Tengo LEISHMANIA.
Desde que me diagnosticaron la “leishmaniosis” tenía pensado hacerlo público con un post para explicaros que todo había ido bien, que todo estaba superado... pero desgraciadamente todo se ha complicado, he sufrido una recaída y presiento que ahora mi vida está en peligro.
Desde el dolor y el sufrimiento que me imponen los tratamientos, trato de proyectar a través de mis palabras el torrente de emociones que esta situación me provoca ahora, consciente de que puedo estar escribiendo mi último post.
Recientemente la vida de nuestra familia se vio azotada por la muerte de DIA. Y ahora les llega otra muy mala noticia para poner a prueba su resistencia: mi recaída, cuando parecía que la leishmaniosis estaba ya controlada.
Desde que me diagnosticaron la “leishmaniosis” tenía pensado hacerlo público con un post para explicaros que todo había ido bien, que todo estaba superado... pero desgraciadamente todo se ha complicado, he sufrido una recaída y presiento que ahora mi vida está en peligro.
Desde el dolor y el sufrimiento que me imponen los tratamientos, trato de proyectar a través de mis palabras el torrente de emociones que esta situación me provoca ahora, consciente de que puedo estar escribiendo mi último post.
Recientemente la vida de nuestra familia se vio azotada por la muerte de DIA. Y ahora les llega otra muy mala noticia para poner a prueba su resistencia: mi recaída, cuando parecía que la leishmaniosis estaba ya controlada.
La noticia sacudió a todos, aunque con más intensidad, al tratarse de mí, tan joven todavía. El diagnóstico era el “menos grave”, el de la “esperanza”. Eso me hizo mantenerme animosa y firme desde el primer momento y seguí siéndolo durante los largos días de “quimioterapia”. Siempre mostré mi cara más decidida y alegre, por encima de las dos inyecciones diarias de “glucantime” que sacudieron mi cuerpo durante 50 días, como pocos podéis imaginar.
Luego, con el “alopurinol” reglamentado, mi vida estaba siendo de lo más normal, superactiva y correosa como siempre. Pero el viernes me hicieron una analítica de sangre y, aunque el hígado y los riñones estaban aparentemente bien, salieron unos parámetros disparados: anemia. Más medicamentos. El domingo por la tarde me sentí fatal, inactiva y sin apetito. Ayer, de nuevo, en manos de los veterinarios. Esta vez han enviado sangre y orina a dos laboratorios distintos. Pero mi sexto sentido de collie me dice que esto no tiene remedio. Si mi lengua me lo hubiera permitido, se lo habría dicho. Les podría haber advertido de lo que me ocurre antes de que lo descubran con sus máquinas y sus ordenadores. Sí, mi nariz, mi bonito hocico negro, me dice que algo no va bien. Pero mi lengua no es ágil. Así que no pude hacer más que mirar, sintiéndome vacía por dentro y a esperar los resultados.
Hoy he hecho un gran esfuerzo por escribir este post y, como podéis comprender, ahora voy a estar un tiempo sin escribir nada. No sé qué pasará con mi Blog. En casa, solamente mi tía Jolie sabe cómo hacer funcionar el ordenador, pero ella es muy perezosa y no quiere protagonismos.
No sé si mi adiós es hasta pronto o para siempre. En mi Blog han salido muchos temas y quiero aprovechar ahora para pedir perdón si he ofendido a alguien con mis ocurrencias. Pero sobre todo quiero dar las gracias a todos los que me habéis ido siguiendo día a día. Gracias en especial a los que me habéis escrito unas cartas tan bonitas. Gracias de todo corazón por vuestras palabras, por vuestro interés, por vuestro apoyo, por vuestra solidaridad y vuestro cariño. GRACIAS amig@s.
Luego, con el “alopurinol” reglamentado, mi vida estaba siendo de lo más normal, superactiva y correosa como siempre. Pero el viernes me hicieron una analítica de sangre y, aunque el hígado y los riñones estaban aparentemente bien, salieron unos parámetros disparados: anemia. Más medicamentos. El domingo por la tarde me sentí fatal, inactiva y sin apetito. Ayer, de nuevo, en manos de los veterinarios. Esta vez han enviado sangre y orina a dos laboratorios distintos. Pero mi sexto sentido de collie me dice que esto no tiene remedio. Si mi lengua me lo hubiera permitido, se lo habría dicho. Les podría haber advertido de lo que me ocurre antes de que lo descubran con sus máquinas y sus ordenadores. Sí, mi nariz, mi bonito hocico negro, me dice que algo no va bien. Pero mi lengua no es ágil. Así que no pude hacer más que mirar, sintiéndome vacía por dentro y a esperar los resultados.
Hoy he hecho un gran esfuerzo por escribir este post y, como podéis comprender, ahora voy a estar un tiempo sin escribir nada. No sé qué pasará con mi Blog. En casa, solamente mi tía Jolie sabe cómo hacer funcionar el ordenador, pero ella es muy perezosa y no quiere protagonismos.
No sé si mi adiós es hasta pronto o para siempre. En mi Blog han salido muchos temas y quiero aprovechar ahora para pedir perdón si he ofendido a alguien con mis ocurrencias. Pero sobre todo quiero dar las gracias a todos los que me habéis ido siguiendo día a día. Gracias en especial a los que me habéis escrito unas cartas tan bonitas. Gracias de todo corazón por vuestras palabras, por vuestro interés, por vuestro apoyo, por vuestra solidaridad y vuestro cariño. GRACIAS amig@s.
En estos momentos siento que mi vida ha sido muy corta y al mismo tiempo muy larga. La gente habla de voluntad de vivir porque la gente le teme a la muerte. La muerte es oscura, desconocida, aterradora. Pero no para mí. No es el fin. Cuando llegue el momento, yo me iré a vivir a alguna estrella. Mirad al cielo con frecuencia y ¡soñad!. Yo siempre os estaré mirando y el universo sonreirá con vuestros sueños y los hará realidad.