lunes, 3 de junio de 2013

CRUELDAD CONTRA LOS ANIMALES Y VIOLENCIA HUMANA


“Aquel que es cruel con los animales
se vuelve difícil también en su trato con los hombres.
Podemos juzgar el corazón de una persona
por la forma en que trata a los animales”

(Immanuel Kant)

Llueve y vuelve a llover. Empiezo a estar cansada de esta primavera marcada por el agua y también por el granizo. Necesito el sol, necesito caminar. Entre el tiempo triste y gris y mi estado, estoy “blanda” y “mimosina” y busco el contacto humano. Por eso paso muchas horas dentro de casa.

En casa he descubierto una ventana de colores abierta al mundo… que no me ha gustado. Si hago caso a esa caja tonta, el mundo humano está muy mal. Casi todo son noticias malas. ¿De verdad que en España o en el mundo no hay noticias buenas? Estoy cansada de oír lo peor que pasa en cada lugar y eso no me gusta, porque da una visión del mundo humano que yo no deseo. Quiero pensar que solo se trata de una guerra de audiencias, porque las tragedias, las muertes, los fraudes, los desahucios, la corrupción, y en general cualquier noticia mala o muy mala, vende muy bien. ¡Qué pena!

 
Jueves, 30 de mayo, escucho en el telediario:

“Según la Agencia Europa Press, agentes de la Policía Nacional han detenido este miércoles por la noche en Granada a un hombre por haber presuntamente apuñalado con un cuchillo a su esposa en la Plaza de San Juan de Letrán de la capital granadina, en el portal del despacho de abogados que tramita su divorcio.
Ésta es la tercera mujer que resulta herida grave esta semana a manos de su pareja sentimental, después del caso registrado en Girona, donde un hombre mató a su cuñada e hirió a su mujer de la que estaba en trámites de separación, y el registrado el lunes en la localidad granadina del Atarfe.
La semana pasada fueron cuatro las víctimas mortales de la violencia de género y son ya 25 las mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año…”

¿Por qué tanta violencia de género?  ¿Se han vuelto locos los humanos?

Triste e indignada salgo afuera a desahogarme con la manada. Como todo está mojado y aún está lloviznando, nos reunimos en el porche.

-          La violencia de género es un mal destructivo incrustado en la sociedad.  Hace falta una educación global-social para erradicar esta lacra –comenta Cap, el más veterano. Ya no es un problema de carácter doméstico, la violencia de género es un asunto de interés público. La mayoría de los profesionales estudiosos del tema están de acuerdo en que los casos de violencia de género deben ser explicados como un delito contra los derechos humanos.

-          Seguro que los autores de esas muertes violentas no tienen ni han tenido nunca un collie. Y seguro que alguno de ellos ha maltratado alguna vez a algún animal –apunta KIT.

-          ¿Maltratar a los animales puede derivar en el maltrato a las personas? – nos pregunta la joven Haila

He observado que, a pesar de la terrible brutalidad que encierran, los actos de crueldad contra los animales no interesan a las televisiones, ni ocupan las primeras páginas de ningún periódico, ni parecen escandalizar demasiado a la población. Sin embargo, tienen un significado último que debería interesar muy mucho a las personas como sociedad.

Jolie, la especialista en estadísticas, nos explica:

-          Aquellos que abusan de los animales, según indican los expertos, son hasta cinco veces más propensos a cometer crímenes violentos contra las personas.

Estudios realizados indican una fuerte correlación entre el maltrato de animales y el posterior maltrato de humanos. Gran parte de los criminales que han sido violentos hacia personas comparten un pasado de excesiva y repetida crueldad hacia animales.

En países como EEUU, el interés por este tipo de actos es creciente. No sólo por la mayor sensibilización que tienen hacia los animales, sino por las evidencias cada vez más numerosas de la relación entre los actos de crueldad con los animales y otros crímenes.

-          Alan Felthous, experto en Psiquiatría Forense -continua Jolie, llevó a cabo varias investigaciones que mostraban de forma consistente cómo detrás de las agresiones a personas había, en muchas ocasiones, una historia de abuso a animales.

En un estudio comparativo entre hombres encarcelados por crímenes violentos e individuos libres y no violentos, el 25% de los criminales violentos reportaron “crueldad” hacia los animales en su infancia, mientras que entre los individuos no encarcelados ninguno reportó antecedentes de maltrato de animales.

En España estos conceptos del maltrato a los animales en un contexto de la violencia doméstica es un campo de estudio novedoso y no desarrollado, que proporciona valiosas informaciones para elaborar estrategias en la ayuda de las victimas de la violencia doméstica.

Cada vez hay más evidencia que confirma que los actos de violencia no son separados ni distintos, sino más bien forman parte de un ciclo. Estos descubrimientos deben alertar a los padres de familia, profesores, asistentes sociales, fiscales y jueces sobre la importancia de la crueldad hacia los animales como indicador de una futura conducta antisocial y agresiva hacia los humanos.

Parece evidente que existe una relación entre el maltrato a perros y otros animales, y la posterior violencia o agresiones sobre otras personas. Muchos casos de asesinos en serie comenzaron maltratando a perros y gatos, como estos tres ejemplos que localizó Jolie:

- Albert Desalvo, "El estrangulador de Boston"
Entre los años 1962 y 1963, mató nada menos que a 13 mujeres, y violó a otras 4. Siendo niño, metía a perros y gatos en jaulas y se divertía lanzándoles flechas a través de las rejas.

- Jeffrey L. Dahmer, "El carnicero de Milwaukee"
Cuando era niño, empalaba a perros y clavaba maderas a gatos en su propio jardín. Ya de adulto, confesó haber asesinado, desmembrado y cometido actos de canibalismo a 17 hombres.

- Edmund Emil, “Kemper III”
Condenado en 1973 por el asesinato de su propia madre y otras 7 mujeres. A los 13 años de edad, maltrataba a gatos. A algunos los enterraba vivos, a otros los mataba y ponía sus cabezas en estacas y se dedicaba a hacer conjuros. A su madre, la mató haciendo lo mismo que hizo de niño con su propio gato: lo decapitó, le cortó la cabeza en rebanadas, y troceó su cuerpo.

¡Qué asco! No te puedes fiar de alguien capaz de maltratar a un animal. Si hace eso, podría hacer cualquier cosa. Identificando a quien maltrata a un animal, se puede prevenir futuros casos de violencia de género y detectar posibles criminales.

Hoy, 3 de junio, por fin con buen tiempo, y yo mucho más animada, soy optimista y mantengo firme mi esperanza en la llegada próxima de una nueva cultura. Ojala esos recientes casos de violencia de género, que me han dado pie para escribir este post, sean la última gesticulación del machismo que agoniza.

Y ahora, ya sin viento, sin lluvia y con las temperaturas más normalizadas, empiezo a creer que hay primavera.


(Fuentes: revista “Espai Social” y hemeroteca del diario “El Mundo”)

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