PERLA y JOLIE, saboreando esta deliciosa fruta
Es tiempo de higos. El fin del verano y la llegada del otoño coinciden con la época de uno de los frutos mediterráneos por excelencia: los higos. Este año hay muchos y muy buenos.
En casa, tres son los frutos que tenemos a nuestro alcance y que coinciden en el tiempo: avellanas, higos y nueces. Las avellanas y las nueces las hemos de partir con los dientes y nos dan más trabajo, sobre todo las avellanas. Pero los higos, no. Los higos solamente hay que seleccionar los maduros y comerlos. Hasta este año, lo más fácil eran las avellanas y las nueces porque caen al suelo y solo hay que recogerlas. Pero este año la higuera, que está en una superficie inferior a la que no tenemos acceso, ha crecido mucho y las ramas llegan hasta donde hacemos vida habitualmente, con lo cual llegamos con facilidad a coger los higos.
JOLIE le dice a PERLA: "Estos aún no están maduros"
Jolie es la más experta y la que nos instruye:
- El higo lo habéis de coger maduro del árbol. Los higos verdes no son buenos y ya no madurarán una vez cogidos.
Es tiempo de higos. El fin del verano y la llegada del otoño coinciden con la época de uno de los frutos mediterráneos por excelencia: los higos. Este año hay muchos y muy buenos.
En casa, tres son los frutos que tenemos a nuestro alcance y que coinciden en el tiempo: avellanas, higos y nueces. Las avellanas y las nueces las hemos de partir con los dientes y nos dan más trabajo, sobre todo las avellanas. Pero los higos, no. Los higos solamente hay que seleccionar los maduros y comerlos. Hasta este año, lo más fácil eran las avellanas y las nueces porque caen al suelo y solo hay que recogerlas. Pero este año la higuera, que está en una superficie inferior a la que no tenemos acceso, ha crecido mucho y las ramas llegan hasta donde hacemos vida habitualmente, con lo cual llegamos con facilidad a coger los higos.
Jolie es la más experta y la que nos instruye:
- El higo lo habéis de coger maduro del árbol. Los higos verdes no son buenos y ya no madurarán una vez cogidos.
- ¿Y cómo sabemos si está maduro?
- Por el color, el tamaño… y el olor. Nuestro poderoso olfato no se equivoca nunca. Un higo maduro huele a miel.
JOLIE: "Éste sí está maduro"Como dice Jolie, es muy importante comerlo maduro. Su digestibilidad depende de su madurez. Y su alto aporte de fibra convierte al higo en un buen regulador del tránsito intestinal.
- Si no lo cogéis al punto –sigue Jolie- y esperáis al día siguiente, ya no lo encontraréis. Los pájaros se lo habrán comido.
- O bien, los habrán cogido nuestra familia – interrumpe Kimba.
- Sí, claro. Los higos ofrecen muchas posibilidades en la cocina. En casa, ya sabéis: mermelada, helados y tartas. Además de las recetas con platos salados: foie, jamón o “magret” de pato.
KIMBA y PERLA, hacen trampas y los cogen de la cesta
Los higos han sido considerados desde tiempos remotos un alimento exquisito y sagrado, propio de divinidades. En Grecia era una fruta muy consumida. Se dice que era la preferida de Platón. Los romanos lo incluían como uno de los mejores postres para coronar un buen banquete y muchas civilizaciones pensaban que era un potente afrodisíaco.
Como todas las frutas, son ricos en vitaminas y minerales. Vitaminas A y C y minerales como calcio, potasio, hierro, magnesio y fósforo.
JOLIE, no te pases que engordan
Hola, sóc en Tuc
ResponderEliminarA mi també m'agraden molt.
Totes les figues que eren al meu abast, ja no hi són. Que n'eren de bones!