lunes, 31 de diciembre de 2012

FELIZ 2013

 
 


¡Feliz año nuevo 2013!

Mis mejores y más sinceros deseos de que la vida sea siempre un constante amanecer, lleno de esperanza, amor, tolerancia, ilusión y fe...

Aunque lejanos en la distancia, nos sentimos cercanos, unidos por un mismo sentimiento, de bellos momentos compartidos durante este año, que se está acabando...

Un abrazo y un brindis, desde aquí para tod@s. Gracias por haber estado conmigo en el 2012 y porque estaréis conmigo en el 2013.

¡FELIZ AÑO NUEVO!



miércoles, 26 de diciembre de 2012

AVENTURA HOSPITALARIA


Hace dos semanas apareció en los periódicos una noticia curiosa y esperanzadora para las personas que creen en los perros como terapia.

Giuseppe Buffone, un juez italiano de Varese (Italia), ha establecido un precedente importante para los animales y para quienes los aman. Emitió una sentencia en la que reconoce jurídicamente la relación afectiva entre las mascotas y los hombres. Por esto, autorizó que un perro visite a su dueña en un hospital.

Una señora, con graves patologías, tuvo que ser hospitalizada en una clínica y solicitó la compañía de su perro en la habitación, a lo que la Dirección de la clínica se negó rotundamente ya que no está permitida la entrada a animales.

La paciente recurrió a la Justicia y su solicitud llegó a manos del magistrado Buffone, que emitió una extensa sentencia, que se puede resumir en una sola frase: “El sentimiento por los animales constituye un valor y un interés garantizados por la Constitución”    
 

 
Precisamente hoy, una collie a quien conozco muy bien, me ha enviado la siguiente historia, la AVENTURA HOSPITALARIA de una familia que no tenían tiempo de recurrir a la Justicia y se saltaron las normas para que la  joven paciente pasara las Navidades en familia.

No hay duda de que los collies podemos influir en la salud de sus dueños sólo con estar ahí. Y podemos provocar respuestas positivas en personas desanimadas cuando los mejores esfuerzos de la familia y el personal médico no son suficientemente eficaces.

A continuación, la narración de mi amiga NORA. (Para preservar el anonimato de esta familia y sus dos collies, he cambiado los nombres de las protagonistas y no cito la ciudad ni el nombre del Hospital).
 

Hoy es domingo y ha salido un sol radiante como el de ayer. Usualmente los rayos de sol nos alegran, pero esta semana tenemos un motivo para darle la contra al día radiante. Extrañamos mucho a alguien de casa: María, que no está con nosotras.

El sábado pasado no quiso jugar conmigo por la tarde, prefirió quedarse echada en su cama. No la vi muy bien y subí a dormir un rato con ella. Cuando bajé y la invité a seguirme, ella se quedó allí con mucho dolor de estómago. Desde aquel momento sólo fue empeorando. El lunes se levantó muy temprano y se arregló para salir. Pensé que había decidido acompañar a la mamá a su trabajo pero cuando la vi noté que no iba muy arreglada, tenía cara de pena y estaba ida. No se despidió de ninguna de nosotras, como siempre lo hace cuando se dirige a la puerta. Así que yo fui por detrás y me abracé a su pierna mientras NADIA, a mi lado, le ladró reclamándola.

- Disculpadme rubitas, me estaba olvidando de despedirme -nos dijo, acariciándonos las cabezas.

Pero yo seguía abrazada a su pierna, algo me decía que debía despedirme bien de “mi niña”. Sexto sentido de collie.

- Nora, me tengo que ir, me va a ver un médico ahora y luego estaré mejor, para jugar con los peluches ¿vale?  -y nos sonrió cerrando la puerta tras de ella.

-  Nadia, MARÍA no está bien...

- Pero la van a curar, ¿recuerdas que hace unos meses también estuvo así y se curó?

- Sí, pero no estaba tan mal...

Llegó la hora de la comida y no volvía, ya era la hora en que la mamá regresa de su trabajo y tampoco llegaba. Nadia y yo vigilábamos desde la ventana. La espera se prolongó muchas horas más, hasta que hubo una llamada y la casa se llenó de un clima de tensión, ¿qué había pasado? ¿por qué no nos decían nada?  Las dos nos pusimos en alerta para escuchar algo. Pero no fue hasta la medianoche cuando pudimos enterarnos. La mamá llegó a esa hora y nos tenía preparada una mala noticia: María no vendría a casa hasta dentro de unos días.

- ¿Se ha ido de viaje sin mi? En ningún momento la vi arreglando su maleta, ¿a dónde se fue? -exclamé molesta.

Al ver nuestras caritas de pena, la mamá se encargó de explicarnos que no se había ido de vacaciones, sino que los médicos del hospital necesitaban verla continuamente para saber qué tiene y así poder curarla más pronto.

En un inicio la mamá nos dijo que serían un par de días, pero no fue así. Los días seguían pasando y no regresaba. No obstante, cada noche ella nos contaba sobre cómo estaba María, que no podía comer pero la hacían comer de un modo "diferente", que tenía una habitación para ella sola pues la cama de al lado no estaba ocupada, que le habían llegado muchas flores, un globo en forma de corazón y un peluche de perrito…”Cuando regrese ¿a quién se lo dará? Ojala que a mi”, pensé.

La mamá nos contó también que María estaba preocupada por nosotras, que nos extrañaba mucho, pero que sabía que entendíamos por qué no estaba en casa. Yo creo que lo decía más por Nadia, que no había querido comer en modo de protesta, y quien pasaba las noches sollozando.


 
Llegó el fin de semana y no había anuncio de retorno. Notábamos que cada día la mamá regresaba más cansada y con menos ganas de hablar. El sábado fue a visitarla su abuelita y al retornar tenía ojos de vidrio. A los humanos se les nota fácilmente cuando han llorado. Nadia le escuchó comentar que María estaba muy triste, que no podía levantarse de su cama y que no tenía ánimos de nada. Y María no es así, ¿qué está pasando con ella?.

- Nora, ¿y si María nunca regresa?

- No seas pesimista Nadia, eso no va a suceder, es sólo que tiene que estar muy sana y recuperada para volver aquí.

Yo trataba de ser positiva para Nadia, pero en el fondo yo también tenía ese miedo. Ya he vivido antes el no volver a ver, sentir, oler a alguien y es muy difícil, no quiero que me suceda de nuevo, ¡me he acostumbrando tanto a ella! La extrañaba mucho. Ahora no había quién me dijera "Nora, Noraaaaa”, cuando ladraba a los pájaros, así que ni de ladrar tenía ganas. No estaba la María que me lanzaba los peluches para jugar, que dormía conmigo la siesta, que me abrazaba fuerte diciendo que estoy gordita, que soy hermosa, que soy su amor…

Ayer por la noche la mamá llamó por teléfono a su mejor amiga, que trabaja en el Hospital. No pude seguir toda la conversación, pero estaba muy angustiada: “María no acaba de mejorar y no quieren darle el alta… El martes es Navidad y quiero que esté en casa… Ella está muy triste y desanimada… Echa de menos a sus collies… Tengo un plan y me has de ayudar… Sí, ningún enfermo puede salir del Hospital sin autorización… Sí, ya sé que es una locura y que te puede caer una sanción, pero es por el bien de María… Tantos días en esa habitación la está agobiando y si no la ayudamos, se pondrá peor… Ya sabes como es ella, necesita sol y aire… Y, sobre todo, necesita a Nadia y a Nora…” 

Hoy es domingo, como decía, y la mamá se ha despertado con mucha energía que nos contagió a todas. De pronto, después del desayuno, una gran noticia:

- Chicas, ¡hoy nos iremos de paseo!

¿Cómo es que la mamá quiere salir a pasear cuando María está solita en otro lugar? Teníamos muchas dudas.

Nos pusieron la correa y fuimos hacia la puerta. En el coche, al volante, estaba el padre de María. Subimos rápidamente, nos acomodamos al lado de la mamá en los asientos traseros, y nos marchamos. El camino era el mismo que tomamos cuando nos vamos al campo a correr, pero no han traído ningún juguete. No importa, jugaremos a correr juntos y a saltar.

- Nora, ni te imaginas a donde vamos… -me dijo con una sonrisa enorme la mamá. La miré con cara de sorprendida.

A mitad de camino el coche se detuvo frente a una puerta de reja de un lugar muy, muy grande.

- Tumbadas en el suelo y sin moverse. No os puede ver nadie –nos ordenó la mamá.

 A medida que íbamos entrando pude ver el edificio... ¡esto es el Hospital! Debo reconocer que el hospital no me gusta. Tiene vibraciones de todo tipo, buenas y malas, pero todas son muy fuertes y abrumadoras.

La mamá bajó del coche al pasar frente a una de las puertas del edificio, y nosotras seguimos avanzando por una calzada interna hasta llegar a un aparcamiento muy grande y alejado. Esta zona parece olvidada, las plantas no están bien cuidadas y nadie aparca por aquí, está desolado. Lo mejor son unos árboles de eucalipto, ¡cuánto me gusta ese olor!

El papá estacionó el coche.

- Aquí esperamos, pero no podéis bajar porque no os pueden ver –nos dijo

Pasaban los minutos y estábamos ansiosas, dábamos vueltas en el asiento de atrás, mirábamos hacia un lado y hacia otro... ¿por dónde vendría la mamá? ¿por qué se retrasaba tanto?


 
De pronto vi dos siluetas venir desde lejos por el estacionamiento, ¡eran ellas, las mamitas! La mamá venía disfrazada y parecía una médica.  María venía sentada, y rodando, empujada por la mamá. Ya he visto eso antes, le llaman silla de ruedas, es muy literal el nombre. La gente que lo usa es porque no puede caminar, ¿tan mal está María? ¿Cómo vamos a jugar juntas?

Se iba acercando y pude ver cómo me sonreía, yo movía mi cola en vaivén, ¡Qué alegría verla! Estaba vestida de blanco y tenía una manta cubriéndole los brazos, su rostro estaba diferente, más delgado, y su cabello recogido.

- ¡Hola mis rubitas bellas! - cuánto había extrañado esa voz...

Rasqué la ventana con mi pata, ¡bajadme pronto! La mamá “aparcó” a María delante del coche y abrió la puerta para que bajáramos. Me acerqué a toda velocidad, me agaché como cuando la invito a jugar y cuando estaba a punto de subirme sobre ella, pensé en lo débil que se veía, así que solo me senté a su lado. Quería decirle tantas cosas, cuando recordé una de sus frases favoritas: “el amor es más puro en silencio"

La silla de ruedas era muy fría, pero apoyé mi cabeza en ella para que María me pudiera tocar mejor.

- Ja, ja, ja, no hay orejas, ¿dónde están las orejitas Nora? -siempre nos dice eso cuando las ponemos en total sumisión.

- Os hecho mucho de menos... ¿os estáis portando bien, verdad?

Yo cerraba mis ojitos, quería sentir mejor su olor y guardarme su voz para más días... ¿cuánto tiempo más no la tendremos en casa?

- Ya estoy un poco mejor, rubitas bellas, seguro que en unos días regreso a casa e iremos a correr juntas.

Mientras hablaba yo me pegaba más a ella y cerraba mis ojos, no pude evitarlo y algunos quejiditos se escucharon, muy bajitos, como asintiendo que eso haremos, que iremos al campo juntas, aunque ella tenga que ir en esa silla...

- Mamá... ¿Es increíble, no? No ladran, ni saltan, ni hacen sonidos, como para pasar desapercibidas ¿tú les has dicho algo?

- No, pero ellas se dan cuenta.

Sexto sentido, María. Empecé a lamerle la mano con la que me acariciaba, solo una que sacaba de debajo de la manta. ¿Dónde estaba su otro brazo? Intenté buscarlo y le hacía cosquillas.

- Ja, ja, ja, no, Nora, no me hagas así, no puedo sacar el otro brazo -pero yo seguía intentando.

- Yo las sujeto, tú enséñales qué tienes para que entiendan por qué no las puedes acariciar con la otra mano - le dijo la mamá

Me cogieron de la correa, y a medida que María se descubría, vi un laberinto de mangueras. No eran como las que usan en casa para regar el jardín, estas eran transparentes y muy finas, e iban conectadas a unos frascos. Tenía tres, se veían pesados, y muchas mangueras, las cuales seguí a ver donde terminaban y cuando acabó de destaparse su otro brazo, pude ver que... ¡estaban conectadas a María! No me gustó eso, pobre María, ¿la estaban llenando de agua o se la estaban quitando?

- Por aquí es por donde me alimento, eso va directo a mis venas y no lo puedo mover porque sino se bloquea el circuito y la enfermera me lo tiene que poner de nuevo, y duele un poquito.

Entendí a la perfección lo de "comer diferente" que me había contado la mamá, y no pensaba acercarme a eso, esperé que se tapara para irme hacia su lado nuevamente.

Me puse a inspeccionar la silla, tenía olores diversos, no eran agradables, además todo este lugar tenía el olor similar a las herramientas que usa el veterinario.

- No os preocupéis rubitas, cuando vaya a casa ya no usaré esto, es sólo que ahora me duele cuando camino.

- Cinco minutos más y nos vamos -dijo la mamá

Que sean los cinco minutos más largos, deseé. Mientras me acariciada, miré repetidas veces a los ojos de María, ella sabe leer nuestras miradas, su sonrisa me lo confirmaba.

- Adiós hermosas, portaros bien. Os quiero mucho -y se agachó a besarnos, pero le dolió al hacerlo y se detuvo. Nos pusimos a su altura y la lamimos. Con este gesto logramos hacerla sonreír de nuevo.

Subimos al coche y esperamos allí a que mamá la llevara de vuelta a su habitación. La mamá se había puesto una bata de médico que le había dejado su amiga cómplice, para pasar desapercibida.

El papá contestó una llamada y avanzamos, la mamá ya nos esperaba nuevamente en la puerta, sin la bata del delito. El camino de regreso a casa, lo hice recostada, sobre sus piernas.

- Sois maravillosas, sois la mejor terapia, la estáis haciendo muy feliz -nos decía, mientras me hacía en el lomo los masajes que tanto me gustan.

Llegamos a casa y Nadia exclamó:

- Que linda aventura la de hoy.

- ¡La mejor de todas! –le contesté.

 - No sólo una aventura, la mamá me ha dicho que esto ha sido una travesura a gran escala.

- ¿Travesura?, pero si nos hemos portado muy bien.

- No por eso, sino porque están prohibidos los perros en los Hospitales. Pero María nos necesitaba.

- Eso es injusto, los collies sabemos estar a la altura y podemos ayudar a curar a nuestros dueños enfermos.

- No, Nora, ningún perro puede acceder al Hospital, ningún animal. Por eso fuimos a ese aparcamiento apartado, porque entramos en secreto -me respondió

- Es decir que... hemos sido agentes encubiertas.

- Así es, hoy hemos sido agentes de felicidad encubiertas.

Esa noche dormimos muy bien, con el corazón contento y muy satisfechas de nuestro comportamiento y de la arriesgada valentía de la mamá de María.

La AVENTURA HOSPITALARIA valió la pena y lo conseguimos. Se hizo el milagro y, a pesar de su incredulidad,  los médicos le dieron el alta a María y hemos podido pasar la Navidad juntas. Ha de hacer un régimen especial y debe cuidarse mucho para no recaer y nosotras estamos dispuestas a ayudarla. Ella, siempre muy detallista, ayer nos hizo regalos. Pero el mejor regalo para nosotras fue ella misma y volver a estar juntas.
 
 

lunes, 17 de diciembre de 2012

LA DANZA DEL AMOR


“La danza habla del amor. Habla de un vínculo mutuo y total y excepcionalmente privado y habla del tipo de conexión que es casi desconocida en las relaciones humanas porque esencialmente no implica palabras. No es siempre una danza suave y sin fisuras y no siempre es fácil o grácil (el amor puede ser una experiencia conflictiva e incierta, no importa qué especie implique) pero no es menos válida porque uno de los bailarines dance sobre cuatro patas”

(Caroline Knapp, “Pack of Two”)

 

Soy LLUM y, como cada año por estas fechas, traspaso el “Puente del Arco Iris” y me paseo por vuestro mundo humano convertida en Ángel. Hoy utilizo “mi” Blog para desvelaros nuevos episodios de nuestra vida en “El Más Allá”, al otro lado del “Puente del Arco Iris”…

Por estas fechas de Navidad, tan entrañables para los humanos, los collies nos acordamos mucho de las personas que tanto nos amaron en nuestra vida terrenal. Y lo hacemos con LA DANZA DEL AMOR… Nos reunimos todos en un lugar mágico y los recién llegados recuerdan y explican sus experiencias  con su respectiva familia humana. Hablamos de las significativas, misteriosas y algunas veces altamente complicadas danzas que ocurren entre los collies y sus respectivos dueños o dueñas… Hablamos “de un vínculo mutuo y total y excepcionalmente privado, del tipo de conexión que es casi desconocida en las relaciones humanas porque esencialmente no implica palabras…”

Algunos ojos brillantes, muchas miradas tristes, perdidas… Todos recordamos con cariño la vida compartida con nuestra familia humana. Sabemos que no fuimos un amor canino más de vuestra vida, que engrandecimos vuestro corazón y llenamos de alegría vuestro hogar. Aunque algunas personas nos puedan olvidar, aquí eso es imposible y seguimos con interés vuestro día a día.

Eros es un macho de color arena que vivió una vida larga y muy intensa junto a Patricia. Hace ya unos meses que pasó el Puente del Arco Iris y Patricia, que no puede olvidarse de él, escribía:

“Durante once años y medio Eros y yo bailamos juntos, algunas veces con tanta claridad y proximidad que era como moverse como un solo ente, algunas veces pisándonos los pies. Éramos compañeros del alma y mejores amigos… Por razones que no comprendo parecía quererme tanto como yo a él. Mi vida estaba vinculada a la de Eros en todos los sentidos. Eros era lo primero que veía por la mañana, cuando me daba con el hocico en el brazo después de que sonase el despertador, y lo último que veía por la noche mientras acariciaba su cabeza al quedarme dormida...”

Aunque ahora convive con otro collie, Patricia todavía echa de menos a Eros. Hay días ocasionales en los que aún llora desconsolada. Pero esos días cada vez son menos frecuentes y parece como si en su corazón Eros y ella estuvieran pasando página. Ambos se apoyan y se impulsan mutuamente en sus sueños, una hermosa Danza del Amor.


 
La Danza del Amor nació con el mundo, fue una forma de comunicación y es la expresión de los seres vivos. La Danza del Amor es pasión, es vida...

La respuesta a la pregunta que os hacéis las personas de por qué queréis tanto a los perros, es compleja. Es cierto que os proporcionamos “amor incondicional” o “aprecio positivo sin juzgaros”. La naturaleza alegre y cariñosa de los collies os proporciona una pureza de emoción difícil de encontrar en otros lugares. Pero se habría de contestar a esa pregunta con mayor profundidad. Tal vez vuestro amor por los collies y nuestro amor por las personas sea demasiado complejo para explicarlo solo con un factor. Parece más probable que el vínculo especial que los humanos mantenéis con los perros sea el resultado de una combinación de muchas cosas y factores, reunidos en una Danza de Amor y devoción.

Baila con tu collie. Aquí y allá. Hoy y siempre. Y no tengas miedo porque en la Danza del Amor no importa que los pasos no salgan perfectos. Sostenidos por el amor, brota la confianza y vuestra vida se moverá con alegría al ritmo de la Danza que recrea y enamora.

Como dijo Einstein: Todo danza al son de una misteriosa melodía, interpretada por un ejecutante invisible”.

FELIZ NAVIDAD
 
 
 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

TIMING


“El timing (anglicismo que proviene de la raíz inglesa “time”, que significa "tiempo")
es el uso del ritmo, velocidad y pausas…”

(Wikipedia)

 
La semana pasada fuimos a caminar por una zona con variados circuitos o “senderos de salud”. No me gustó porque tuve que ir muchas veces atada para respetar a las personas mayores (pocas) que hacían ejercicio. Llegamos a una explanada y vimos a lo lejos a un golden retriever corriendo, con su dueña persiguiéndole y gritando: “Trusqui, vine aquí” Al final, cuando el tal Trusqui decidió que ya era hora de volver, se acercó contento a su dueña. Ésta le regañó, le zarandeó y le puso la correa muy enfadada. Nos miramos con Kimba y me susurró: “Grave error”. Evidentemente esa señora no sabía qué es el “TIMING”. Cuando Trusqui hizo caso a su última llamada y se acercó junto a  ella, hubiera tenido que premiarle, por muy mal que se hubiera portado. ¿Por qué? Muy sencillo, si cuando viene Trusqui, le acaricia, le está premiando su obediencia a la última llamada. El “timing” de las acciones anteriores se había pasado y siempre hay que premiar la última acción que realiza el perro. Probablemente la mente de Trusqui asoció que ir hacia la llamada de su dueña son gritos, castigo: “Si acudo a la llamada, hay bronca…”

Otro ejemplo práctico. Núria tiene una cachorra de collie, Kira, que está en fase de aprender a hacer sus necesidades fuera de casa. Un día Núria se retrasó en el trabajo y al llegar a casa se encontró con el desaguisado de turno. Se enfadó mucho (de hecho ya llegaba con muy mal humor) y le gritó a Kira: “¡No, ahí no!”, sin darse cuenta que hacía ya horas que Kira había hecho sus necesidades. Un “timing” totalmente desfasado. Kira no podía comprender por qué le gritaba, mientras ella saltaba de alegría y felicidad por ver a su dueña. Asociación de Kira: “Si saludo cuando llega mi dueña, me grita…”
 
"Timing" otoñal. La pequeña HAILA recibiendo su premio.

En educación canina, el “timing”  es el tiempo que pasa entre que el perro realiza la acción y se le da un refuerzo o premio. Por ejemplo, vuestro collie se sienta a la orden y le dais un premio. El tiempo que pasa entre que se sienta y le dais el premio es el “timing”. Y ese espacio de tiempo no debe de ser de más de 5 segundos, de lo contrario no comprenderá lo que le estáis premiando.

Para educar bien a tu collie y que identifique qué comportamiento quieres de él, es muy importante que controles el “timing” (el "momento", la “sincronización”)  del premio o refuerzo. Debes premiarlo inmediatamente después que haya realizado el comportamiento que quieres de él. Y siempre con refuerzos positivos. Los castigos físicos no sirven para educar, ni para nada bueno. 

Como que los collies tenemos una gran capacidad de asociación, aquí tienes tres consejos para tener éxito en la educación de tu collie:

1.- Aplicar el refuerzo en el momento exacto (“timing”).

2.- Ser muy paciente y no tener prisa (todo lleva su tiempo, las repeticiones son muy importantes).

3.- Evitar el desánimo o la frustración (es un error importante si tu collie es adulto, y un error muy grave si es cachorro).

El “timing” correcto en los ejemplos anteriores, sería felicitar a Trusqui por acudir a la llamada, aunque no haya sido a la primera. Sólo así asociará ese hecho con algo positivo. En el caso de Kira, hay que saludarla sin rencor y sin transmitir frustración. Es un cachorro que aún no puede controlarse y tiene mucho tiempo por delante para aprender.

Y, por último, debes tener muy presente que un error en el “timing” puede llevar a asociaciones indeseadas o, lo que es lo mismo, a motivar un comportamiento tal vez opuesto al deseado.
 
 
 

lunes, 22 de octubre de 2012

CÓMO HUELO EL MUNDO


“Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina”

(Miguel Hernández)
 

Los humanos "ven" el mundo fundamentalmente por medio de los ojos y de los oídos. Los perros, en cambio, “olemos” el mundo. Nos movemos por él dependiendo de la nariz.

La capacidad que tenemos los collies para experimentar el mundo a través de nuestro hocico, significa para los humanos que nunca sabrán exactamente cómo es el mundo para nosotros, porque muchas de las cosas que los collies percibimos están lejos de su capacidad. Se nos da tan bien buscar e identificar olores que ninguna persona puede llegar a imaginar el aspecto que el mundo tiene para nosotros.

Los humanos tienen unos cinco millones de células olfativas frente a los 220 millones que tenemos los collies. Ningún humano, eminentemente visual, puede llegar a imaginarse lo que significa oler el mundo y obtener información a través del olfato.

Nuestro oído también es fino, más que el humano, pero nuestra vista es deficitaria y los sentidos del tacto y del gusto son limitados. En cambio nuestro hocico es una maravilla. Y además poseemos el sexto sentido (ver post anterior), inexplicable para los humanos.

Los collies interpretamos el mundo a través de nuestra nariz

Los collies interpretamos el mundo a través de nuestra nariz. Olemos a las personas, a los otros perros, el entorno y todo aquello que, a través del aire, llega a nuestras fosas nasales.

El olor de cada individuo es tan único como sus huellas dactilares. Cuando los perros nos olemos entre nosotros u olemos la orina de otros perros, en realidad lo que estamos haciendo es algo así como intercambiar nuestras tarjetas de visita. Las zonas donde muchos perros hacen sus necesidades son como un tablón de anuncios local o el muro de Facebook, donde cada uno expone su vida al resto de la comunidad. Procesando bien los olores podemos saber la edad, el sexo, si hay alguna hembra en celo, el tipo de alimentación… e incluso aspectos más íntimos como la timidez, la agresividad, el miedo, etc.

El sentido del olfato es una de las vías más rápidas por las que la información llega al cerebro y se procesa. Los collies no necesitamos ningún GPS para localizar cualquier cosa que nos resulte de interés. Nuestro olfato nos muestra unos precisos mapas mentales con todo tipo de detalles.

Cuando llegas a casa y tu collie te inspecciona con la nariz, huele tus manos, pantalones, abrigo, zapatos…, lo que en realidad está haciendo es viajar en el espacio y el tiempo y procesar toda la información. Él puede llegar a saber desde qué has comido hasta dónde y con quién has estado.

A mí hay una cosa que me da mucha rabia: la televisión, el teléfono móvil, la pantalla del ordenador, los periódicos y revistas… NO HUELEN. ¿Por qué el hombre, tan listo y capaz de inventos inverosímiles, no permite los olores en los medios de comunicación? Muy sencillo, porque los collies nos rebelaríamos al detectar la manipulación, la noticia falsa, las verdades a medias, la censura, la falta de ética y la vulneración de códigos deontológicos. Como me comentaba mi hermano  desde el otro lado del océano, “la prensa ya no es libre, ni democrática y cuando lo es, mejor ahogarla. El control de la noticia, de los medios de comunicación acaban despidiendo a los buenos periodistas, llevándolos a la cárcel o incluso matándolos, como está sucediendo en algunos países…”

Huelo que no será éste un plácido y melancólico otoño cualquiera

Nada humano nos es ajeno a los collies. Y nada inhumano nos resulta indiferente. Por eso me entristece tanto que los políticos que os gobiernan no sean buena gente. Cada uno tiene su propio olor particular, que les delata más que su cansina oratoria o cualquier expresión de su cara. Huelo que solo piensan en sus intereses partidistas en vez de reinventarse y buscar soluciones audaces, novedosas y pensando en la gente. Huelo que los estados (los gobiernos que los gestionan) están perdiendo su legitimidad a pasos agigantados, al mismo ritmo al que dejan de garantizar derechos básicos.

Tras las lluvias de estos días, hoy he ido con Jolie a pisar las hojas caídas. Me agrada la neblina, la sensación de gotas diminutas en el hocico y las pestañas,  la frescura del aire, repentinamente cargado de ozono y de iones. Jolie, mientras, me ha ido informando sobre el perfecto sistema olfativo de los perros. Un sistema muy bien aprovechado por los humanos para detectar drogas o explosivos, localizar personas, prevenir ataques de epilepsia, etc. Y es que, a pesar de todos los adelantos tecnológicos, la percepción olfativa del perro aún no ha podido ser sustituida por ninguna máquina.

¿Sabes que me gustaría hacer, Jolie? Entrar en los despachos donde los poderosos deciden sus planes, pasear por los pasillos del Parlamento, por la Casa Blanca, el Kremlin…, perderme en los edificios de las grandes multinacionales, las sedes de los bancos, los grupos editoriales… ¿Para qué? Para OLER. Oler y descubrir cuánto mienten y hasta dónde son capaces de llegar. Podría oler si en aquel despacho se han aceptado sobornos, se ha usado información privilegiada o se han concedido favores saltándose las normas. Podría oler si alguien ha estado vulnerando la ética de la convicción democrática. Y seguramente que olería mucho fraude por evasión de impuestos de empresas, grandes fortunas y bancos…

KIT y JOLIE intentando oler aromas positivos y olores de esperanza e ilusión

En el paseo he observado que la llovizna intensifica los olores. La humedad libera las moléculas, les da vida a los aromas y los lleva por el aire hasta mis fosas nasales. Los olores son más potentes, me llegan de lejos con nitidez y puedo identificarlos. Huelo que no será éste un plácido y melancólico otoño cualquiera. Tensión, miedo, ansiedad, expectativa, excitación, disgusto... Cada una de estas emociones tiene su olor característico y muchas de ellas emanan hoy de las ciudades y pueblos del mundo humano. El ambiente está tan denso que parece que pueda cortarse con un cuchillo. Más pobreza, más paro, más hambre, más recortes, más desahucios… son las consecuencias para millones de personas de la “salida” a la crisis por la que apuestan los gobernantes. Más indignación, más malestar y más desobediencia es la respuesta en la calle.

Mi abuela Jolie, regresando del paseo otoñal, me decía: “Si las personas profundizan en las causas de la crisis, su tratamiento y las consecuencias que está teniendo, no se podrán conformar en calificarla sólo como una crisis económica sino también de valores y sobre todo de derechos humanos”. Con la crisis el miedo se adueña de las personas y las paraliza. A este miedo se le contrapone, en palabras de Albert Einstein, “la fuerza más poderosa del universo: la creatividad de la humanidad en acción, capaz de superar cualquier obstáculo que se le presente. Y esta acción creativa de la humanidad se activa con la esperanza de otro mundo mejor no sólo posible sino urgente e imprescindible para preservar la Vida con mayúsculas...”  

Esperaré paciente la llegada de una primavera (que no será la próxima) para ver florecer las ramas, fructificar las flores y madurar los frutos. Quisiera oler aromas positivos y olores de esperanza e ilusión porque todavía existen personas enraizadas en el amor que llevan en sus vidas, como una siembra de esperanzas, todas las primaveras y todas las cosechas.
 
 

lunes, 15 de octubre de 2012

SUSTITUIR A UN COLLIE


"No te creas más, ni menos, ni igual que otro cualquiera,

que no somos los hombres cantidades.

Cada cual es único e insustituible;

en serlo a conciencia pon todo tu empeño"

(Miguel de Unamuno)

 

Nuestra familia humana recibe cartas de personas que han perdido a su collie y quieren otro. A unas, ya hace tiempo, incluso años, que se les murió. A otras, hace muy poco que se les fue y no soportan el vacío que les ha dejado. Algunas, adjuntan fotos de su collie, con la petición de que quieren otro de igual. Y esto ya es más complicado. Porque, aunque el tamaño, el color y la distribución del blanco puedan ser semejantes a los de su antiguo collie, nunca se va a comportar igual o va a tener el mismo carácter. Se adopta a un nuevo collie, no se recupera al que se ha perdido.

La mayoría de las personas que han perdido un collie, más tarde o más temprano, se plantean volver a tener otro collie. La decisión no es fácil de tomar y conviene haber afrontado antes el duro y, en ocasiones, largo proceso de superar su muerte.

Conviene tener en cuenta, no obstante, que el nuevo collie nunca podrá sustituir al anterior, al que tanto se echa de menos: cada collie, como ocurre con las personas, es único, diferente e irreemplazable.
 
 

Ningún collie puede sustituir a otro. Tal vez pueda llenar la sensación de vacío, pero difícilmente hará que se olviden las gracias, los juegos, los caprichos, las anécdotas y las miradas de ese otro collie que ha ocupado vuestras vidas y corazones durante un tiempo. Es un error pretender encontrar a otro collie idéntico al anterior.

En los primeros días tras el fallecimiento de un perro, hay personas que desean no tener nunca más otra mascota porque no pueden soportar la idea de volver a padecer una pérdida semejante. Para otros, en cambio, estos sentimientos desaparecen con el tiempo y deciden adquirir un nuevo perro, sin que esto deba considerarse una traición a la memoria del collie fallecido.

Hay quienes incluso no esperan a que ese collie que se está haciendo viejo les deje y buscan la compañía de un cachorro antes de que este hecho natural e inevitable se produzca. En parte para así notar menos la ausencia, en parte también para ofrecerle al más viejito compañía en sus últimos achaques, para darle un estimulo en el último tramo de vida que le haga rejuvenecer.

Sea cual sea tu decisión, debes saber que los collies vivimos mucho menos que los humanos y aceptamos con alegría que tengas más de un collie a lo largo de tu vida. Porque cada collie que existe es único, igual que cada ser humano es diferente al otro.

No compares a tu nuevo collie con el anterior, ni siquiera lo pienses. Tu collie actual es quien es y la llave de su felicidad es saber qué aspectos puedes cambiar de él con una buena educación y qué cosas has de aceptar como son. Es esencial que conozcas bien a tu collie como individuo y hacer todo lo que puedas para ayudarle a ser lo mejor que pueda. Aunque algunas veces esto significa aceptar que no va a ser nunca como tú quisieras, tu collie puede tener otras capacidades y aptitudes que no esperabas y que pueden acabar siendo mucho mejores de lo que imaginabas.

LLUM y DIA partieron muy jóvenes y nadie las ha sustituido. 

En nuestra manada lo tenemos muy claro: Cada uno es cada uno, nunca somos un collie más. CAP, el más veterano de todos, me contaba hace unos días a raíz de la reciente llegada de HAILA:

“Cada collie de la manada es capaz de hacer cosas diferentes y no todos tenemos la misma aptitud para todo lo que procuramos hacer. Cada uno es él, único. He visto partir y llegar a muchos collies. Y ninguno ha reemplazado a otro ausente, ninguno ha venido a rellenar el hueco dejado por otro. Han sido, son y serán, todos ellos, importantes en mi vida, en la vida de la manada y, por supuesto, en la vida de nuestra familia humana. Cada partida hacia más allá del Puente del Arco Iris, se ha llevado un trocito de mi alma. Los que ya no están han dejado un vacío que nunca será llenado. Y el amor que siento por ellos no es algo que vaya a olvidar de hoy para mañana.”

Cada collie tenemos algo que nos hace tremendamente especiales, porque nuestra compañía para los humanos es como un buen perfume, que os toca el alma sin dañaros y se queda unido a vuestros sentidos… Tu collie se personaliza al tocar tu piel y se une a tu alma de una forma única e intransferible. Por eso es único, irrepetible, inimitable, dotado de facultades que lo hacen rico y valioso, no importa las circunstancias que le toque vivir.

 

 


domingo, 7 de octubre de 2012

EL AGUA SE AGOTA


"Cuando el pozo se ha secado, entendemos el valor del agua"

(Benjamin Franklin)

 
El pozo de nuestra finca lleva unos días sin manar agua. Las altas temperaturas y la larga sequía que atravesamos han provocado que el manantial se haya secado. Los ríos subterráneos no reciben agua de la lluvia y finalmente el pozo se encuentra en esta triste situación. Ni los más viejos de la manada recuerdan algo igual.

Esta semana pasada hemos reemprendido nuestras excursiones y me he dado cuenta que todo está muy seco. Arroyos y riachuelos donde habíamos bebido y nos habíamos refrescado, están sin agua. Fue una excursión muy triste. Nuestro propio río, el Revardit, tiene muchos tramos sin agua y otros con el agua estancada.

Mi hermano Ghost y yo, de cachorros, bañándonos en el río
Esta semana el río no tenía agua

Desde cachorra he visto tanta agua, que me parece imposible que un día pueda acabarse. Pero yo soy una collie ignorante y los humanos más listos no piensan así.

¿Qué es lo peor que podría pasarle al mundo de aquí al año 2050? ¿Un enfrentamiento nuclear entre Israel e Irán? ¿Una confrontación entre China y Estados Unidos? ¿Atentados indiscriminados del fanatismo musulmán?

El peligro que aguarda al mundo procede de un recurso amable y tranquilizador, el agua, que todos damos por descontado (como yo), hasta que escasea o deja de existir. La escasez de agua dulce es, con mucho, la mayor amenaza para la seguridad de los humanos.

La pérdida de agua potable garantizada es, con mucho, la mayor amenaza para la seguridad de los seres humanos a largo plazo. En comparación, los peligros políticos mencionados parecen pequeños.
 

El agua. Terriblemente abundante en esta bendita Tierra nuestra, y eso es lo que la distingue del helado Marte y el ardiente Venus; aquí puede haber vida. Sin embargo, el agua debe ser potable, y ahí está el principal problema, porque la mayoría del agua del planeta es agua salada, inutilizable para beber y (en la mayor parte de los casos) para regar cosechas y plantas. En realidad, sólo el 2,5% del agua de la Tierra es agua dulce, pero casi toda está atrapada en enormes acuíferos subterráneos o en los casquetes de hielo de los Polos. Parece increíble para cualquiera que no sea científico del clima, pero el agua de nuestros lagos y ríos no representa más que el 0,01% de las reservas de agua del planeta.

El agua dulce y corriente —es decir agua que fluye en un río en el que se acumulan las últimas lluvias, la nieve derretida y el deshielo primaveral de gigantescos glaciares de montaña— es vital para nuestra existencia, para el medio ambiente, las culturas, incluso las naciones-estado. ¿Cómo sería Egipto sin el Nilo? ¿O Londres sin el Támesis? ¿Y no son algunas de nuestras principales civilizaciones, en esencia, “civilizaciones fluviales”? ¿Se pueden imaginar Viena sin el Danubio? ¿Pero qué Gobiernos piensan alguna vez en sus ríos, en lugar de sus sistemas de seguridad social o sus gastos de defensa?

¿Cuáles son las amenazas contra este bendito regalo del agua a nuestra Tierra? Son tres, que suelen estar relacionadas entre sí, pero son fáciles de identificar por separado.

La primera es la política internacional, es decir, las disputas entre los Estados y los pueblos por el control de las corrientes de agua dulce. Las naciones de las partes altas de los ríos desvían el agua para proyectos de regadío con el fin de impulsar la agricultura. Pero los países que están río abajo, sufren por la reducción del volumen de agua que les llega y se indignan; de ahí puede surgir un conflicto. También pueden aparecer antagonismos cuando una sociedad de río arriba descarga elementos desagradables o peligrosos en el río y contamina las aguas que llegan más abajo.

La segunda amenaza es totalmente distinta: se debe al tremendo aumento de la demanda mundial de agua dulce. En 1825, había alrededor de 1.000 millones de seres humanos en nuestro planeta, que en su mayoría sacaban y utilizaban el agua con métodos preindustriales. Hoy, con casi un total de 7.000 millones de personas en el mundo, con necesidades diarias cada vez mayores y con industrias (cemento, acero, chips de silicio, hoteles) que consumen inmensas cantidades de agua dulce. El crecimiento de la economía mundial desde 1800 y el afortunado incremento del nivel de vida de tanta gente han ido acompañados de un aumento incontrolado y desproporcionado del consumo de agua. Hoy cada persona gasta muchísimos litros más que sus abuelos. Aunque no existiera ninguna amenaza de las que se sugerían más arriba contra la seguridad de las reservas de agua, la demanda total está ejerciendo más presión sobre las reservas normales.

Pero —y esta es la tercera amenaza— ¿y si además resulta que las reservas originales están agotándose? ¿Y si no podemos seguir contando con un caudal previsible en esos ríos que tanto significan para la vida cultural y social pero, sobre todo, para la vida física? Según muchos informes científicos, los mayores problemas actuales se producen en Asia, donde la población aumenta de forma increíble y la estación de las cosechas es cada vez más breve, porque las temperaturas son más elevadas y las precipitaciones, más escasas. Numerosas comunidades a los pies del Himalaya dicen que hay mucho menos deshielo. Ya no hay suaves pendientes nevadas que se derritan en abril; la temporada de los deshielos se acaba en febrero. Y no hay que olvidar que los glaciares de todo el mundo están derritiéndose de forma constante e insidiosa, en particular los gigantescos glaciares de Tíbet que alimentan tantos grandes ríos de India, China, Myanmar y Vietnam. Se trata del futuro de 3.000 millones de personas. Y de unas sociedades que reaccionarán con furia a la pérdida del agua, y unos Gobiernos que quizá no respondan con prudencia sino de forma insensata, luchando por las reservas de agua en vez de negociar para encontrar una manera científica de compartir un recurso cada vez más escaso.

Regresemos, pues, a mi propuesta inicial. Los problemas que obsesionan a los analistas estratégicos contemporáneos, a los expertos de sillón en asuntos internacionales, por muy importantes que se crea que son, palidecen al lado de la crisis mundial del agua. Desde el río Colorado hasta el Brahmaputra, el caudal de los ríos disminuye. Decidme si hay algo que sea más importante que eso.
 
El agua es vida

Los estudiosos dicen que hay sustitutos para el petróleo, pero no hay sustitutos para el agua dulce. “Si te quedas sin agua, te quedas sin vida”, reza un dicho Uzbeco. Y Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, dijo: “Para la supervivencia, el bienestar y el desarrollo socioeconómico de toda la humanidad es un requisito fundamental tener garantizado el acceso a un suministro suficiente de agua potable. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante e inagotable, cuando no lo es.”

Una de las grandes contradicciones de la naturaleza humana es que únicamente valoráis las cosas una vez que se vuelven escasas. Apreciáis el valor del agua cuando el pozo se ha secado. Y los pozos no sólo están secándose en las regiones tradicionales con tendencia a las sequías, sino también en zonas no asociadas tradicionalmente con escaseces de agua.


Sería bueno que todas las personas, los niños, las niñas, las mujeres y los hombres se comprometan en cuidar y no desperdiciar el agua. Y así, quizá, dentro de unos años, en vez de faltar, el agua podría alcanzar para todos…

 

 

Fuente: El País : Paul Kennedy, Universidad de Yale.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL EJERCICIO DE UNA PREÑADA

Por fin se va el verano. Hoy el tiempo ha cambiado. Soplos de aire fresco, adiós a los calores del verano y la naturaleza que empieza a vestirse de tonos dorados y mil colores más. Bienvenido el otoño. El frío que se nos anticipa por las noches y las deliciosas temperaturas del día, nos invitan a una mayor actividad... Ayer en casa hicieron mermelada de higos y hoy toca pastel de manzanas caídas. Sabores de otoño. Qué bien huele la cocina.

Las mañanas y atardeceres frescos son perfectos para ir a caminar. Cada día acompaño a mi madre preñada. Apenas le falta una semana para parir y debe hacer ejercicio. El ejercicio físico, en estas dos últimas semanas, ha quedado limitado a las caminatas. Hemos repartido las sesiones de ejercicio diario a lo largo del día. Menos intensos y más frecuentes, para afrontar el final del embarazo con un mejor estado de salud.

Amy y yo, detrás, en un descanso de nuestro paseo por el bosque
Las seis primeras semanas, mi madre hacía ejercicio y corría con toda la manada. Como buena preñada, nunca dejó de practicar su ejercicio habitual para mantener el tono muscular y no engordar demasiado. En nuestra finca, el ejercicio suele ser exigente físicamente porque hay muchos desniveles y obstáculos. A medida que el embarazo avanza y los cachorros crecen en el interior del vientre materno, conviene reducir de forma paulatina la actividad física extrema, que puede resultar peligrosa para los cachorros en camino. Las más jóvenes de la manada a veces nos perseguimos descontroladamente y podemos representar un peligro. Por eso, a partir de la séptima semana,  nuestra familia trasladó a mi madre Amy a la zona de cría, mucho más tranquila.

Pero mi madre tiene un problema. Tiene tendencia a engordar. Los cachorros que crecen sin descanso en su vientre necesitan cada vez más nutrientes. Toda hembra preñada requiere una alimentación con aporte extra de proteínas y mucha energía. Pero hay que tener en cuenta ciertas precauciones. Y por eso la acompaño cada día a caminar por el bosque. Realizando estos paseos diarios, evitamos que suba mucho de peso, lo cual podría ser un riesgo para el parto.

Si el ejercicio de una hembra preñada es una actividad adecuada y controlada, puede ayudar a cuidar la salud de la futura madre y a velar por el bienestar de los cachorros. El ejercicio es una forma de cuidar de su salud física, pero también de su equilibrio mental.

Estos días los paseos los realizamos fuera de la finca, por el cercano bosque. A mi madre le va muy bien, le sirve de válvula de escape para el estrés, se siente más tranquila y relajada.

-          Tú y yo somos muy afortunadas, Nina –me decía hoy cuando regresábamos para casa.

-          ¿Por qué dices esto?

-          Por la suerte que hemos tenido de nacer donde hemos nacido y de vivir con quien vivimos. ¿Tú sabes cuántas hembras hay en el mundo, maltratadas y sometidas, sin poder hacer ejercicio?

-          Supongo que te refieres a la tertulia del otro día con aquellas dos familias que nos visitaron.

-          Sí, Nina. Es muy triste. Nosotras paseando cada día y haciendo ejercicio, pero no me puedo sacar de la cabeza las palabras de aquella señora: “… Las madres viven enjauladas toda la vida, sin acceso a cuidados mínimos y en un aislamiento casi absoluto. Pueden llegar a enloquecer por las condiciones en que viven y no reciben cuidados veterinarios, por lo que suelen estar enfermas. Además, cuando ya no sirven para reproducir, son abandonadas en las calles...”

-          No me lo recuerdes. Y los cachorros, en las mismas condiciones y sin poder moverse. ¡Qué crueldad! Luego, son separados de la madre con apenas 4 semanas de edad y viajan amontonados en condiciones lamentables. Algunos mueren por el camino o recién vendidos. Y los que sobreviven desarrollan enfermedades o traumas que les marcarán para el resto de sus vidas.

-          Algún humano habría de detener esta locura. Son demasiadas las tiendas que se prestan a este tráfico ilegal. La obtención de una rentabilidad económica fácil, hace que los animales sean vilmente maltratados y convertidos en un lucrativo negocio.

-          Poco podemos hacer nosotras, mami. Salvo hacer un llamamiento a todos los que nos están leyendo para que realicen una profunda reflexión sobre lo que supone la venta de animales de compañía.
 
Amy, cumpliendo con el ejercicio de toda preñada

Llegamos a casa con los ojos humedecidos, muy indignadas con algunos individuos de la raza humana. El tema de este post es sobre el ejercicio de una hembra preñada… y hemos acabado hablando del No ejercicio de las hembras enjauladas y sus nefastas consecuencias para los cachorros.

Antes de dejar a mi madre en la zona de cría y reunirme con el resto de la manada, Amy me dice con pena y preocupación:

-          ¿No te has dado cuenta que apenas tengo barriga? Creo que esta vez llevo muy pocos cachorros. Seguro que no son 10 como cuando tú naciste. Lo siento mucho por las familias que se quedarán sin cachorro y tendrán que seguir esperando.