“…mediados de Febrero. La temperatura es muy agradable y parece que la primavera ya ha llegado. Después de unos días de lluvia, todos agradecemos los rayos del sol. Las collies más jóvenes están excitadísimas. En ocasiones he oído a los humanos decir: “la primavera la sangre altera” y tal vez se pueda también aplicar a nosotros, los collies. De pronto, oigo: “marxem d’excursió”…
… El paisaje ha cambiado. Ahora llegamos a una zona de bosque. Si levantamos la vista podemos comprobar que los pinos están llenos de adornos como si fuera navidad. Hay bolas blancas en casi todas las puntas de las ramas. Son nidos de orugas, la tan temida procesionaria, una de las mayores plagas que acechan a nuestros pinos… De repente, nuestra familia nos grita: “Quiets, l’excursió s’ha acabat. Tornem cap a casa”…
… El paisaje ha cambiado. Ahora llegamos a una zona de bosque. Si levantamos la vista podemos comprobar que los pinos están llenos de adornos como si fuera navidad. Hay bolas blancas en casi todas las puntas de las ramas. Son nidos de orugas, la tan temida procesionaria, una de las mayores plagas que acechan a nuestros pinos… De repente, nuestra familia nos grita: “Quiets, l’excursió s’ha acabat. Tornem cap a casa”…
Yo, que ya conozco el tema de otros años, me he dado cuenta enseguida y he comprendido el repentino cambio de planes de nuestra familia. Las orugas han comenzado a abandonar sus nidos. Los días de sol que hizo la semana pasada, las ha hecho descender de golpe y nos tememos que esta primavera va a ser propicia para la procesionaria. En primavera es frecuente ver las filas de orugas procesionarias migrando de los pinos para enterrarse. Esto representa un peligro para todos los perros, en especial para los excesivamente curiosos como nosotros, los collies… Nuestra familia sabe que la mejor medida para luchar contra esta intoxicación es la prevención, por eso nos alejamos inmediatamente del lugar. No nos esperábamos que este año las orugas aparecieran tan pronto…
(Fragmentos de “Memorias de un collie”)
Durante la temporada de las procesiones de las orugas, hay que estar vigilantes y evitar que los perros (y los niños) se paseen alrededor de pinos en que se observen nidos o zonas dónde se vean las hileras de orugas. Si en tu domicilio hay pinos con nidos, deberías podar esas ramas y quemar los nidos (en el mes de noviembre) antes de que salgan las filas de orugas. Evitarás la eclosión de las larvas y también harás un favor a los pinos.
El nombre oficial de esta oruga es Thaumatopoea pityocampa, pero se conoce habitualmente como procesionaria del pino. (En Catalunya cuc de pi, en Euskadi piñu-mozorro y en Teruel sirganos). El peligro se encuentra en los pelos de estas orugas, que contienen un veneno, la thaumatopina, el cual les confiere capacidad urticante para su propia supervivencia. Así pues, los perros se afectan por contacto directo con los pelos, los cuales necesitan clavarse sobre la piel intacta para liberar el veneno. La zona más afectada en los perros es la boca, sobre todo la lengua, porque suelen lamer las orugas o la zona con pelos, pero si los pelillos se meten en los ojos (por ejemplo, arrastrados por el viento), la reacción también puede darse ahí. De hecho, el simple contacto con una zona por donde han pasado las orugas o se ha caído un nido y haya pelillos, puede provocar una afección, intoxicación o envenenamiento.
Los síntomas más característicos son hipersalivación (babeo exagerado), excitación, dolor, prurito facial (intento de rascarse la cara), inflamación edematosa de labios y cavidad bucal (lengua hinchada) e incluso de la cabeza y, a veces, vómitos. La evolución normal, si ha habido contacto con la lengua y/u otra parte de la mucosa oral, es que la zona afectada se necrose (se muera el tejido), cambiando de color (morado) y termine cayéndose ese trozo. Si el veneno llega a la laringe es un gran peligro ya que el collie puede morirse por asfixia.
El tratamiento debe efectuarse lo antes posible, preferiblemente en cuanto te des cuenta de que tu collie está afectado. Se trata de una urgencia y la primera medida (casera) que puedes tomar, si no tienes un veterinario cerca, es lavar abundantemente la zona con agua templada con limón o vinagre. Y a continuación, ir rápidamente a un veterinario. Él determinará, según la gravedad, el tratamiento más adecuado. El más convencional se basa en corticoides y antihistamínicos.
Mucha atención, pues. En esta época del año hay que estar muy alerta y no ir a pasear por zonas afectadas. Aléjate si observas bolsas blancas en los pinos o ves una procesión de orugas por el suelo o descendiendo por los troncos. Y si vives cerca de una zona de pinares, no te confíes, observa con frecuencia a tu collie, ya que los pelos venenosos de las orugas pueden ser transportados por el aire a zonas alejadas de los nidos, es decir, hasta tu jardín.