lunes, 22 de junio de 2015

PERROS Y PETARDOS


El año pasado, en una de mis excursiones  (concretamente al Puigsacalm), uno de los integrantes del grupo, contaba maravillas de su hija y sus actividades con los perros. Se trata de Roser Feliu, Veterinaria, Especialista en Adiestramiento Canino, Instructora de Unidades Caninas de Trabajo,  Formadora de Guías caninos para empresas de seguridad privada,  Directora de Seguridad con la certificación del Cuerpo Nacional de Policía (CNP)…,  y creadora de LLADRUC (http://www.lladruc.com), un innovador servicio de educación canina a domicilio en la provincia de Girona, que se adapta el máximo a las necesidades de sus clientes (de dos y de cuatro patas), basado en la confianza, la empatía y la profesionalidad. Es un equipo de profesionales (educadores caninos, veterinarios y maestros), que trabajan con ilusión, día tras día, para mejorar la relación entre perros y propietarios.

Hoy no soy yo, desde mi visión canina, sino una especialista como Roser, quien escribe este post. Aunque está basado en la noche de San Juan, muy arraigada en Catalunya, sus consejos son también válidos para otras celebraciones y para otras latitudes, como mis amig@s de Perú, Chile, Ecuador, Argentina, etc.

Connor y Fura (detectores de drogas) y Burka (detectora de explosivos) estaban así de tranquilos durante la última pirotecnia futbolera, pero si tu perro lo pasa mal sigue leyendo… 

Qué NO hemos de hacer
Llega el 23 de Junio y en toda Catalunya se celebran las verbenas de San Juan, donde es habitual la pirotecnia y las macro-fiestas de madrugada que provocan un ruido ensordecedor al cual muchos perros reaccionan mal. Muchos propietarios, per simple desconocimiento, (¡y quizás con toda la buena intención del mundo!) cometen unos errores que, en muchos casos, no hacen más que empeorar el problema. Veamos cuales son…

¿CUALES SON LOS DIEZ ERRORES MÁS HABITUALES QUE PUEDES COMETER CON TU PERRO LA NOCHE DE SANT JOAN? 

1. Medicar a tu perro sin la supervisión del veterinario, sobre todo si lo haces con tranquilizantes, sedantes o relajantes musculares que sean de tu botiquín. Puedes provocarle náuseas, vómitos, bradicardias e incluso poner en peligro su vida. Recuerda también que algunos medicamentos veterinarios inhiben la capacidad motora, pero no la sensitiva, es decir, el perro es consciente en todo momento de lo que pasa sin poder moverse. ¿Te lo imaginas?

2. Regañar a tu perros por mostrar miedo porque eso puede aumentar su nerviosismo, su ansiedad y los síntomas asociados (ladridos, gemidos, vómitos, micciones y defecaciones involuntarias, etc.)

3. Gritar o expulsar al perro cuando se esconde en la bañera, bajo la cama o dentro de un armario, ya que seguramente está buscando un lugar de tranquilidad. Si tu perro está correctamente habituado al trasportín puedes ponerlo en un lugar protegido con la puerta abierta o bien puedes construirle un refugio con una caja de cartón o de madera con mantas que amortigüen el ruido.

4. En el otro extremo, piensa que si lo sobreproteges excesivamente, corres el riesgo de convertirlo en incapaz de gestionar las situaciones conflictivas per si mismo. ¡Evita premiar el miedo!

5. Intentar hacer terapia a tu perro mientras tu estás histérico. Recuerda que los perros son capaces de notar el aumento de nuestra adrenalina en situaciones de pánico. Si tú no estás calmado… ¿de verdad pretendes que tu perro le esté?

6. No cerrar bien puertas, ventanas ni terrazas, incluso las de espacios más pequeños, como la despensa o el lavabo: hacerlo ayudará a apaciguar el ruido y crear un ambiente más tranquilo.

7. Poner la música a todo volumen para “disimular el ruido exterior” ya que, sin quererlo, puedes producir una inundación de estímulos que sobreexciten al animal. Sigue el punto 6 y, si aún así, decides poner música, que sea suave y a un volumen mediano, al nivel necesario para enmascarar ligeramente el ruido.

8. Pasear a tu perro desatado o con el collar poco ajustado por zonas donde pueda haber venta o ensayos de pirotecnia. Hasta los perros con un mejor control pueden mostrar un comportamiento de huida si sienten un estímulo que los sobrepasa. Piensa que no solo corres el riesgo de extraviarlo sino que también puede producir un accidente de tránsito. Sé responsable.

9. Llevar a tu perro a una verbena, aunque esté habituado. Hace poco tuve una discusión con un adiestrador de otra empresa por este motivo: él creía que, al tener un perro bien habituado a los ruidos, podría ir tranquilamente por todas partes y yo le respondí que era la peor estupidez que, como profesional, podía hacer. No porque el perro no pudiera responder como se esperaba, sino porque nunca se sabe a qué insensato se le puede ocurrir “animarle la fiesta” a tu perro tirándole un petardo entre las patas…  Como decía Einstein, ”la estupidez humana no tiene límites”.

10. Finalmente el error más típico es “hacer experimentos“. Todos tenemos la tentación de consultar Internet, seguir los consejos de los compañeros de paseo o buscar ayuda en fórums, pero piensa que solo un equipo de profesionales como LLADRUC te ayudará a planificar una terapia efectiva i creada especialmente para ti, según tu lugar de residencia, tus costumbres, las verbenas de la zona, etc. Si tienes dudas… llámanos!


Roser Feliu



Fuente:

Roser Feliu, blog en catalán: https://lladruc.wordpress.com/