domingo, 14 de mayo de 2017

MI ÚLTIMA CAMADA

“Los hijos no son el juguete de los padres,
ni la realización de su necesidad de vivir,
ni sucedáneos de sus ambiciones insatisfechas.
Los hijos son la obligación de formar seres libres y felices”
(Simone de Beauvoir)

Cuando aquel caluroso 14 de julio del 2013 nacía mi primer hijo, de nombre Turró, en mi mente se abrieron múltiples esperanzas y deseos. Fue una camada de 8 preciosos cachorros que cuidé con pasión. Los miraba e imaginé cómo podía ser su vida. Recuerdo que, mientras les lamía, quería transmitirles que en este mundo nadie tiene derecho a tratarles mal, porque ellos están hechos de emociones y de sueños, porque la dignidad de un Collie es sagrada y su felicidad un derecho que nadie puede vulnerar.

En las siguientes camadas, y sobre todo en esta MI ÚLTIMA CAMADA, 8 cachorros también como en la primera, me he esforzado en enseñarles muchas otras cosas, entre ellas a disfrutar y vivir cada momento de la mejor manera, que se atrevan a vivir sin temor… Los crío para vivir su vida, para aprender sus lecciones y para integrarse en una familia humana con valores. Y sé que lo harán.

No he sido la madre perfecta, sólo una buena madre que he respetado las virtudes y defectos de mis cachorros. Los he preparado para la inseguridad y la incertidumbre, porque el mundo es imprevisible. Entre juegos y aventuras, les he demostrado que cada día trae su propio broche, y el sol siempre está, incluso en los días nublados… Les he enseñado a ver más allá de las apariencias, para que puedan mirar con amor y encuentren belleza a cada paso.
 
Pronto podré dormir de un tirón

"¿Cuál es la edad ideal para que una collie tenga cachorros?" – nos preguntaba una de las muchas personas que han venido estos días a ver a los cachorros.

Dependerá mucho de su estado de salud en cada celo. Lo ideal es tener cachorros en la plenitud física. La mejor edad para criar es entre los 2 y los 6 años de vida. Tener cachorros demasiado joven, pone en riesgo la salud de la madre, ya que aún no ha desarrollado su físico del todo. Y quedar embarazada con 8 ó 9 años, tiene muchas probabilidades de que las cosas no vayan bien, poniendo en grave peligro la vida de ella o sus cachorros.

“¿Hasta cuándo pueden quedarse embarazadas las perras?” –seguía preguntando.

Las perras no tenemos menopausia, al menos en sentido humano, y podríamos quedarnos embarazadas siendo ya viejas. Lo que sí ocurriría es que nuestra fertilidad se vería mermada y nuestra capacidad de tener un buen embarazo y un buen parto se reduciría muchísimo. Está claro, y en esto coincidimos con las humanas,  que no es lo mimo un organismo joven y lleno de vigor que otro ya viejito y con las fuerzas menguadas.

Por eso digo que esta es MI ÚLTIMA CAMADA. Acabo de cumplir 6 años, la edad límite establecida en nuestra manada, y en unos meses pasaré por la Clínica Veterinaria para que mi amiga Maite me esterilice, para evitar riesgos y ganar más calidad de vida de cara a la vejez, que espero que sea plena y feliz.
 
Con IONA, mi última hija

Uno de estos últimos días me quedé a solas con Iona, la última en nacer, y, mirándola, recordé. Es imposible no recordar. Recordé todo el camino vivido desde mi primer embarazo, tanta lucha, tantos sueños, tantas emociones... Y ahí estaba mi recompensa, el motivo por el cual todo ha valido la pena. Todos mis cachorros son bellos, adorables, buenos y dulces. Iona y los 34 cachorros que la precedieron, lo merecen, lo compensan todo. Sobre todo cuando pienso en las familias humanas a las que han aportado y aportarán tanta alegría y felicidad. Ahora sé que yo estoy en este mundo porque ellos debían aparecer.

En estos momentos, mi memoria me trae la añoranza de recordarlos a todos y cada uno. Son 35, sé dónde están, qué hacen, con quién viven. Ya he completado mi ciclo de madre y es ahora cuando veo que el tiempo ha pasado como un suspiro, sin darme cuenta. Mis recuerdos también para Brus, Astún, Tuc y Xaloc, mis chicos guapos, machos amorosos y efectivos, sin cuya colaboración nada de esto hubiera sido posible.
 
¡Cómo echaré de menos estos momentos con mis cachorros!, pero sé que hay una última vez para todo
MI ÚLTIMA CAMADA. Tiempo de despedidas. Despedirme de estas mamas arrugadas que ya no volverán a dar leche, de esta barriga que ya no volverá a tener contracciones. Ya no albergaré más corazones. Ya no asistiré como protagonista al milagro de la vida. Ya no habré de provocar más pipis ni habré de limpiar cacas. Ya nadie se dormirá prendido a mi teta. Y los juguetes serán sólo un recuerdo. Ya no me perseguirá nadie buscando protección, ni me ladrará con carita de pucheros. Sus primeros pasitos han sido los últimos. Sus travesuras pondrán fin a una época. Sus caras de asombro descubriendo la vida son el fin de un ciclo. Pronto podré dormir de un tirón, pero creo que nunca pasarán los años suficientes para que olvide esos achuchones de madrugada, esas pequeñas patitas con uñas como alfileres, reclamando. Hace casi cuatro años que estrené mi maternidad y ha pasado toda una vida, en realidad 35, complejas e inmensas cada una de ellas, diferentes y maravillosas todas.


Tiempo de adioses y de bienvenidas. Hoy quiero disfrutar de la última vez de algo, y abrazar la primera vez de todo. Que no pare el tiempo, sólo que vaya más despacio… Y a los 35, os digo que nos vemos cuando el destino tenga ganas de juntarnos… Mientras, cuidaros y sed felices.