viernes, 7 de marzo de 2014

COMER PLACENTA

Haila y Nina, amigas y confidentes.

Mi amiga Haila ya se ha reincorporado de nuevo a la manada. Sus cachorros pronto partirán hacia sus nuevos hogares y durante el día los deja solos para que se acostumbren a su ausencia. 

Hoy el día es primaveral y nos hemos tumbado en la sombra del “prunus”, ya totalmente florecido. Haila solo tiene un tema para hablar: sus “niños”, de los que se siente muy orgullosa.

-          ¿Sabes, Nina? Yo he parido sin la ayuda de mi madre ni de mi abuela. No las tengo cerca, como tú. Nadie me ha dado ningún consejo de cómo debía de actuar.
-          Y lo has hecho muy bien, Haila. Yo, cuando estaba preñada, le pregunté a mi madre. Y sabes qué me dijo: “Tú no te preocupes que en cada momento sabrás lo que hay que hacer…” A eso se le llama instinto.

El instinto es una pauta hereditaria de comportamiento. En todos los animales se dan un conjunto de pautas de reacción que se conoce como instinto. Sus patrones son iguales en los individuos de la misma especie. Por eso hay determinadas cosas que los collies no hemos tenido que aprender, como el instinto de búsqueda y succión del pezón materno, o el instinto sexual, o el instinto de comer las placentas...

-          Oh, sí, las placentas. Yo me las comí las ocho.
-       Yo, no. Cuando nació mi primer cachorro me emocioné mucho y estuve tan pendiente de él, que cuando reaccioné, la placenta ya estaba fría y no me la comí. Las siguientes sí que me las comí, bien calentitas.

Hablando de comer la placenta, recuerdo que me sorprendió mucho el titular que leí, el pasado verano, en el periódico “El País”:

 “Placentofagia: la nueva moda de las celebridades tras dar a luz. Muchas famosas confían en que esta técnica las rejuvenecerá”.

Como no comprendía bien, busqué el significado de Placentofagia: “Acto, frecuente entre los mamíferos, de comer la placenta después del parto”.

Pero mi perplejidad fue total cuando leí el artículo de Inés González “La moda de comer placenta después del parto”, publicado el 30/01/14 en "Hola Doctor", donde decía:

“Cada vez más mujeres deciden comer este tejido después de dar a luz, una idea que está haciéndose popular en EE.UU. y Europa. Ya hay empresas que se dedican a elaborar platos con este ingrediente, y a comienzo de año un estado ha aprobado una ley pionera sobre el tema. ¿Moda pasajera o práctica saludable?"

Ahora me entero que comer la placenta, un proceso natural para nosotras, las collies, no lo es para la mayoría de las humanas.

¿Por qué las collies nos comemos las placentas?

Por varios motivos:
-          Somos descendientes de los lobos, y las lobas, al parir, no podían dejar rastro para los depredadores, así que se lo comían todo. De ahí nuestro instinto para mantener siempre limpio el “nido”.
-          La placenta es un rico alimento que nos permite estar dos o tres días sin comer y, por su gran poder de estreñimiento, sin defecar. Ello nos ayuda a no tener que salir del “nido” y dedicarnos por entero a nuestros cachorros en esas horas vitales posteriores al parto.
-          Comer las placentas restaura la energía tras el esfuerzo del parto y
nos aporta hierro, minerales y vitaminas.
-          Ayuda al útero a contraerse a su tamaño original y reduce el sangrado postparto.
-    Las placentas contienen pequeñas cantidades de oxitocina, que calma el estrés del parto y, al comerlas, puede aumentar la cantidad de leche y mejorar la calidad de la misma.

Me cuentan que la placenta, tan sólo con mencionarla, nos lleva a un territorio desconocido para muchos humanos. Para ellos no es común haber visto una placenta, incluso para una mujer que acaba de dar a luz es poco probable que le hayan mostrado su placenta.

Aunque la placenta es reverenciada en muchas culturas, muy pocas acostumbran comerla. Los que apoyan esta práctica en humanos argumentan que comer la placenta ayuda a prevenir la depresión postparto y otras complicaciones. Dicen que la placenta humana sabe muy parecida a la carne de ternera y que existe una gran variedad de recetas para comerla.
Una práctica común en el norte de California y en el Reino Unido es dar una fiesta después del parto, llamada Placenta Party. En esta celebración, la madre o alguien que ella designe prepara una comida usando la placenta. Se cree que esta carne tiene poder o energía para compartir con los amigos y seres queridos.


(Fuente: Wikipedia)

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