“El timing (anglicismo que
proviene de la raíz inglesa “time”, que significa "tiempo")
es el uso del
ritmo, velocidad y pausas…”
(Wikipedia)
Otro
ejemplo práctico. Núria tiene una cachorra de collie, Kira, que está en fase de
aprender a hacer sus necesidades fuera de casa. Un día Núria se retrasó en el
trabajo y al llegar a casa se encontró con el desaguisado de turno. Se enfadó
mucho (de hecho ya llegaba con muy mal humor) y le gritó a Kira: “¡No, ahí
no!”, sin darse cuenta que hacía ya horas que Kira había hecho sus necesidades.
Un “timing” totalmente desfasado.
Kira no podía comprender por qué le gritaba, mientras ella saltaba de alegría y
felicidad por ver a su dueña. Asociación de Kira: “Si saludo cuando llega mi
dueña, me grita…”
"Timing" otoñal. La pequeña HAILA recibiendo su premio. |
En
educación canina, el “timing” es el tiempo que pasa entre que el perro
realiza la acción y se le da un refuerzo o premio. Por ejemplo, vuestro collie
se sienta a la orden y le dais un premio. El tiempo que pasa entre que se
sienta y le dais el premio es el “timing”.
Y ese espacio de tiempo no debe de ser de más de 5 segundos, de lo contrario no
comprenderá lo que le estáis premiando.
Para
educar bien a tu collie y que identifique qué comportamiento quieres de él, es
muy importante que controles el “timing”
(el "momento", la “sincronización”) del premio o refuerzo. Debes premiarlo
inmediatamente después que haya realizado el comportamiento que quieres de él.
Y siempre con refuerzos positivos. Los castigos físicos no sirven para educar,
ni para nada bueno.
Como
que los collies tenemos una gran capacidad de asociación, aquí tienes tres
consejos para tener éxito en la educación de tu collie:
1.- Aplicar el refuerzo en el momento exacto (“timing”).
2.- Ser muy paciente y no tener prisa (todo lleva su
tiempo, las repeticiones son muy importantes).
3.- Evitar el desánimo o la frustración (es un error
importante si tu collie es adulto, y un error muy grave si es cachorro).
El
“timing” correcto en los ejemplos
anteriores, sería felicitar a Trusqui por acudir a la llamada, aunque no haya
sido a la primera. Sólo así asociará ese hecho con algo positivo. En el caso de
Kira, hay que saludarla sin rencor y sin transmitir frustración. Es un cachorro
que aún no puede controlarse y tiene mucho tiempo por delante para aprender.
Y,
por último, debes tener muy presente que un error en el “timing” puede llevar a asociaciones indeseadas o, lo que es lo
mismo, a motivar un comportamiento tal vez opuesto al deseado.