El
año 2013 se nos va. Los humanos que conozco dicen que no ha sido un buen año.
Dicen que el paro sigue siendo un azote para la sociedad y que han continuado
los recortes en todo lo recortable: salud, educación, ciencia, dependencia y
pensiones.
No
son buenos tiempos para casi nadie, pero es muy triste para un collie, que
sentimos una gran debilidad por los niños, escuchar que son muchos los que lo
están pasando mal. Vivo en un país del primer mundo, donde millones de niños
pasan hambre y frío, y eso, señores que mandan aquí, allí, bajo cualquier sigla
y en cualquier Comunidad Autónoma, es una ignominia que no debería dejarles
dormir por las noches.
Pero
a pesar de tanta corrupción e ineptitud de los que gobiernan este país, yo no
quiero escribir un post para la desesperanza. Mi mundo, pequeño pero mío, es
hoy más rico que hace un año, gracias al corazón de quienes tanto pusieron a
cambio de nada.
Continúan
cerca de mí los que siempre están, collies y humanos. Y se han añadido entrañables
personas nuevas que me reconcilian con este mundo humano tan difícil de
entender.
Porque
el mundo de los humanos es injusto muchas veces, demasiadas. Pero aún así, las
collies soñadoras sólo sabemos soñar y creer que la utopía es posible, aún en
la mayor de las desesperanzas. Porque sin sueños la vida no tiene ningún
sentido. Por ello, para el 2014, voy a hacer caso a mi abuela Jolie: “Sueña lo que tú
quieras soñar. Ve a donde tú quieras ir. Sé lo que tú quieras ser. Porque sólo
tienes una vida y una oportunidad, para hacer todas las cosas que quieres hacer”.
Este
año, para las campanadas de medianoche, abandonaré mi habitual lugar bajo el
abeto y me tumbaré en medio del prado, mirando al cielo. No tomaré las doce
uvas, yo contaré estrellas. Sé que habrán fuegos artificiales, pero no me
impedirán seguir contando. El firmamento es muy grande y se ve desde todas
partes. A través del brillo de las estrellas os envío a todos mis mejores
deseos y las vibraciones más positivas para el 2014. Que seamos capaces de
encontrar el camino y que no nos falte valor, corazón e
inteligencia. Y cuando las campanas dejen de sonar en el campanario
del pueblo, yo seguiré contando estrellas hasta el amanecer para coincidir con los
collies y personas del otro lado del océano, con horario diferente. A esa hora,
a algunas estrellas ya les habré puesto nombre. Buscad las que cumplan mejor
vuestras expectativas: “Ilusión”, “Amor”, “Trabajo”, “Salud”, “Energía”, “Paz”,
“Tolerancia”, “Alegría”, “Romanticismo”, “Libertad”, “Sueños”, “Proyectos”,
“Esperanzas”, “Miradas”, “Besos”, “Sonrisas”, “Momentos”…
Por
mucho que lo he intentado, mis patas no pueden sujetar la copa para brindar, pero
la vida de un collie es un amor muy grande y os puedo estrechar a todos en un
abrazo y desearos un Gran Año 2014