perro motiva a otros a acercarse, conversar y conocerse), además permite que los padres le enseñen la responsabilidad y el significado de los cuidados para cuidar a otro ser vivo.

Los collies somos grandes amigos de los niños y solemos mantener con ellos una gran complicidad para jugar y hacer “travesuras”. Pero también, como buenos pastores que somos, los cuidamos, los vigilamos y los protegemos. También sabemos “escucharles” y les hacemos mucha compañía.

Está demostrado que los collies constituimos un gran complemento en el aprendizaje del niño. Además del cariño que nos tenemos mutuamente, permite a los niños adquirir una serie de responsabilidades y cuidados hacia nosotros. Sobre todo, cuando los niños ya tienen entre 7 y 10 años y pueden ser conscientes de sus responsabilidades. Por tanto, se comprometen a cuidarnos. Y así, ya desde muy pequeños, irán conociendo y desarrollando su aprendizaje para la vida, gracias a nosotros.

Un niño y un collie: una relación vital.

Emma con Max y Karuna