Estoy
indignada, muy indignada. Bueno, todo lo indignada que puede estar una collie,
que no es mucho.
Vino
a hacernos una visita una familia con una adolescente de unos 14 años. Querían
ver los cachorros y ver la posibilidad de hacer una reserva para la próxima
camada. Mis hijos esos días estaban más achuchables que nunca y se pusieron muy
contentos cuando vieron una niña con quien jugar. Pero se llevaron la primera
decepción de su corta vida. La niña vestía un pantalón-short tejano, un top de
color blanco y unas chancletas, lo más inadecuado para ir a ver cachorros de
dos meses. En la mano, eso sí, un teléfono de última generación. Cuando levantó
el smartphone, mis hijos se pusieron bien para la foto, acostumbrados a otras
visitas. Pero no, esta vez no había foto… La niña exclamó: “¡Vaya mierda! Aquí no hay cobertura”
El
padre, avergonzado, se acercó a su hija, recriminándole su actitud. Ella, muy
crispada, le dijo: “Vámonos de aquí. No
quiero ningún perro”. Y se alejó, seguida por su padre.
La
madre, con lágrimas en los ojos, se dirigió a mi familia humana: “Perdonad el numerito. Nuestra hija es Nomofóbica.
Se pasa infinidad de horas tras la pantalla de su smartphone y tiene fobia a la
desconexión. Hace unos días decidimos confiscarle el móvil y por la noche,
cuando dormíamos, lo recuperó y se escapó de casa. Al día siguiente,
la policía local la encontró sola, en una plaza, consultando el teléfono como
una posesa. Pensamos que responsabilizarse de un collie la ayudaría, pero ya
vemos que no le interesa. Ahora vamos a ver qué nos dice el psicólogo…”
Nomofobia es una palabra nueva aceptada en la educación y en
los tratamientos médicos. Es una de las varias enfermedades que han surgido con
el desarrollo tecnológico de la telefonía. España lidera el ranking europeo, ya
que el 75% de las personas entre 18 y 24 años padecen Nomofobia. Esta palabra
proviene del inglés al unir “No Mobile
Phobia” y representa el miedo, la angustia, el pánico y el sufrimiento a no
estar conectado a Internet o al teléfono. Es un sin vivir, una excesiva afición
al teléfono convertida en una obsesión compulsiva de tener que estar mirándolo
constantemente.
Los
nuevos móviles han posibilitado una comunicación permanente tal, que ha
provocado en las personas pánico a la sensación de estar ilocalizables. En
consecuencia, circunstancias tan simples como agotar la batería del teléfono o
moverse por zonas sin cobertura, como en casa, son desencadenantes de
actitudes agresivas, inestables, de falta de concentración y de malestar
general.
El
gesto de mirar continuamente el teléfono, se convierte en una voluntaria o
involuntaria acción compulsiva obsesiva o tic nervioso, que altera a
las otras personas presentes. Ese tic interrumpe cualquier conversación y no
respeta ni el sitio ni las circunstancias del momento. La persona Nomofóbica no
puede estar quieta sin mirar su teléfono continuamente. Pierde el respeto por
la atención que se merecen las otras personas.
Esta
fobia está fuertemente vinculada a la adicción o ansiedad permanente a estar
siempre conectados a la tecnología, lo que genera la necesidad de revisar
constantemente cada mensaje, alerta o sonido que genera el teléfono. Algunos
creen que es para no quedarse atrás en la modernidad y lo único que consiguen
es deshumanizar la humanidad.
Nomofobia es la enfermedad del siglo XXI que muchas personas
padecen y no lo saben. Según los expertos, el miedo a estar sin el teléfono se
puede diagnosticar ya como un trastorno para una gran parte de la población,
sin que los afectados sean conscientes de ello.
El mejor teléfono móvil, ya sea de última generación o un "zapatófono" de toda la vida, es aquel que las personas usan sólo cuando de verdad les es útil. Y aquel del que pueden prescindir sin que les ocasione ningún tipo de alteración. ¿Cuántas personas están en condiciones, hoy en día, de poder decirlo?
Como es obvio, la dependencia del móvil es especialmente preocupante entre los más jóvenes. Francisca López Torrecilla, experta en adicciones y directora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR), manifestaba que las consecuencias que acarrean este miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima, se resumen en que los jóvenes se aburren cada vez más con las actividades habituales de ocio. Según López Torrecilla, los adictos al móvil suelen presentar algunas características de personalidad comunes, como una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos.
El nuevo collar para luchar contra la Nomofobia |
Los
teléfonos, internet, las redes sociales, los whatsapps, etc., son grandes
herramientas para el desarrollo del ser humano. Pero cuando se abusa de su
consumo, como es el caso actual de gran número de personas, puede llegar a ser
un veneno para la persona, la familia, la sociedad… y tal vez para los collies.
Porque
lo que vi y oí el otro día, paseando por algunos parques de la ciudad, no me gustó nada y me dio mucho que pensar.
"Mamá, ¿puedes dejar de usar el teléfono y jugar
conmigo?" –le reclamaba un niño
a su joven madre.
En
el parque, y también en un partido de futbol “de campeonato” que jugaban en la
cancha de al lado. Varios padres pasaban mucho tiempo agachados, utilizando el
teléfono móvil, ajenos al esfuerzo de sus hijos, que trataban de atraer la
atención de sus padres.
Seguramente
este fenómeno eventualmente afectará los valores personales y sociales de los
hijos. La dependencia que tienen muchas parejas jóvenes con estos aparatos y
esta tecnología, es preocupante. Los niños aprenden de sus padres y si no se
les da un buen ejemplo, acabarán teniendo miles de “amigos virtuales” y muy
pocos de carne y hueso. Crecerán sin saber nada del lenguaje corporal, de las
emociones, de los sentimientos, de los abrazos…
Tras
ese paseo por el parque, me quedé sorprendida y no pude dejar de pensar en mis
pequeños cachorros que han partido hace poco hacia sus nuevos hogares, ¿les
sucederá lo mismo que a esos hijos de padres nomofóbicos? Si tienes un collie
debes participar en toda, absolutamente en toda, actividad que realice mientras
estés con él fuera de casa. Olvídate del teléfono. ¿Sabes que con un collie mejorarás tus
relaciones, sin necesidad de ninguna pantalla de teléfono? ¿Sabes que, gracias
simplemente a la presencia de tu collie, hablarás más con la gente que te
rodea? ¿Sabes que la compañía de tu collie será una buena excusa para iniciar
conversaciones y conocer personas nuevas?
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