¿Os acordáis del post sobre “El sexto sentido de los collies” que KIT escribió el pasado mes de enero?
Aquel post que finalizaba: “…seguro que recibís manifestaciones permanentes de nuestro sexto sentido, esa percepción especial, que aunque inexplicable, existe, y que la disfrutáis frecuentemente los que tenéis y amáis a vuestr@ collie”
Pues, bien, hoy he encontrado entre los papeles de KIT algunas cartas de personas que confirman la existencia del “sexto sentido” de los collies, al que KIT denominó como PERSENEX (Percepción Sensorial Extraordinaria). KIT sigue cuidando los cachorros y espero que no se enfade por este post. Me he leído todas las cartas y he escogido las dos cartas más “fuera de lo normal”, sin querer menospreciar las otras, que cuentan casos más “habituales”.
Natalia nos cuenta:
“… Cuando nos mudamos de casa, nuestro collie, al llegar a la casa que acabábamos de alquilar, se detuvo en el jardín y empezó a ladrar y a aullar a un punto fijo, como si en una ventana de la planta superior hubiera visto algo, y no quería entrar en la casa. Yo había oído hablar sobre un sexto sentido, un sentido que permite a algunos perros ver o percibir la presencia de seres espectrales. Como la casa era antigua, pensé que mi collie reaccionó así porque había detectado algún fantasma... “¡qué tontería!” -me dijo mi marido. Pero cuando obligué a entrar a mi collie en la casa y subimos al primer piso, se detuvo delante de una puerta y se puso a aullar y ladrar. Abrí la puerta y no pude hacerle entrar dentro de la habitación. Me empezó a gruñir y se fue. De ningún modo pudimos retenerle y nunca más quiso subir al primer piso de la casa. Al cabo de dos meses nos mudamos otra vez de casa, ya que nuestro collie se mostraba huraño, nervioso y desconfiado. Hoy en día vuelve a ser el de siempre y es feliz con nosotros en el nuevo hogar…”
Así que ya sabéis, si os mudáis de casa y sentís un escalofrío por vuestra espalda, observad si vuestro collie se comporta de un modo extraño… puede que no estéis tan solos como os pensáis…
Pero la carta más dura es la de M.A., que convive con dos collies:
“Después de leer el post sobre el SEXTO SENTIDO, te envío un escrito que hice hace un tiempo, cuando estuve a punto de hacer una locura con un bote de pastillas, tras un desengaño amoroso. Mi collie tuvo un presentimiento y me salvó la vida. Ya sé que parece una tontería, pero aquel día, dentro de mí, se produjo un “crac” y aprendí una cosa más de mí misma: que soy muy débil y necesito mucho a todos mis amigos.
Es una especie de poesía, no muy buena, pero es un testimonio de lo que aquel día sentí.
Se me rompió el alma, sin un crujido, ni siquiera un llanto o un gemido. Uno de mis collies, como siempre, estaba a mis pies, tendido.
Llegué a las puertas del infierno, llegué con el corazón partido. Quise llamar, pero me detuvo un sonido. Mi collie ya no estaba tendido, me apretaba con fuerza y cariño, me miró intensamente, y su mirada me dijo:
“¿Qué vas a hacer compañera? ¿No ves que estamos contigo? Necesitamos tu vida, tu sonrisa, tu abrigo. Yo lameré tus heridas, juntos haremos el camino. Mientras yo viva, estarás conmigo”
Y los dos collies lamieron mis heridas y me quedé con mis amigos y he vuelto a sonreír y ellos conmigo.
Vuelvo a ser feliz gracias a todos mis amigos, pero, sobre todo, porque un día uno de mis collies fue más sabio que yo y supo hacia donde me dirigía...”