El sábado, día 19, participé en la XV Exposición Internacional Canina de Girona. Éramos 14 rough collies, una buena inscripción que no está nada mal para nuestra raza. Pero “el destino” (con el beneplácito de la Canina Catalana) nos puso delante a una señora que llegó del frío, la juez finlandesa Elina Tan-Hietalahti.
Esta juez ignoró y humilló a nuestra raza no permitiendo que ninguno de los 14 collies participara en las Grandes Finales de la tarde. No hubo ningún Mejor de Raza ni en cachorros, ni en jóvenes, ni en adultos. Y por supuesto que no hubo CACs ni CACIBs. Sus calificaciones fueron vergonzosas, con 5 muy bueno, 5 buenos y tan solo 4 excelentes.
Yo soy una novata en este mundillo y no me enteré muy bien de la película. Observé sonrisas burlonas y oí quejas por doquier de los propietarios. Por eso, durante esta semana, en casa, he querido informarme y he hablado con los veteranos y veteranas, Cap, Enate, Weiss y Jolie, con más de 80 exposiciones a cuestas y que se han encontrado con jueces y juicios de todas clases y en diferentes países. He quedado muy sorprendida y, a la vez, preocupada. Hemos hablado de malos jueces, de amiguismos, de “handlers”, de favores, etc. Todo un mundo este de las Exposiciones Caninas, del que me han prometido que prepararán un post… Pero mi pregunta, sigue sin respuesta.
La Sra. Elina Tan-Hietalahti en la clase jóvenes |
¿QUIÉN JUZGA A LOS JUECES?
Muchos ojos les miran y esperan de ellos un trabajo serio por la justicia y por la defensa del estándar de la raza. La conciencia que albergan en sus corazones les pide ser honestos y evitar la tentación del favoritismo. Deben superar cualquier acepción de personas. Deben conocer a fondo la raza que juzgan. Y deben tener un gran respeto a los perros y a las personas que los presentan. Pero esto no siempre es así.
Habría que anunciar con anticipación, en el tríptico de inscripción, un detallado currículum de cada juez (qué crió, desde cuándo, con que éxito…). Ir a una exposición no es barato y, si los que fueron a Girona hubieran sabido algo de la Sra. Elina, muchos se habrían ahorrado tiempo y dinero. La cara que les quedó a unas francesas que habían hecho 700 km . fue todo un poema. Su collie era muy bonita, pero en una exposición canina, la decisión del juez es inapelable. Por eso hay que divulgar el currículum de los jueces, para que cuando alguien pregunte «¿quién juzga?», se le pueda decir del juez algo más que el nombre.
Seguramente la Sra. Elina Tan-Hietalahti es una buena persona, encantadora con sus nietos, buena juez de alguna raza, pero no está preparada para juzgar collies y el sábado, en Girona, maltrató nuestra raza, con el consentimiento de la organización.