“Muchas veces permitimos entrar en
nuestro círculo más íntimo
a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas,
a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica,
a personas equivocadas que permanentemente evalúan
lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos y no hacemos”
(Bernardo Stamateas)
a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas,
a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica,
a personas equivocadas que permanentemente evalúan
lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos y no hacemos”
(Bernardo Stamateas)
No había ninguna
esperanza de lluvia aquella tarde de otoño, así que disfruté, fascinada, de
aquellos colores del atardecer. Luego me encaminé a mi cita diaria con Cap,
bajo un cielo azul que se negaba a oscurecer. Cuando llegué, Cap estaba
charlando con mi abuela Jolie, su gran amor de juventud.
-
“Una persona tóxica no te quiere, no te respeta y no te
escucha” –le estaba diciendo Cap, cuando me acerqué. “No le importas lo más
mínimo, en absoluto, nada… Para una persona tóxica no eres más que un simple
instrumento al servicio de sus intereses”.
-
“¿De quién estáis hablando?” –pregunté.
-
“Estamos recordando viejos tiempos. Tú aún no habías
nacido. Fue la primera vez que oímos la palabra ‘tóxica’ aplicada a una
persona. Fue un episodio muy triste, porque afectó de pleno a Kao, uno de
nuestros hijos de la camada del 2008” –me explica Jolie.
-
“En efecto,” –sigue Cap- “Vicky vino a buscar a Kao muy
ilusionada y con grandes proyectos para él. Pero 8 meses después, nos devolvió
a Kao antes de que pasara lo peor. Vicky se encontraba atrapada en una relación
tóxica. Recibía constantes malos tratos, tanto físicos como
psicológicos, por parte de su pareja, y había perdido toda esperanza de
poder escapar. Y lo peor es que utilizaba a Kao para hacerle daño a ella. Por
eso, un día, a escondidas de su pareja, nos envió a Kao y a continuación fue a
comisaría a denunciar a su pareja”.
Este fue un caso claro
de un tipo de maltrato animal, a veces ignorado, que se produce para causar
daño y sufrimiento psicológico a la pareja. En estas situaciones, las mascotas
somos utilizadas como chivos expiatorios, mecanismos para maltratar a la
pareja, para someterla, amenazarla, para evitar que se vaya o para asegurar su
silencio respecto a su situación de víctima. Se consigue así, que siga siendo
víctima en silencio, mientras dura la relación.
-
“Pero Vicky” –explica Jolie- “reaccionó de una manera no
prevista por su maltratador y apartó a Kao de esa persona tóxica. Fue un gran
sacrificio para ella, pero salvó a Kao. Llegó a casa muy asustado, temeroso y
desconfiado, y con visibles señales de maltrato físico. Nuestra familia humana
le curó sus heridas y toda la manada nos volcamos en él para recuperarle lo
antes posible”.
-
“Hoy Kao vive feliz y es amado, como merece todo collie,
lejos de aquí, en otra región y con otro nombre. Cuando recuperó la ilusión y
las ganas de vivir, nuestra familia humana seleccionó una familia de acogida a
la que informaron de todo. No todo son personas tóxicas, también existe la
buena gente. Tú les conoces, Nina” -me dice Cap. “Hace tres años estuvieron de
vacaciones en la Costa Brava y nos hicieron una visita. ¡Qué guapo estaba
nuestro hijo y cómo se parecía a ti, Jolie!”
Esta historia me
transportó a reflexionar sobre las personas tóxicas, más allá de la violencia
de género (de la que ya hablé en otros posts). Y como el comportamiento, la actitud
y la energía de las personas, son claves en la relación con sus perros,
pregunté:
-
“¿Qué hace un Collie si su humano es una persona tóxica?”
-
“Las personas tóxicas” –es Cap quien me contesta- “anulan
y roban el bienestar emocional de quien está cerca. Son personas victimistas,
negativas, criticonas y faltas de toda empatía. Y son más peligrosas cuanto más
cercanas sean para su víctima. Por tanto la capacidad de influir en el
comportamiento de los que las rodean (personas o perros) está demostrada”.
-
“Los collies –añade Jolie- “somos animales leales y
nobles que nos entregamos con amor incondicional. Lamentablemente, las personas
tóxicas suelen dificultar esta tarea -muchas veces sin intención- con actitudes
que nos molestan y que pueden destruir la confianza, generándonos cambios de
comportamiento”.
-
“Una persona tóxica” –continua Jolie- “es capaz de
confundir a su collie, alabándolo un día, y al día siguiente actuando con menosprecio
y jugando con sus sentimientos hasta hacer que se sienta inseguro. Una persona
tóxica es un vampiro emocional y en la vida de un collie es un grave problema
de difícil solución. Porque los collies ni sabemos ni queremos “jugar” con las
emociones. ¿Qué puede hacer un collie cuando hay alguien en su vida que intenta
hacer que se sienta indigno, inferior o miserable sin motivo aparente?... Huir.
Y si no es posible, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y
acciones. Los collies no podemos permitir que una persona tóxica pueda
absorber nuestra alegría de vivir, a través de su propia negatividad”.
-
¿Y los propios humanos? – sigo preguntando. “Como no
existen collies tóxicos, ¿saben los humanos identificar a las personas tóxicas?”
-
“Para esa pregunta, Nina” –me explica Cap- “he de
escarbar en el agujero donde guardo mis cosas. Tengo unas interesantes
reflexiones de un humano para los seguidores de tu Blog…”
He aquí algunos
fragmentos del artículo del “humano” al que se refería Cap, publicado en El
Periódico (14/10/2014). Se trata del psicólogo Tomàs Navarro, autor de “Fortaleza
emocional”:
¿Crees que sabes identificar a una persona tóxica?
Posiblemente no sea así. Ten cuidado con las buenas personas, ten cuidado con
las víctimas de un mundo que no les comprende, vigila con las personas que
invierten mucho tiempo en proyectar una imagen positiva de ellas mismas. Ten
cuidado sea quien sea: tu madre, tu padre, tu profesor, tu pareja, tu hijo, tu
hermano, tu compañero de trabajo, tu vecino o tu jefe pueden ser personas
tóxicas.
Una persona tóxica necesita estar cerca de su víctima y
no la debes ver venir. ¿O de qué manera podría captar tu confianza y eliminar
tus defensas? ¿Quién desconfía de una cándida e ingenua buena persona? ¿Quién
no siente el deseo de ayudar a una pobre víctima? Es posible que hagan cosas
por ti, pero cuidado. Como decía Cicerón, “quien hace el bien por un interés es
una persona astuta, que no buena”. No te confundas.
Una persona tóxica te hace sentir mal, culpable,
exigente, egoísta o desconsiderado. No es más que su moneda de cambio. Una
persona tóxica te aísla de tu entorno, se adueña de tu autonomía, neutraliza tu
seguridad, destruye la confianza en ti mismo y termina por cambiarte la
personalidad y fagocitarte. Una persona tóxica menosprecia tus logros, te
desprecia a ti y a lo que representas… y lo hace poco a poco, sin levantar
sospechas, sin que te des cuenta, sin dejar de avanzar hacia su objetivo…
Identifica a las personas tóxicas que te rodean y aléjate
de ellas. Vete, sal de su círculo de influencia sin dar ninguna explicación. Al
fin y al cabo recuerda que no les importas lo más mínimo y que tan solo eres
una terapia barata para descargar sus frustraciones. Una persona tóxica no te
dejará ir porque te necesita. Si quieres vivir feliz sal de su círculo de
influencia sabiendo que te perseguirá; no porque le importes, sino porque te necesita
para satisfacer sus perversiones.
No creas que cambiará. No mezcles el deseo con la
realidad. No sobrevalores tus propias capacidades. No creas que controlas. No
subestimes su poder de manipulación. Una persona tóxica es tóxica, cruel,
despiadada, manipuladora y disfruta viéndote sufrir bajo sus dominios.
Perdónala, no dejes que siga torturándote en el recuerdo.
Olvídala. Cierra el pasado y céntrate en disfrutar el presente. Descárgate,
desintoxícate, reconstrúyete y verás que después de una tormenta inicial
volverá la calma y tu vida mejorará… es más… te darás cuenta de que la vida es
preciosa, siempre y cuando estés rodeado de personas bellas y respetuosas...