miércoles, 30 de diciembre de 2009

FELIZ 2010

Hoy ha hecho un día radiante, de sol, y mis hijos, de 45 días de edad, se lo han pasado en grande. Todos nos hemos divertido mucho con sus ocurrencias y “diabluras”. Jugar con ellos y observarles ha sido una buena terapia para afrontar el nuevo año con renovadas ilusiones. Os pongo algunas fotos divertidas… y os dejo con los “10 mandamientos” para el 2010 que LLUM escribió en su agenda.

10 REGLAS PARA EL 2010

1 - REGALAR una sonrisa cada día. Con ella te sentirás feliz tú y quien la reciba.

2 - SOÑAR y VOLAR, aunque nuestros pies toquen la tierra.

3 - LLORAR cuando una nostalgia o tristeza te lo pida. Una lágrima no es debilidad, ayuda a recuperar una sonrisa.

4 - PERDONAR tus propios tropiezos y los de los demás. Lo importante es darte y dar la posibilidad de levantarse y volver a caminar.

5 - INTENTAR todo lo que sientas latir en tu corazón y en tu alma. Confiado en que te hará feliz.

6 - VALORAR los pequeños como los grandes regalos que te dé la vida. Juntos llenarán tu corazón de felicidad.

7 - GUARDAR cada enseñanza recibida, cada afecto compartido. Como tesoro que por siempre te harán sentir vivo.

8 - DESCARTAR aquello que pueda hacerte daño o sepas que no tiene sentido.

9 - RESCATAR todo lo que te permita crecer y ser feliz en familia y con los amigos.

10- COMPARTIR, con todos los que te rodean, lo mejor de ti y sentir que vale la pena creer, soñar y vivir por un mundo mejor.


¡QUE EL AÑO 2010 SEA UN GRAN AÑO PARA VOSOTROS...

...Y PARA NOSOTROS!


sábado, 19 de diciembre de 2009

HUMOR Y ALEGRÍA: FELIZ NAVIDAD

El tiempo pasa volando y de nuevo llega la Navidad. Como cada año por esta época, las casas, locales y calles se llenan de luces, de figuras navideñas, escuchamos villancicos, se hacen regalos, visitamos a nuestros seres queridos...

También estamos más estresados, nuestra economía en este mes se ve más afectada que el resto del año y nos vemos inmersos en todo el consumismo que trae consigo la Navidad.

Amig@ collie...,

Tienes que saber que esta época del año tus dueños se comportaran de una manera extraña, pero tú debes de mantener tu línea de buen perrito y no olvidar tus modales.

Durante estas fiestas que se acercan, ten paciencia con tu familia humana. Tienes que entenderles y hacer uso de tu sabiduría, pues esta época del año ablanda el corazón y es probable que se muestren más cariñosos de lo normal.

Sé tolerante si tus dueños te disfrazan. Ellos sienten un tipo especial de placer al vernos vestidos de esa forma.
He encontrado estas fotos de la Navidad del 2002 de mi padre CAP y mi madre ENATE

Tu familia traerá un árbol grande a la casa y lo cubrirán con luces y adornos. Aunque te parezca raro, éste es un ritual muy importante para tu familia. Y tú no debes jugar con las bolitas, que son de vidrio o de algún plástico frágil y te pueden producir hemorragias intestinales.

No orines en el árbol de navidad. Ni bebas el agua del recipiente que sostiene el árbol. Ten cuidado, no mastiques el cordón luminoso que baja del árbol y se acaba en la pared. Podrías quedarte pegado o provocar un incendio.

No se sabe por qué, pero en estos días todos se quieren más y se hacen regalos, y llegarán a casa con grandes cajas y numerosas bolsas. No te pienses que todos los regalos son para ti.
Si hay paquetes debajo del árbol, aunque tengan un olor interesante o lleven tu nombre ¡no los abras! Hay que esperar a un día en concreto.

Verás un gran desfile de gente por casa que no habías visto antes, por lo que tendrás que mantener tu educación más que nunca. Compórtate con las visitas. No todos los extraños sabrán apreciar tus lametones y tus saltos.
Y ni se te ocurra aceptar dulces o chocolate. No alteres tu dieta por mucha comida que veas que sobra estas fiestas.

Por último, si un día un hombre gordo y con barba blanca, vestido de rojo, entra en mitad de la noche por la chimenea ¡NO LO MUERDAS!. Y si se presentan 3 hombres con elegantes vestidos y coronas de rey ¡TAMPOCO LES MUERDAS! Si alguno de ellos te da una especie de roca negra con un sabor dulce, el año que entra, deberás de obedecer más a tu dueño, y en su próxima visita el año que viene puede que te traigan un hermoso hueso.

Navidad 2001. Estos cachorros son mi abuela GOLDEN y mi padre CAP

Amig@ de los collies...,

Hasta que no sientas la verdadera alegría de Navidad, ésta no existe. Todo lo demás es apariencia, muchos adornos. Porque no son los adornos, no es la nieve, no es el árbol, ni la chimenea. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla con otros y la esperanza de seguir adelante.

LLUM, desde su estrella, te manda este mensaje:

“He visto la Felicidad y me ha dicho que iba a tu casa. Le he pedido que llevase también a la Salud y al Amor. Trátalos bien, van de mi parte”

Y yo os quería mandar un regalo, algo super especial, para felicitaros las Fiestas de Navidad y Año Nuevo a todos (humanos y peludos) que seguís este Blog, pero tengo un problema: ¿Cómo envuelvo todo mi amor?

Feliz Navidad


martes, 8 de diciembre de 2009

CHOCOLATE... NO, GRACIAS

En una de las visitas que hemos tenido este fin de semana, uno de los niños que estaba jugando con Shara sacó una galleta de chocolate de su bolsillo y se la dio (o Shara se la cogió). Nuestra familia se ha dado cuenta y han detenido a tiempo la feliz galopada de Shara con su “tesoro”...

- “La xocolata no és bona pels collies” –le han dicho.

Shara corriendo con la galleta Kit Kat

Ahora se acercan las fiestas de Navidad y Fin de Año y en todas las familias aumenta el consumo de dulces. Como a vosotros los humanos, a muchos perros nos gustan las cosas dulces como el chocolate. Aunque estudios recientes demuestran que el chocolate puede ser beneficioso para la salud de las personas, es importante saber que el chocolate puede ser tóxico e incluso fatal para nosotros los collies.

¿Quién se resiste, cuando os miramos con ojos tiernos, brillantes y golosos, de expresión zalamera e inquisitiva, a darnos un trocito de ese rico chocolate que estáis saboreando? Lo que tal vez no sepáis es que ese "caprichito" que nos ofrecéis con la mejor de las intenciones y con toda la ilusión, puede resultar fatídico para nuestra salud.

Por lo tanto, por favor, CHOCOLATE... NO, GRACIAS.

Claro que esto no siempre resulta fácil, sobretodo si bajo vuestro mismo techo, además del collie, conviven niños de corta edad y personas mayores, pues unos y otras no van a atenerse a razones y sucumbirán más pronto que tarde a la tentación de darnos, una y mil veces, cuanto caiga en sus manos. Y ahí empiezan los problemas ¿Quién iba a pensar que las deliciosas galletas de chocolate, aparentemente tan inofensivas, pueden convertirse en auténtico VENENO para el perro de la casa? Y quien dice galletas, dice bombones o la mismísima barra de chocolate negro que habéis comprado para hacer un riquísimo postre el domingo.

En estas entrañables Fiestas que se acercan, no olvidéis en algún rincón alguna caja de bombones a la que podamos tener acceso y guardad bien los postres de chocolate en la nevera. Avisad a vuestros invitados que no nos den nada, aunque se lo pidamos. Si varias personas nos dan cada una un trozo de chocolate negro, corremos el riesgo de ponernos gravemente enfermos.

El chocolate contiene una sustancia llamada Teobromina, que es tóxica para los perros. El chocolate negro es más rico en Teobromina que el chocolate con leche o el cacao en polvo. El chocolate blanco, en cambio, no presenta casi ninguna toxicidad. Conviene saber por ejemplo que una tableta de chocolate negro de 200 gr. puede matar un collie de alrededor de 20 k. Hay que tomarse por tanto muy en serio esta intoxicación y sobre todo prevenir.


- ¿Cuales son los signos de toxicidad por chocolate?
- Los signos mas comunes aparecen normalmente dentro de las primeras 12 horas después de comer el chocolate. Son estos: Excitación, temblores, nerviosismo, vómitos y diarrea, sed excesiva junto con micción abundante más frecuente, espasmos musculares, convulsiones...

- ¿Cual es el tratamiento para la toxicidad por chocolate?
- Si se sospecha que un collie ha ingerido chocolate, llama a tu veterinario para que te aconseje. La toxicidad por Teobromina es dosis dependiente, eso significa que la presentación del cuadro clínico dependerá del tamaño de tu collie y de la cantidad de chocolate que ingirió. Y un problema añadido es que la Teobromina no posee un antídoto especifico.

- ¿Por qué el chocolate no es tóxico para los humanos?
- Los humanos sois capaces de metabolizar y excretar la Teobromina de una forma mucho mas rápida y eficiente que los perros. La vida media de la Teobromina en perros es muy larga, cerca de 18 horas, y la sustancia se mantiene en circulación por el cuerpo. La diferencia estriba en que la excesiva ingesta en el humano, si acaso se traduce en una acumulación de grasa, la multiplicación de la celulitis y unos cuántos kilos de más, mientras que en nosotros los collies, la Teobromina acaba por causarnos una "Toxicosis" que puede llegar a tener consecuencias devastadoras, incluso mortales.

Tened muy presente que, si un collie ingiere una gran cantidad de chocolate, no va a bastar con inducir el vómito, sino que será necesario acudir inmediatamente a una clínica veterinaria para que reciba tratamiento especifico y urgente.

Y os ha de quedar muy claro que el chocolate, un placer para los humanos, constituye un auténtico y dulce enemigo mortal para nosotros los collies. Y ya se sabe que más vale prevenir... ¡que tener que lamentar!

jueves, 26 de noviembre de 2009

¿CÓMO ES POSIBLE?

El parto fue muy bien y tuve siete preciosos cachorros. Hasta ahora he estado muy atareada y me he pasado los días limpiando. Ahora, que ya tengo un poco más de tiempo libre, aprovecho para ir leyendo y ordenando los papeles que Llum nos dejó. Hemos encontrado un montón de mensajes y escritos, algunos sin acabar.
El texto que sigue a continuación me ha conmovido profundamente. Veo crecer a mis siete bebés y me preocupa su futuro. Vosotros, personas que deseáis adquirir un cachorro, leed y... reflexionad sobre vuestra voluntad real de adquirir un collie. Vais a adquirir un compromiso para más de 10 años. ¡Pensad en ello muy seriamente!

Cuando yo era un cachorro te divertía con mis cabriolas y te hacía reír. Tú me llamabas “mi niño” y, a pesar de varias zapatillas rotas y algunos otros destrozos, llegué a ser tu mejor amigo.

Cada vez que hacía una travesura, agitabas tu dedo hacia mí y me decías "¿Cómo puedes tú...?", pero enseguida nos divertíamos juntos. Mi educación se prolongó un poco más de lo previsto, porque tú siempre estabas ocupado, pero juntos lo conseguimos. Recuerdo aquellas noches en las que husmeaba en la cama y escuchaba tus confidencias y sueños secretos y entonces creía que la vida no podría ser más perfecta. Dábamos largos paseos y carreras en el parque, viajes en coche con paradas para tomar un helado (yo solamente comía el cucurucho porque “el helado es malo para los perros”, como tú decías), y yo hacía largas siestas al sol esperando tu regreso a casa.

Progresivamente empezaste a pasar más tiempo en el trabajo y te concentraste en tu carrera y durante un tiempo empezaste a buscar una compañera humana. Yo te esperé pacientemente, te consolé tras cada desengaño amoroso. Jamás te reproché tus malas decisiones y te recibía con alegría en tus tristes regresos al hogar. Luego, por fin, te enamoraste.

Ella, ahora tu mujer, no es una “persona-perro”, pero yo la acogí en nuestra casa, intenté mostrarle afecto y la obedecía. Yo estaba feliz porque tú eras feliz.

Pronto los bebés humanos llegaron y yo compartí vuestra excitación. Estaba fascinado con su color rosáceo, su olor, y yo quería acariciarlos también. Pero vosotros teníais miedo de que pudiera lastimarlos y tenía que pasar la mayor parte de mi tiempo encerrado en otra habitación o fuera, en la caseta. ¡Oh, cómo quería yo amarlos, pero me convertí en un “prisionero del amor”!

Cuando los niños crecieron, yo fui su mejor amigo. Se agarraron y estiraron mi melena, se montaron a caballo, me pusieron los dedos en los ojos, azotaron mis orejas y me dieron besos en la nariz. Me gustaba todo de ellos, sobre todo sus caricias, porque las vuestras eran ahora muy poco frecuentes. Y yo los habría defendido con mi vida si hubiera sido necesario. Iba a sus camas y escuchaba sus preocupaciones y secretos y juntos esperábamos el ruido de tu coche en la calle.

Hubo un tiempo, cuando la gente te preguntaba si tenías un perro y te pedían una foto mía, tú tenías una en la cartera para enseñarla y les contabas historias de mí. Estos últimos años, respondías tan solo un “sí” y cambiabas de tema. He pasado del estatus de “tu perro” a solamente “un perro”. Y os enojáis con cualquier gasto para mí.

Ahora tenéis una nueva oportunidad para vuestra carrera profesional en otra ciudad y os vais a vivir a un piso que no admiten animales de compañía. Has hecho una buena elección para tu “familia”, pero hubo un tiempo en que yo era tu única familia.

Estaba excitado por el paseo en coche (“como en los viejos tiempos”, me dije), hasta que llegamos a un refugio para animales. Oía a los perros, el miedo, la desesperación. Rellenaste los papeles y dijiste: “espero que encontréis una buena casa para él”. Ellas han movido los hombros y te han lanzado una mirada triste. Conocen la realidad y saben de la dificultad que tienen para colocar un perro de mi edad, incluso “con papeles”.

Tuviste que forzar los dedos de tus hijos para separarlos de mi cuello, mientras uno de ellos gritaba “¡No, papá! ¡Por favor, no les dejes coger a mi collie!”. Algunas lecciones habrías de aprender tú de tu hijo en ese momento, como la amistad y la lealtad, como el amor y la responsabilidad, como el respeto para toda la vida...

Me hiciste una caricia de adiós en la cabeza, evitaste mis ojos y rehusaste quedarte con mi collar. Después de vuestra partida, las dos gentiles señoras comentaron que tú ya sabías todo esto desde hacía varios meses y no habías hecho nada para encontrarme otra familia. Se miraron y dijeron:

“¿CÓMO ES POSIBLE?”

Aquí en el refugio todos son muy atentos, mientras sus cargados horarios se lo permiten. Nos alimentan, pero perdí el apetito hace varios días. Al principio, cada vez que alguien pasaba cerca de mi jaula, me hacía ilusiones pensando que eras tú, que habías cambiado de idea, que se trataba de un mal sueño. O, al menos, esperaba que fuera alguien que se encaprichara de mí y pudiera salvarme. Cuando me di cuenta que yo no podría rivalizar con otros cachorros que jugueteaban para llamar la atención, me retiré a un rincón de mi jaula y a esperar.

Oí sus pasos cuando ella se acercaba a mí al final del día y pataleé a lo largo del pasillo hasta una habitación separada. Una habitación felizmente tranquila. Me puso encima de la mesa, me acarició las orejas y me dijo que no me preocupara. Mi corazón palpitaba con anticipación a lo que iba a venir, pero tenía también un sentimiento de alivio. El “prisionero del amor” había sobrevivido a través de los días. Como es en mi natural, me inquieté por ella. Su trabajo es una carga que pesa mucho sobre ella y yo lo sé, de la misma manera que sabía de vuestro humor de cada día.

Puso una venda elástica alrededor de mi pata delantera y una lágrima corrió por su mejilla. Le lamí su mano de la misma manera que yo te consolaba hace tantos años. Clavó la aguja hábilmente en mi vena.

Cuando noté la aguja y los líquidos extenderse por mi cuerpo, me calmé, la miré con mis dulces ojos y murmuré “¿Cómo has podido?”

La veterinaria tal vez me comprendió, pues dijo “estoy muy triste”. Me abrazó y me explicó precipitadamente que era su trabajo facilitar el paso a otro lugar mejor dónde nunca más seré ignorado, explotado o abandonado, donde podré yo mismo satisfacer mis necesidades, un lugar lleno de amor y de luz... Y con mis últimas energías, he intentado comunicarme con ella y explicarle con un golpe seco de mi cola que mi “¿Cómo has podido?” no estaba dirigido a ella.

Era en ti, mi dueño querido y bien amado, en quien estaba pensando. Pensaré en ti y te esperaré siempre. Nadie en toda tu vida continuará mostrándote tanta lealtad.

jueves, 5 de noviembre de 2009

A MI MADRE EMBARAZADA

Con el paso del tiempo, las heridas que nos dejó la marcha de LLUM van cicatrizando poco a poco. Ella está ahora feliz en su Estrella, rodeada por un montón de collies “sin edad”, “sin historia”, “sin orígenes”... Ella nos ve y nos manda sus mensajes. Quiere que sigamos con este Blog y así lo haremos. De momento me toca a mí, su madre, continuarlo. Más adelante ya veremos. Pero el nombre no cambiará y siempre será el Blog de “Llum, vivencias de una collie”...
Ahora pasará un tiempo para que Jolie y Cap puedan perseguirme

Yo ahora estoy embarazada.
Hace ya más de 50 días que mi cuerpo abraza y arropa un maravilloso secreto... Ese secreto que, dulcemente, va invadiendo poco a poco mis entrañas. Mis sentidos acumulan nuevas sensaciones, sensaciones extrañas que, cada vez, me visitan con mayor intensidad. Y son precisamente ellas las que me indican y recuerdan, día tras día, que vale la pena vivir. Nuevas vidas se están abriendo camino... Y lo están haciendo a través de mí. Soy muy feliz.

Una de las ilusiones que Llum no pudo realizar es la de ser madre. Yo estoy nuevamente embarazada de Nut, el padre de Llum.
Cada embarazo, es cierto, se vive de manera diferente. Esta vez no me he agobiado y he visto crecer lentamente mi abdomen. Estoy más cariñosa que nunca con mi familia y me gusta que me hagan caricias en la panza. Y, aunque algunos dicen que en el segundo embarazo el útero está más dilatado, mi madre Enate me dice que eso no es así.

¿Se repetirá está imagen?

Llum, sorprendente como siempre, me ha escrito estas palabras:

Mamá KIT,
con tu vientre abultado.
Ahí llevas sueños,
ahí llevas fantasías,
ahí llevas muchas ilusiones
y quizás unas cuantas lágrimas,
para las buenas gentes
que están esperando.
A través de tus ojos,
como luces en la penumbra,
oigo sus latidos,
se mueven ya,
buscan la luz,
la libertad.
Te veo hermosa
con los cachorros en tu vientre.
Ahí llevas una poesía eterna,
ahí llevas el origen de la vida,
y aunque la noche sea fría,
tú generas un calor agradable
como una canción suave,
suave como la luna
que ilumina los embarazos
de un millón de collies bellas como tú.
Y les escribirás poemas
y les leerás cuentos
y les hablarás de amor.
Pronto nacerán, mamá,
tú llorarás de alegría
y yo secaré tus lágrimas.
Y cuando sientas la tibieza
de sus cuerpecitos en tus mamas,
el milagro de la vida habrá concluido
para dar comienzo al
milagro de ser MADRE.

jueves, 1 de octubre de 2009

ADIÓS


Amig@s que seguís el Blog de LLUM,

Soy KIT, su madre.
LLUM ya no está con nosotros. Se nos fue el miércoles, día 16. La leishmania acabó con sus órganos vitales. Solamente su corazón estaba intacto. ¿Qué os voy a contar de su corazón si fue el motor de este Blog? Su marcha nos ha roto el alma y ha dejado un inmenso vacío en casa.

Ante tanta gente preocupada por su salud, debo deciros que LLUM ya se ha ido y está corriendo a sus anchas, libre y feliz. Si miráis al cielo veréis una estrella que brilla más que las otras. Ahí está ella haciendo honor a su nombre: Llum (Luz).

Os dejo con su último post, sus últimos momentos aquí y su paso al más allá, explicados con esa lucidez que se tiene en las puertas de la muerte:


Estoy preparando mi corazón para mi última aventura, la aventura de partir. Dura marcha, pero hermosa marcha hacia la estrella. Mis ojos llenos de luz, mis ojos llenos de lágrimas. Porque cuando se parte, se llora. Porque mi vida ahora es una marcha, una marcha sin retorno, una marcha hacia la estrella.

- LLUM –me dice Rosa. Com et sents?
“Fatal”, respondo. Pero, claro, no me oye.

- T’he obert una llauna de carn –anuncia en tono alegre.

Me esfuerzo en menear el rabo. Ella me ofrece un trocito de carne. Lo tomo en la boca, pero no puedo masticarlo ni saborearlo. Se queda sobre mi lengua, hasta que al fin me cae al suelo. Creo que Jesús y Rosa se dan cuenta, pero no dicen nada.

No quiero que Jesús y Rosa se preocupen por mí. No quiero obligarlos a llevarme a una visita sin retorno al veterinario. Me aman mucho. Lo peor que podría hacerles sería obligarlos a que me hagan daño. El concepto de eutanasia tiene sus méritos, sí, pero sus complicaciones emotivas son demasiadas.

Me acerco a Jesús y le apoyo el hocico en el muslo.

- Aquesta és la meva LLUM –me dice orgulloso

Me toca la cabeza y me acaricia el pliegue de las orejas. Con su toque humano.

Estoy muy débil. De repente me ceden las patas y caigo.

- LLUM!

Está alarmado. Se agacha sobre mí.

Me coge en brazos y me lleva hasta el coche. Nos vamos a la clínica veterinaria.

- Estàs bé?

Se acerca mi hora y estoy más que bien. La vida y la muerte son una misma cosa. Me siento maravillosamente. Mi alma aprendió lo que vino a aprender, y todas las demás cosas no son más que cosas. No podemos tener todo lo que queremos. A veces, no nos queda más remedio que creer.

- Tranquil·la. –Rosa acuna mi cabeza en su regazo. La miro.

Llegamos a la clínica. Pronto emprenderé mi marcha definitiva hacia una nueva vida. Es un adiós a vosotros y la juventud que pasé entre vosotros. Fue solamente ayer cuando nos encontramos en un sueño. Me escogisteis, me escuchasteis y me habéis querido, y yo, con vuestras aspiraciones, construí una torre en el cielo. Pero ahora, nuestro sueño ha huido, nuestro sueño ha desaparecido, se ha terminado y debemos separarnos.
Yo estoy preparada.
Aún así...
Jesús está muy triste. Tenía tantas ilusiones depositadas en mí. Me echará de menos. Pero seguro que nos encontraremos en otro sueño y construiremos otra torre en el cielo.

- Molt bé –me dice. No et retenim més. Si necessites marxar ara, pots fer-ho.

Vuelvo la cabeza y ahí, ante mí, está mi vida. Mi infancia. Mi mundo. Una vida corta, pero intensa y feliz.

Jesús y Rosa se inclinan sobre mí. Siento su cálido aliento en mi cara. Noto la mano de Rosa apoyada en mi cuello. Me transmite seguridad y confianza, como siempre. Ya no puedo verlos, pero sé que se acercan a mi oído y me susurran sus últimas palabras de amor.

Grandes prados verdes aparecen ante mí. Podría correr para siempre en una dirección y correr para siempre al regresar. Mi alma es libre y podrá gozar de la tierra, el viento, los ríos, la lluvia, el sol, el...

- Adéu, Llum –aún llego a oír.

Doy unos pasos por el campo. Es muy agradable, muy placentero el aire fresco, oler los aromas que me rodean. Sentir el sol sobre mi piel. Sentir que estoy aquí.

Reúno fuerza y emprendo la marcha, y me gusta hacerlo. Es como si no tuviera edad, como si estuviese fuera del tiempo. Tomo velocidad. Corro.

No vuelvo la vista, pero sé que Jesús y Rosa están ahí. Ladro dos veces porque quiero que me oigan, quiero que sepan. Siento sus ojos sobre mí, pero no miro atrás.

Corro, internándome en el campo, en la vastedad del universo, en busca de mi estrella.
Más deprisa. Corro más rápido y el viento me acaricia el rostro. El corazón me late locamente y ladro dos veces más para que Jesús y Rosa, y todo el mundo, me oigan: ¡Más deprisa! Ladro dos veces más para que lo sepan, para que recuerden. Lo que quiero ahora es lo que siempre quise. Y desde aquí los miraré con esa misma ternura y cariño que ellos me dieron en vida.

Llum, a los 2 meses.

A los 3 meses era muy presumida.

Llum, a los 8 meses, agachada, hablando conmigo. Fue una adolescente rebelde.

Con 1 año se convirtió en una joven muy bella.

Mayo 2009, con su abuela Enate, con quien se llevaba muy bien.

martes, 15 de septiembre de 2009

ESTOY MUY ENFERMA

Tengo LEISHMANIA.
Desde que me diagnosticaron la “leishmaniosis” tenía pensado hacerlo público con un post para explicaros que todo había ido bien, que todo estaba superado... pero desgraciadamente todo se ha complicado, he sufrido una recaída y presiento que ahora mi vida está en peligro.

Desde el dolor y el sufrimiento que me imponen los tratamientos, trato de proyectar a través de mis palabras el torrente de emociones que esta situación me provoca ahora, consciente de que puedo estar escribiendo mi último post.

Recientemente la vida de nuestra familia se vio azotada por la muerte de DIA. Y ahora les llega otra muy mala noticia para poner a prueba su resistencia: mi recaída, cuando parecía que la leishmaniosis estaba ya controlada.
La noticia sacudió a todos, aunque con más intensidad, al tratarse de mí, tan joven todavía. El diagnóstico era el “menos grave”, el de la “esperanza”. Eso me hizo mantenerme animosa y firme desde el primer momento y seguí siéndolo durante los largos días de “quimioterapia”. Siempre mostré mi cara más decidida y alegre, por encima de las dos inyecciones diarias de “glucantime” que sacudieron mi cuerpo durante 50 días, como pocos podéis imaginar.

Luego, con el “alopurinol” reglamentado, mi vida estaba siendo de lo más normal, superactiva y correosa como siempre. Pero el viernes me hicieron una analítica de sangre y, aunque el hígado y los riñones estaban aparentemente bien, salieron unos parámetros disparados: anemia. Más medicamentos. El domingo por la tarde me sentí fatal, inactiva y sin apetito. Ayer, de nuevo, en manos de los veterinarios. Esta vez han enviado sangre y orina a dos laboratorios distintos. Pero mi sexto sentido de collie me dice que esto no tiene remedio. Si mi lengua me lo hubiera permitido, se lo habría dicho. Les podría haber advertido de lo que me ocurre antes de que lo descubran con sus máquinas y sus ordenadores. Sí, mi nariz, mi bonito hocico negro, me dice que algo no va bien. Pero mi lengua no es ágil. Así que no pude hacer más que mirar, sintiéndome vacía por dentro y a esperar los resultados.

Hoy he hecho un gran esfuerzo por escribir este post y, como podéis comprender, ahora voy a estar un tiempo sin escribir nada. No sé qué pasará con mi Blog. En casa, solamente mi tía Jolie sabe cómo hacer funcionar el ordenador, pero ella es muy perezosa y no quiere protagonismos.

No sé si mi adiós es hasta pronto o para siempre. En mi Blog han salido muchos temas y quiero aprovechar ahora para pedir perdón si he ofendido a alguien con mis ocurrencias. Pero sobre todo quiero dar las gracias a todos los que me habéis ido siguiendo día a día. Gracias en especial a los que me habéis escrito unas cartas tan bonitas. Gracias de todo corazón por vuestras palabras, por vuestro interés, por vuestro apoyo, por vuestra solidaridad y vuestro cariño. GRACIAS amig@s.

En estos momentos siento que mi vida ha sido muy corta y al mismo tiempo muy larga. La gente habla de voluntad de vivir porque la gente le teme a la muerte. La muerte es oscura, desconocida, aterradora. Pero no para mí. No es el fin. Cuando llegue el momento, yo me iré a vivir a alguna estrella. Mirad al cielo con frecuencia y ¡soñad!. Yo siempre os estaré mirando y el universo sonreirá con vuestros sueños y los hará realidad.

martes, 8 de septiembre de 2009

LA MEJOR OBRA DE DIOS


Al sexto día Dios creó al Perro.
Apenas fue creado, el Perro lamió la mano del Buen Dios. Y el Buen Dios le acarició la cabeza.

- ¿Qué quieres, Perro? –preguntó el Señor.


- Señor Buen Dios, quisiera alojarme en tu casa, en el cielo, frente a tu puerta.
- Yo no necesito perro, ya que todavía no he creado a los ladrones.

- ¿Cuándo los crearás, Señor?
- ¡Jamás!. Estoy cansado. Hace ya cinco días que trabajo, es hora de que descanse. Ya he creado mi mejor obra. Eres tú, Perro, mi mejor criatura, mi obra de arte. Es mejor pararme aquí. No está bien que un artista se esfuerce más allá de su inspiración. Si persistiese en crear, sería capaz de fracasar. ¡Vete, Perro! Vete enseguida a poblar la tierra. Vete y sé feliz.

El Perro dio un profundo suspiro:
- ¿Qué haré sobre la tierra, Señor?
- Mira, comerás, beberás, dormirás, crecerás y te multiplicarás.

El Perro suspiró más tristemente aún.
- ¿Qué más quieres? –dijo el Señor.

- A ti, Señor, mi Patrón. ¿No podrías establecerte también tú sobre la tierra?
-
No. Te aseguro que no puedo instalarme sobre la tierra para hacerte compañía. Otros asuntos me tienen ocupado: este cielo, estos ángeles, estas estrellas..., te aseguro que me dan mucho que hacer.

El Perro bajó la cabeza e hizo ademán para irse, pero después se volvió:
- Si solamente, Señor Buen Dios, hubiese allá abajo una especie de patrón de tu clase…
- No –dijo el Buen Dios-. No lo hay.

El Perro se hizo pequeño, pequeño, humilde, humilde, y suplicó todavía más de cerca:
- Si tú quieres, Señor Buen Dios… Podrías intentar, probar…
- Imposible –replicó el Buen Dios-.
He hecho lo que he hecho. Mi obra está cumplida. Jamás podré crear un ser mejor que tú. Si hoy crease otro, lo siento en mi mano derecha, me saldría mal…

- ¡Oh! Señor Buen Dios –suplicó el Perro-, no importa que salga mal, con tal de que yo pueda seguirlo donde quiera que vaya y echarme a sus pies cuando se pare.

Entonces el Buen Dios se maravilló por haber creado una criatura tan buena y la catalogó como COLLIE. Y Dios le dijo al Collie:
-
¡Vete! Y que se haga según tu deseo.

Entonces fue a su Laboratorio y Dios creó al hombre.

Pero el hombre no sabe esto.

Esta bonita historia me la ha contado Shara, a quien ahora os presento. Shara hace muy poco que forma parte de nuestra familia. Su llegada a casa fue una sorpresa para todos. Fue uno de los regalos que recibió Rosa el día 28. Rosa nos quiere mucho a todos los collies, pero no esconde su debilidad por los tricolores. Por eso su alegría fue inmensa cuando le entregaron a Shara.
Shara es una “lady” con sangre de la aristocracia inglesa colliliana. Dice que es “Lynmead”, “Amalie”, “Camanna”... Yo no entiendo mucho de familias y le digo que se olvide de su “sangre azul”, que aquí todos la tenemos roja.
A Shara le está costando adaptarse a nuestra vida campestre, pero entre mi primo Ness (que ya le tira los tejos) y yo, la estamos espabilando...

viernes, 28 de agosto de 2009

LA JUBILACIÓN: ¿DEPRESIÓN O ALEGRÍA?

Llum, Rosa y Enate



“LA JUBILACIÓN es el nombre que recibe el acto administrativo por el que un trabajador en activo, ya sea por cuenta propia o ajena, pasa a una situación pasiva o de inactividad laboral, después de alcanzar una determinada edad máxima legal para trabajar”.


¡Qué fríos sois los humanos con vuestras definiciones! ¿No es más bonito partir de la etimología latina? El diccionario nos traduce la palabra "iubilatio" como “canto alegre, júbilo, gozo”, y el verbo "iubilare" significa "dar saltos de alegría". Anda que no hay diferencia. Y más si pienso en Rosa.

Se dice que hacer frente a la jubilación no siempre es tarea fácil. Llegar a los 65 años puede suponer un difícil momento que en muchas ocasiones produce depresión y estrés. El jubilado, dicen los expertos, experimenta al principio momentos de euforia, pero después puede caer en estados depresivos que se acentúan en función de las circunstancias personales. Aún así, el panorama para un jubilado no tiene por qué ser frustrante. Entre los elementos positivos está la disponibilidad de un tiempo precioso para realizar actividades que antes eran impensables...

Hoy Rosa ha madrugado como todos los días para ir a trabajar. Pero hoy Rosa cumple 65 años y su vida va a cambiar. Al salir de casa, ha ido sorteando (como siempre) nuestros cuerpos inmóviles hasta llegar al coche. Las noches son más largas y ¡qué bien dormimos ahora los collies al amanecer!. Pero yo no. Yo no dormía. He disimulado y cuando he oído alejarse el coche, me he apresurado para “conectarme” y escribir este post. Ella no lo sabe y espero que no se enfade. Ella siempre ha sido muy discreta, pero hoy es un día muy importante en su vida y la familia de collies queremos estar con ella. Cuando a la tarde regrese a casa, su vida habrá cambiado... y la nuestra también.

Marzo 2004, con Enate y Golden en Cantabria





Enero 2005, en Oporto con Weiss y Cap





Marzo 2006, en Santillana de Mar, con Enate, Jolie y Venus



Enero 2008, con Babaty y Urko, cachorros de Weiss


Sí, querida Rosa, hoy es el día “oficial” de tu JUBILACIÓN...

Ahora descubrirás que puedes permitirte el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarte, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y, a pesar de ello, quererte mucho y aún amar, sentir, vibrar, compartir.

Ahora, cuando te mires al espejo, ya no buscarás a la que fuiste en el pasado… sonreirás a la que eres HOY… Te alegrarás del camino andado y asumirás tus errores. Saludarás a la joven que fuiste, con cariño, pero la dejarás a un lado porque ahora te estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía ya no te interesa. Te interesa ser tú, aquí y ahora, jubilada, con tu edad, con tu experiencia y con tu exquisita madurez.
¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños! ¡Qué bien poder disfrutar de la lectura, del silencio y de los pensamientos! ¡Qué bonitos son los recuerdos y sonreír tras ellos!


Diciembre 2008 con Brus y Ness

Ahora, nada de tristeza, nada de estrés... Tu siempre has tenido el corazón abierto a la alegría. Así ha sido en el trabajo y así ha de ser ahora. Has guardado tu alegría, como se guarda el amor, para ir dándola a lo largo del camino que ahora empiezas.


Hoy, a los 65 años, empieza el resto de tu vida. Trata de vivirla en plenitud, gozando cada minuto, cada momento, cada un te quiero, cada rayo de sol que te acaricia.

Ahora podrás soñar lo que tú quieras soñar, ir a donde tú quieras ir, ser lo que tú quieras ser... Porque sólo tienes una vida y una oportunidad, para hacer todas las cosas que quieres hacer.

Sin embargo, ten siempre muy presente esto: para el mundo eres solamente una persona, pero para una persona tú eres el mundo.

Ahora, nosotr@s los collies, disfrutaremos mucho más de tu compañía, de tu cariño, de tus mimos, de tus susurros, de tus concesiones... Compartiremos tantas y tantas cosas... y cuando alguno o alguna de nosotros nos vayamos a vivir a alguna estrella, gritaremos por todo el firmamento que eres una jubilada completa, imprescindible e inolvidable.

De momento, ahora, que tus momentos serán de paz y todos los días serán grandiosos, nunca nos dejes de AMAR.

martes, 18 de agosto de 2009

LA LEISHMANIOSIS O EL CÁNCER DE LOS PERROS


Va pasando el tiempo y sigo encontrando a faltar a DIA. Durante unos días me distraje con CORNELIO, pero desde que él se fue a Leioa yo paso momentos muy tristes. Por cierto, tengo noticias de CORNELIO y sé que hizo caso a mis consejos y se porta muy bien.

Últimamente busco mucho el contacto con mi familia y entro a la casa con ellos. Me gusta escuchar. Como no puedo hablar, escucho muy bien. Nunca interrumpo, nunca desvío el curso de la conversación. Las personas alteran constantemente el curso de las conversaciones de los demás. ¡Hay que aprender a escuchar! Intenta pensar que eres un perro como yo y escucha a la gente, en lugar de querer reemplazar sus anécdotas con las tuyas.

La semana pasada, el día 15, hubo celebración familiar (humana) en casa. Dos María celebraban su santo. Una joven de 34 años y la otra una “joven” de 103 años. A ambas les gustan mucho los collies. Vino gente que yo no conocía. Uno era veterinario o biólogo, no me enteré muy bien, pero sabía muchísimo de un tema que me interesa: la "leishmania" en los perros. Desde que mi madre me contó que mi bisabuela GOLDEN murió de leishmaniosis, siempre he querido saber sobre esta enfermedad. El tema despertó interés entre los presentes y acribillaron a preguntas al “experto”. Yo me limité a pasar desapercibida y a escuchar. Y escuché y oí.
María, diciembre 2006, a los 100 años, con 2 cachorros tricolor

La leishmaniosis canina, más conocida como la enfermedad del "mosquito", es una enfermedad producida por un parásito (leishmania) que se transmite de perro a perro mediante la picadura de la hembra de un mosquito llamado flebotomo. El desarrollo de la enfermedad varía en función de los órganos que se vean afectados. Los primeros síntomas pueden aparecer meses después de recibir la picadura del mosquito. La sintomatología más frecuente es pérdida parcial del pelaje, caspa, pérdida de peso y heridas en la piel.

- ¿Quién es el culpable de la Leishmaniosis en los perros?

- La enfermedad la origina un parásito unicelular llamado “Leishmania Infantum”, que vive en las células de la sangre.

- ¿Cómo puede coger la enfermedad mi perro?

- La Leishmaniosis se propaga entre los perros a través de la picadura de un tipo determinado de mosquito que pertenece al género “Phlebotomus”. En realidad se trata de una mosca pequeña con las alas tipo ángel. Es un mosquito que habita frecuentemente en los países de la cuenca mediterránea y en América Latina y sólo las hembras tienen la capacidad de picar y chupar sangre de los animales.
Si una hembra de mosquito pica a un perro que es portador de “Leishmanias”, puede ingerir el parásito y en su aparato digestivo se producen una serie de multiplicaciones y transformaciones durante un período de 4 a 20 días. El parásito coge una forma diferente con capacidad de infestar a otro perro, si es picado por el mismo mosquito. Por tanto, siempre es el mosquito el que actúa como transmisor de la enfermedad.

- ¿Es posible el contagio por contacto directo?

- No. Tal como he explicado, para haber contagio entre perros es siempre necesaria la actuación de las hembras del mosquito donde el parásito se transforma hasta convertirse en infestante. Por lo tanto, es imprescindible la presencia del mosquito como huésped intermediario para que se produzca el contagio. Otras formas de contagio, estadísticamente, no se conocen y es difícil que se presenten.

- ¿Qué perros tienen más riesgo de adquirir la enfermedad?

- Como en la mayoría de enfermedades, en este caso también existen grupos de riesgo. Como la picadura del mosquito suele ser habitualmente al amanecer y al atardecer, el grupo de riesgo más importante lo constituyen aquellos perros que viven siempre en el jardín y los perros que duermen fuera.

- ¿Pueden sufrir esta enfermedad otros animales? ¿Y las personas?

- Sí. Las personas y muchas especies de animales domésticos y salvajes pueden adquirir Leishmaniosis. Pero la especie canina tiene una particular susceptibilidad a las “leishmanias” porque su sistema inmunitario no es capaz de actuar con eficacia contra el parásito. En España la Leishmaniosis humana tiene una baja incidencia y normalmente afecta a algunas personas que tienen su función inmunitaria disminuida.

- ¿Aumenta el riesgo de contagio en las personas por el hecho de convivir con un perro enfermo de Leishmaniosis?

- No. No se puede producir contagio por el contacto físico con un perro enfermo, ni siquiera por contacto con la sangre. No hay ningún riesgo de adquirir la enfermedad por convivir con un perro enfermo de Leishmaniosis.
El riesgo de contagio no radica en el perro, sino en el hecho de vivir en una zona infestada. Este hecho se basa en que el parásito tarda de 4 a 20 días en transformarse en una forma infestante dentro del mosquito. Este margen de tiempo hace que la proximidad a un perro portador no sea un factor decisivo en el contagio. En condiciones normales, este tipo de mosquitos pueden volar entre 1-5 Km de distancia, mucho más si les ayuda el viento.

- ¿Qué síntomas presentan los perros?

- El parásito se puede encontrar en cualquier tejido del organismo y los síntomas estarán en función de los órganos afectados. Hemos de sospechar Leishmaniosis cuando el perro presenta uno o más de los siguientes síntomas clínicos:
1. Adelgazamiento, dejar de comer o estar abatido.
2. Presentar zonas sin pelo (casi siempre en la cara y extremidades), mucha caspa, úlceras en diferentes partes del cuerpo.
3. Hemorragias nasales.
4. Fiebre que no baja con los tratamientos habituales.
5. Ganglios linfáticos más voluminosos.
6. Diarreas crónicas.
7. Lesiones en los ojos y párpados.

- Mi perro está aparentemente sano, ¿puede tener “leishmanias”?

- Sí. Desde la picadura del mosquito hasta que aparecen los primeros síntomas clínicos pueden pasar varios meses o años. Es decir, un perro puede estar clínicamente sano, pero puede tener la enfermedad en fase de incubación. Los perros que no tienen síntomas clínicos evidentes, pero que con técnicas de diagnóstico se les detecta la enfermedad, son los que mejor perspectivas de curación tienen. Es recomendable pues, en las zonas donde se halla esta enfermedad de forma endémica, hacer controles analíticos una o dos veces al año.

El "maldito" mosquito Phlebotomus


- ¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

- Hay diferentes técnicas con análisis de los anticuerpos de la sangre, inmunofluorescencia, etc... Pero sea cual sea el sistema utilizado es muy importante hacer una exploración general del perro y un análisis de sangre para tener el perfil bioquímico y saber cómo se encuentra el funcionamiento del hígado y del riñón.

- ¿Cuál es el tratamiento de la Leishmaniosis? ¿Se puede curar?

- El tratamiento más habitual es una sal derivada del antimonio (glucantime) que se puede inyectar bajo la piel. En algunos casos puede que se haya de aplicar antibióticos si existen infecciones de tipo secundario. También son recomendables otras moléculas del tipo alopurinol que ayudan a evitar la reproducción del parásito. Hay que tener presente que se ha de evaluar de forma individualizada cada caso clínico para elegir el tratamiento y las dosis más adecuadas para cada perro. No se puede establecer un mismo tratamiento de manera generalizada.
La mayoría de los perros mejoran mucho, pero en general, es difícil que queden totalmente libres de “Leishmanias” y curados. La clave está en detectar a tiempo la enfermedad. Si en el momento del diagnóstico la Leishmaniosis ha afectado al riñón o al hígado, el pronóstico será muy malo. En cambio, los perros que tengan pocos síntomas clínicos en el momento de detectar este parásito serán los que tendrán más posibilidades de sobrevivir y hasta llevar una vida normal.

- ¿Hemos de tratar a los perros enfermos o hemos de decidir su eutanasia?

- La respuesta a esta pregunta estará en relación al pronóstico de la enfermedad del perro y a la disposición que tenga el propietario para hacerse cargo de un animal que necesitará un tratamiento largo y controles analíticos durante mucho tiempo. Si el perro no está en fase terminal es aconsejable tratarlo. Lo que no es admisible es tener animales positivos a la enfermedad sin ninguna clase de tratamiento, ya que representan un claro foco de contagio. Los perros que están en tratamiento no pueden transmitir las “leishmanias”.

- Tengo una hembra que tiene Leishmaniosis, ¿la puedo dejar criar?

- Hay que decir que la Leishmaniosis no puede transmitirse por la vía uterina, ni por la leche durante la lactancia. Es decir, los cachorros de una hembra enferma no nacerán con “Leishmanias”. Si son contagiados será únicamente por la picadura del mosquito.
No obstante, hay que estar muy seguro (consultar al veterinario) del estado de la hembra diagnosticada de Leishmaniosis, ya que el sobreesfuerzo que representa la gestación y la lactancia normalmente producen una bajada de defensas que puede hacer rebrotar la enfermedad.

- ¿Qué podemos hacer para prevenir la Leishmaniosis?

- Desgraciadamente en la actualidad no existe ninguna vacuna que sea efectiva contra la Leishmaniosis. Los esfuerzos de prevención han de ir dirigidos a evitar la picadura del mosquito. Hay productos como collares antiparasitarios, pipetas, sprays... que ayudan a prevenirla. Consultad siempre a vuestro veterinario.
Evitar en lo posible que los perros duerman en el exterior, en especial en las épocas de actividad de los “Phlebotomus”, que en España suele ser desde el mes de mayo al mes de octubre. También es de gran importancia realizar análisis, al menos una vez al año, para poder diagnosticar la enfermedad en la primera fase de su desarrollo.

Zonas de España con riesgo de Leishmania


Hasta hace poco se estimaba que en España el 7% de la población canina está infectada, y que existen regiones donde se alcanza más de un 20% (Málaga, Catalunya, Aragón...)
Pero los datos recientemente presentados (el 6 de febrero de 2009) por el miembro del CVBD World Forum, el Profesor Patrick Bourdeau, de la École Nationale Veterinarie de Nantes (Francia), ponen de manifiesto que la leihsmaniosis canina es del 71% en algunos países endémicos del sur de Europa, en particular España, Portugal, Francia y Grecia. Esta cifra, mucho mas elevada de lo que se pensaba, es la conclusión del incremento del número de casos de Leishmaniosis observada en las clínicas veterinarias en estos países.

¿Qué está pasando con la vacuna? ¿Qué ha sido de la noticia que apareció en Octubre de 2004 que decía: “Un grupo de expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una vacuna contra la Leishmaniosis visceral que previene contra la infección en los perros en el 60% de los casos, según datos provisionales obtenidos en fase de ensayo”?. ¿Cinco años ensayando? ¿Es cuestión de presupuesto para seguir investigando? ¿Es una lucha entre laboratorios para su comercialización?.

Por favor, a quien corresponda, cada vez hay más perros necesitados y son muchos los que morirán si no aparece pronto la vacuna.

lunes, 3 de agosto de 2009

LA LLEGADA DE UN CACHORRO A CASA

Cornelio, a punto de marchar hacia su nueva casa

Todavía estoy muy triste por la pérdida de DIA. No sé si algún día llegaré a superarlo. De momento, estos días paso muchas horas con mi hermano Cornelio. Él es muy divertido y me ayuda a no pensar en DIA. Ya ha cumplido los dos meses y está aprendiendo muy deprisa. Habla ya bastante bien. Es muy listo. Es hijo de Nut (como yo) y de Enate. Esta semana va a conocer a su nueva familia y su nuevo hogar. Está un poco inquieto y nervioso y no para de hacerme preguntas.
- ¿Gutaré yo?
- Claro que les gustarás. Ya te conocen por fotos.
- ¿Hay niñoz equeños?
- Sí, tienen una niña que se llama Maia y te está esperando con muchísima ilusión para jugar.
- ¡Eh! que yo no zoy un juguete.
- No te preocupes que sus padres han enseñado a Maia a tratar a los animales con cuidado y respeto y ya le han hecho ver que un cachorro no es un juguete, sino un ser vivo que necesita cuidados, descansar y dormir. Y serás uno más de la familia.

- ¿Ónde domiré?
- Tranquilo. Todo está previsto: el lugar donde vas a dormir, dónde vas a comer y beber, tus juguetes..., hasta el lugar para hacer tus necesidades antes no salgas a la calle.
- ¿Domiré zolo? ¿Y si engo miedo?
- Oye, Cornelio, la mayoría de los cachorros lloran y ladran las primeras noches, pero tú no. Ya hace días que te han acostumbrado a dormir solo. Por lo tanto ni se te ocurra molestar a tu familia la primera noche. Además, yo los avisaré para que no te hagan caso.
- ¿Si ze m’ezcapa un pipí ze enfadarán?
- No. No se enfadarán. Van a tener mucha paciencia contigo y más bien te ayudarán. Saben que se te puede escapar un pipí, pero te has de aguantar con las cacas y adaptarte a los horarios que te irán marcando para salir afuera.
- El oto día onocí a Maite. Me cocó y dijo que eztaba bien. Ambién me picó pa curarme. Zi me pongo malo, ¿habrá Maitez a onde voy a vivir?
- Claro que hay veterinario. Será una chica como Maite y pronto la conocerás.
- ¿Ponto? Zi no s’toy enfemo.
- Es igual. Dentro de unas semanas te han de revacunar.
- ¿Ota vez? ¿Y tambén me picarán en el cuello?
- No, el pinchazo en el cuello es una vez a la vida. Maite te infiltró bajo la piel un microchip de identificación. Pero las vacunas que te puso, hay que reforzarlas para que puedas ir por todas partes. Además la veterinaria quiere conocerte, ver tu cartilla sanitaria y marcarte un calendario de vacunaciones.
- Llum, me potaré bien, pero ¿y zi hago algo que no lez guzta? ¿Me caztigarán?
- No, Cornelio, tu nueva familia no va a utilizar ningún castigo para educarte. Más bien será al revés, y recompensarán tus actitudes positivas.
- ¿Y tú cómo lo zabez?
- Porque han tenido collies toda la vida y saben que somos muy sensibles y “a la fuerza” no se consigue nada.
- Pero d’ezto hace mucho y yo zoy un collie moderno.
- No, no, no. Te equivocas. Hace muy poco que murieron sus dos últimos collies. Por eso te están esperando con tanta ilusión.
- ¡Jo!, Llum, me van a compadar con elloz... ¿y zi no eztoy a zu altura?
- No te van a comparar. Tú no vas a sustituir a nadie. Tú eres tú, Cornelio. Flavio y Giácomo significaron mucho para ellos. Pero su corazón es muy grande y ahora han hecho un sitio para ti. Flavio y Giácomo, desde “allá arriba” así lo desean y quieren verte feliz.
- ¿Y qué he de hacer?
- Seguir los impulsos de tu corazón y cumplir con la misión del buen collie: hacer feliz a tu familia humana y proteger y cuidar a Maia.
- Gracias, Llum. Ya tengo ganaz de que llegué el gran día. Eztoy muy contento de tener una hermana mayor como tú. Ya t’ezcribiré y te mandaré fotoz. Oz hecharé de menoz a todos... Bueno zolo unoz diaz... poque zoy guapo y bueno y me querran enseguida...
- Guapo sí eres y bueno... me has de prometer que serás bueno.
- Zi, Zi, prometo... Llum, ¿qué ez prometo?
- ¡Ay, Dios mío!... En fin, pórtate muy bien...

Con nuestro primo Ness, su mejor amigo

Todos los cachorros se preocupan, como Cornelio, ante un cambio más o menos brusco de vida: dejar su entorno y pasar a un hábitat completamente distinto... Y tendrá que ser su nueva familia la encargada de sustituir a sus anteriores compañeros de juego y a su madre, debiendo ofrecerle protección y confianza. Hay que proporcionarle caricias, juegos y elogios.

Al llegar a su nueva casa, el cachorro se sentirá desubicado y hasta contrariado. Tan pronto como llegue, hay que mostrarle el sitio donde dormirá y dejarlo que olfatee. Luego que investigue todo el lugar y se vaya acostumbrando a los ruidos y rutinas de la casa. Hay que tener especial paciencia en lo referente a que aprenda dónde ha de hacer sus necesidades. Y aquí juega un importante papel la paciencia de los integrantes de la familia, que tratarán de anticiparse a la necesidad del cachorro. Normalmente siempre hace sus necesidades después de comer.

Tal vez llore por la noche, sencillamente porque echa de menos a su madre y a sus hermanos. Por ello necesita muchos cuidados y cariño. Si el cachorro vive este período tranquilo y protegido, tendrá un desarrollo emocional correcto, sin traumas.

La llegada de un cachorro a casa es motivo de alegría, pero también de obligaciones. La educación del cachorro empieza desde el primer día y todos los miembros de la familia deben llegar a un consenso sobre la forma de llevarla a cabo.

Cornelio jugando con su madre Enate

Ningún cachorro nace educado, hay que educarlo. Aunque el carácter del perro viene en parte determinado por la genética, las experiencias con su madre y sus hermanos de camada y la primera fase de su socialización por parte del criador durante los dos primeros meses de vida, la mayor parte de sus pautas de conducta dependerán del aprendizaje que haga con su nueva familia.

Sean cuales sean las normas de educación establecidas, es importante que todos los miembros de la familia las sigan de la misma forma. Si se decide que el cachorro no suba al sofá o no obtenga comida de la mesa, todas las personas de la familia deben velar para que esas normas se cumplan.
En muchos casos, alguno de los miembros de la familia se salta las normas y permite que el perro haga cosas "a escondidas". Esta actitud (frecuente en los niños y en las personas ancianas) es sumamente perjudicial para su educación.
Los collies no somos máquinas cuyas acciones puedan programarse. El proceso de aprendizaje es progresivo y no está libre de errores. Si la conducta del cachorro no cumple de inmediato las expectativas, hay que darle tiempo. La paciencia es la clave para conseguir collies educados y con un temperamento equilibrado.

De izquierda a derecha: Yo (arriba), su tía Jolie, CORNELIO, su prima Amy, su primo Ness y su madre Enate

miércoles, 29 de julio de 2009

HA MUERTO MI MEJOR AMIGA

Cuando un collie se va, se va algo más que un amigo...

Hoy en casa hay tristeza y lágrimas. Nuestra familia hemos sufrido un durísimo golpe. Ha muerto mi mejor amiga. DIA nos ha dejado con apenas 14 meses, toda una vida por delante. Una larga enfermedad ha acabado con su alegría de vivir y con muchas ilusiones. Dicen que es la vida, pero esto no es justo. Dicen que estamos de paso, pero me parece que es muy pronto para un ser tan angelical y bueno como DIA.

Aquí estamos las dos galopando, llenas de vitalidad

Hoy sus ojos se han cerrado para siempre. Y no es así como DIA hubiera querido irse: llena de medicamentos, acribillada de inyecciones, con tubos en las venas. Mi familia lo ha hecho por amor, claro. Ellos no saben lo último que me dijo DIA antes de ingresar en la Clínica hace una semana:

- No quiero que me mantengan con vida artificialmente. Aunque soy muy joven, sé lo que viene después. Cuando un collie termina de vivir su vida, si ha sido bueno, pasa a reencarnarse como humano. Siempre me sentí casi humana. Siempre supe que en mi hay algo que me hace diferente de los demás perros. Sí, estoy metida en un cuerpo canino, pero no es más que un bonito envoltorio. Lo importante es lo que está dentro. El alma. Y mi alma es muy humana.
Mi hora está cerca y yo he sido muy buena. Pocos meses, pero muy intensos. Ahora estoy preparada para convertirme en "mujer".

DIA creía en la reencarnación. Siempre me decía que el Puente del Arco Iris está muy bien, pero que ella se había esforzado mucho para ganarse la reencarnación y volver a la tierra como "mujer" inmortal.

Yo os puedo asegurar que DIA era noble y bella, por dentro y por fuera, cariñosa y familiar, amiga de todos. Nunca estaba triste, era un himno a la alegría. Dinámica, juguetona, extrovertida. Su vida fue un amor muy grande, que estrechaba a todos en su abrazo. Se merece la reencarnación.

Y un día, en cualquier lugar, sé que me encontraré con una bella "mujer" y sólo yo sabré que es ella.
Mientras, es para mí un orgullo haberla tenido a mi lado y hoy lloro su ausencia. Aprenderé a vivir sin ella, pero la huella que dejó en mí nunca se borrará, nadie ocupará su espacio.
¡Cuánto te quiero, amiga!
¡Cuánto te echo de menos!
Vuelve pronto, DIA, que el mundo necesita "mujeres" como tú.

El mes de diciembre descubrimos juntas la nieve

Nuestras últimas fotos el mes de abril, poco antes de ponerse enferma

jueves, 23 de julio de 2009

MIEDO A LOS COHETES

Se acerca la época del año, agosto-septiembre, en la que se celebran la mayor parte de las fiestas mayores en las barriadas y los pueblos de España. Y para nosotros, los perros, se renueva un grave problema: el miedo o la fobia a los cohetes y petardos.

En el post anterior pudimos constatar la angustia de toda una familia por la reacción que tuvo Yanko tras el lanzamiento de un cohete.

Han pasado ya once días desde la “aventura” de Yanko en el mar y en los pueblos de la Ría de Vigo todavía se preguntan cómo pudo un collie atreverse a pasar de una orilla a otra.

Un día "normal" de Yanko en la Ría de Vigo

Hoy, Yanko, totalmente recuperado, nos cuenta su historia.

“El pasado domingo, 12 de junio, lo recordaré como uno de los peores de mi vida. Estaba paseando con mi familia por la playa, como todos los fines de semana, cuando, de repente, el ruido de un cohete de una fiesta vecina sacudió con fuerza mi cerebro y salí desbocado, sin control.
Me ocurrió algo. No sé qué. Me sentí atacado, acorralado. Y entonces sentí un impulso incontenible de correr, de escapar. De modo que corrí.
Corrí 6, 7, 8 km. El lugar era muy conocido para mí. Demasiado fácil. Necesitaba regresar al salvajismo. La cabeza me estallaba. ¡Necesitaba hacer algo! Necesitaba sentirme a mi mismo, entenderme a mí y entender este mundo horrible en el que estamos atrapados. Necesitaba hacer cuanto podía por aplastar aquello que me atacaba y agredía a mi manera de vivir. Así que me detuve. Estaba en la playa de Samil. Miré a lo lejos, al otro lado de la Ría, y me dije: allá hay tierra, naturaleza salvaje... y me lancé al agua.


Nadé y nadé como nunca lo había hecho. Después de más de dos horas en el agua, mi cabeza se tranquilizó. Sentí cansancio, frío. Volvía a ser yo. ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo en el mar? Estaba agarrotado, mis ojos irritados, el hocico lleno de sal. Y tenía sed, mucha sed. Alcé la cabeza. Volví la vista atrás y vi la inconfundible playa de arena blanca y fina de Samil, la mayor playa de la Ría de Vigo. Estaba muy lejos para regresar. Delante, bastante más cerca, tenía Cangas, un pequeño paraíso, en el que el mar y la montaña se funden para el deleite de los sentidos. Pero todos mis sentidos se estaban agotando. No podía más. Los collies podemos aguantar mucho corriendo, pero no estamos hechos para nadar. Esto es el fin. ¡No! ¡No!. No puedo salir así de la vida de Trini. Es mi chica. Luchó mucho para conseguirme y no está preparada para estar sin mi. No puede ser mi hora. Toda mi familia me quieren mucho. No puedo fallarles.

La playa de Samil, por donde Yanko entró en el mar

La vista de Cangas que Yanko vio desde el mar

De pronto oí el motor de una lancha que venía hacia mi. Gasté mis últimas fuerzas para elevarme y que me vieran. Pero no. Tragué mucha agua y casi me atropellan. Esto se acaba...

De repente, oí el grito de una niña, que iba en la proa:

- ¡Papá!, ¡Papá!, da la vuelta. Allá he visto algo que se mueve.

Se acercaron despacio.

- Es un perro y parece que aún está vivo. Vamos a subirlo.
- ¡Papá! ¡Es Lassie!
- Con cuidado. Trae toallas para secarlo y limpiarlo.
- Está muy mal.
- Hemos de regresar de inmediato. Voy a llamar a la Policía de Cangas.


Tosí y vomité agua. La niña me secó un poco y me limpió. Tenía las fosas nasales llenas de sal. Y los ojos me picaban. Tenía frío. Mis patas estaban agarrotadas y no podía moverme. Me quedé estirado en el regazo de la niña. Sus caricias fueron para mí un masaje revitalizante.

- Papá, nos lo podemos quedar.
- No, hija. Debe llevar un microchip y podrán localizar a sus dueños.

Llegamos al puerto de Cangas y ya estaba esperando la Policía. Era domingo y no habían encontrado ningún veterinario. Habían avisado a la Protectora del Morrazo y llegó Lela, su presidenta. Me cogieron en brazos y me pusieron en el coche de Lela. La niña me abrazó y yo le lamí la cara, agradecido. Su padre, su madre y su hermano me rascaron la cabeza, como despedida. Yo apenas pude mover la cola, pero nunca los olvidaré.

Lela no me llevó al Refugio, sino a su casa. Enseguida me di cuenta que era una persona especial, muy sensible y cariñosa.
- Después de lo que has pasado –me dijo, no puedo dejarte allá arriba, en el Refugio, para aumentar más tu pena. Estás aún muy asustado y en mi casa estarás mejor.

Cuando llegamos a su casa, me cogió con suavidad y me dejó en el suelo, en el garaje. Me dieron comida, pero no comí. Me dieron agua y bebí. Bebí mucho. Allí estuve estirado un rato, respirando aún con dificultad. Lela dejó entrar a uno de sus perros para que me hiciera compañía.

Me dolían todos los huesos. Esa noche apenas dormí. La pasé inmóvil, estirado en el suelo, con los ojos abiertos y la mirada perdida. Por mi mente fueron desfilando los grandes momentos de mi vida junto a Trini y su familia. ¿Los volvería a ver? ¿Podría volver a jugar con Rudy, Kenia y Dora?...

Trini pasó la noche como yo, sin poder dormir y muy preocupada sin saber nada de mi. Dio la alarma por todos los pueblos de la ribera de la Ría.

Por la mañana, Lela avisó a un veterinario para que trajera el lector de chips. Yo ya empecé a mover mis patas y alegrarme un poco. Sabía que el pitido del lector al identificar mi microchip, me iba a poner en contacto con Trini y acabaría con su angustia y con la mía.

Efectivamente, localizaron a Trini y vino a recogerme. Me miró con cara de incredulidad y se puso a llorar. Me abrazó. Yo también me puse a llorar y me frotaba contra ella como un niño. La alegría de verla me hizo olvidar el dolor, el cansancio, el sueño, el hambre...

Al llegar a casa comí y dormí y procuré comportarme como siempre. Pero en mi interior siento una gran pena y no sé hasta qué punto soy culpable de lo sucedido. ¿Volveré a perder el control, a sentir pánico, terror, cuando mis oídos se estremezcan ante un cohete, un petardo, un trueno o un tiro?”

El miedo es una respuesta natural que presenta cualquier animal, incluidos los humanos, ante un estímulo nocivo o peligroso. Si ese estímulo es un cohete, un petardo, un trueno o un tiro, nos afecta muchísimo por esa fina sensibilidad que dicen los expertos que tenemos los collies en los oídos.

A mí no me gustan esos impactantes métodos de diversión humana. Algunos collies viven en un estado de miedo continuo en estas épocas festivas y se producen una serie de reacciones que pueden ir desde hacer sus necesidades en el interior de la casa por miedo a salir a la calle, hasta soltarse de la correa durante un paseo si suena cerca algún petardo, con el consiguiente riesgo de desaparición, el peligro de atropello o de provocar un accidente de circulación grave.
Si, además de esta tendencia natural que tenemos los collies a temer a los ruidos fuertes, se dan otra serie de circunstancias como una falta de hábito a este tipo de ruidos, una predisposición individual especial, o una exposición a los cohetes demasiado frecuente y a una intensidad muy elevada, que nos genere una experiencia muy negativa, tenemos los ingredientes necesarios para que se produzca la fobia.

Las posibles soluciones a estos problemas de miedo son complicadas. Habría que empezar desde la edad de cachorro con una socialización adecuada hacia los petardos y ruidos similares y evitar experiencias traumáticas severas. Los collies que de cachorros han tenido una sola experiencia muy negativa con los petardos o cohetes, pueden adquirir una fobia que perdure el resto de su vida y sea muy difícil de corregir posteriormente.

Actualmente existen diferentes posibilidades de tratamiento que suelen combinar la utilización de medicación con la realización de ejercicios de modificación de conducta.

Muchas personas no quieren los tranquilizantes para sus perros por sus efectos colaterales. En el caso de utilizar sedantes, se aconseja consultar con un veterinario la medicación y la dosificación correspondiente.
Yo sólo los usaría si no queda más remedio, pero prefiero las Flores de Bach o productos homeopáticos, que funcionan muy bien en estos casos. Aunque la solución mágica no existe.

En cuanto a las terapias de modificación de conducta como “desensibililización” y “contracondicionamiento”, deben ser enseñadas por un especialista en conductismo animal y hay que tener una gran paciencia porque es un proceso largo, que puede durar semanas o meses.

Últimamente se está utilizando la técnica de la “Feromonoterpia”. En este caso se puede usar la feromona apaciguadora canina, una feromona sintética en forma de difusor, que se pone en el lugar donde descansa habitualmente el perro y puede aportar un efecto tranquilizador.

Pero la solución a los miedos y fobias sigue siendo muy compleja. No todos los perros son iguales, ni todos tienen el mismo problema. Cada uno ha de conocer muy bien a su collie y detectar si el miedo a los cohetes es genético o adquirido. Y cada uno se ha de conocer también a sí mismo y saber controlarse. ¿Y si resulta que el miedo que tiene tu collie se lo provocas tú, inconscientemente, con tu inseguridad, tus dudas, tu pesimismo, tu indisciplina o tu ignorancia?