sábado, 29 de agosto de 2015

NADIE NOS PREPARA PARA TRATAR A UNA PERSONA CON ALZHÉIMER


“El hombre sabio se da perfecta cuenta de que la salud es su posesión más valiosa”
(Hipócrates)

NALA, feliz en Mallorca

Mi prima NALA hace un año y medio que vive con una familia en una casa en el campo, en el noroeste de la isla de Mallorca. Cuando embarcó, ella ya sabía que, aparte de su adorada “Humana” y su pareja, habría de convivir con varios gatos y posar de modelo para su “Humana”, aficionada a la fotografía. Su carácter extrovertido y su belleza (por dentro y por fuera) le ayudaron a cumplir sus objetivos con creces. Pero ahora, de repente, se ha encontrado con una nueva tarea para la que nadie la preparó…

Esta es la carta, que hace unos días nos envió la “Humana” de NALA:

Os quería contar más maravillas de nuestra Nalita, que se está convirtiendo en una extraordinaria terapeuta.

Hace un mes que el médico ha diagnosticado la enfermedad de alzhéimer a mi madre. Me dijeron que en el caso de mi madre sería muy rápido, tan rápido que desde hace tres semanas ha avanzado mucho, y además, en su caso, es más complicado porque sufre tremendas alucinaciones y párkinson. Desde hace  tres semanas duerme en nuestra casa y por la tarde desde hace unos días que se ha estabilizado un poco puede volver a su casa. Nala está demostrando ser una cuidadora nata, siempre pendiente de ella y cuando la ve deprimirse o estar confusa, hace todo lo posible por hacerla sonreír e incluso reír, de hecho es la única que lo consigue. También es la primera en acudir a mi madre cuando se levanta por la noche en medio de sus alucinaciones y la hace volver a la realidad con su cariño y su natural ímpetu para que todo el mundo esté bien, lo hace todo con mucha tranquilidad y con mucha conciencia, una conciencia que a veces “asusta”.  Ya os conté que mi madre nunca ha sido de perros e incluso siempre ha tenido miedo, con Nala es todo l o contrario se siente segura cuando está cerca. Ya se sabe que los Collies son así por naturaleza pero cuando digo que Nala es terapeuta no es sólo por sus actos, es porque sus actos realmente tienen efecto, transmiten algo. Una amiga de mi madre me dijo el otro día “con solo mirarla, cura”… 

La verdad es que ya hace un tiempo que Nala está demostrando tener un instinto especial. Con el tema de mi madre he sufrido algunos altibajos emocionales, supongo que con algo de depresión y ansiedad. Nala me ha sacado de allí desde el primer momento, con ella me siento feliz porque tiene un fondo feliz y muy comunicativo, con ella he hecho cosas que jamás me habría atrevido a hacer, incluso me han llegado a decir “desde que tienes a Nala eres más extrovertida”… jajaja. Bueno os cuento esto para contribuir un poco más sobre el hecho que los Collies son unos seres realmente especiales, pero también no hay que olvidar hacerles felices nosotros a ellos y allí es donde está toda la magia, me hace feliz hacerla feliz, creo que mucha gente no piensa en ello…

Para acompañar el relato os adjunto una secuencia de fotografías del efecto que tiene Nala sobre mi madre… que con sus 81 años me parece que hasta la rejuvenece.


¿Cómo se prepara uno para la tarea de cuidar a una persona con alzhéimer?
“Creo que nadie está preparado, ni los propios profesionales. Cuando llegas al diagnóstico se te abren las puertas a un mundo totalmente desconocido. Te arroja a un océano de muchísimas emociones para el que nadie está preparado”. (Pablo A. Barredo)

Como ha ocurrido con la familia humana de Nala, “cada día son más los que, sin esperarlo, ni por supuesto merecerlo, se ven obligados a sufrir el tremendo impacto que supone el diagnóstico de alzhéimer en la persona de un ser querido. Esa persona deja de ser ella misma. Su personalidad cambia, su humor se altera, su memoria se pierde, su capacidad de razonamiento se distorsiona y, evidentemente, resulta un caos en el sistema familiar hasta entonces más o menos estabilizado. Una serie de emociones y sentimientos se revoluciona en todos los elementos de la familia, lo que antes era cariño se empieza a transformar en rencor y tensión estresante. Lo que antes era comprensión, diálogo y comunicación se convierte en discusión, intolerancia e irritabilidad. Lo que antes era paz y tranquilidad, ahora es amargura, infelicidad y desesperanza. De repente, y sin estar preparados, sufrimos un golpe terrible en nuestra alma: el diagnóstico clínico de algo irreversible. Y a continuación, durante una larga temporada, sentimos una serie de emociones que nos asustan, sorprenden a veces e, indudablemente, nos hacen sufrir mucho. Y este dolor supone un trauma psicológico lo suficientemente importante como para cambiarnos la vida”. (José Mª Uncal, Médico Psiquiatra)

Los collies, como NALA, no somos ningún tratamiento farmacológico, pero disponemos de un sexto sentido y de un lenguaje no verbal muy efectivo para estos casos. Nuestra sola presencia aporta al enfermo serenidad, mayor bienestar y felicidad. Nuestra compañía es siempre positiva y somos más empáticos con los que padecen demencias. Un acto tan sencillo como el de dejarnos acariciar consigue que estas personas contacten con la realidad, se relajen y luego duerman mejor. Nuestra presencia les proporciona afecto y compañía, mejora su estado de ánimo y puede mejorar su actividad mental.

NALA, con su "Humana"
Aunque esto no es todo. Ya se lo he explicado a NALA. Tendrá otra misión, tanto o más importante: cuidar a su “Humana”. Porque la persona que cuida a un enfermo de alzhéimer sufre un gran desgaste ante tantas tareas, tensiones y esfuerzos que supone el cuidado. A lo largo del camino se verá expuesta a un buen número de emociones, de sensaciones de impotencia, de sentimientos de culpabilidad, de soledad, de preocupación o de tristeza. Y ahí estará NALA, “mi cabrita, mi cómplice, mi amiga, mi ayudante, mi compañera, mi pequeña...-como ella la define-, un ser muy especial, que toca el alma profundamente.”