viernes, 20 de julio de 2012

EL JUEGO DEL CACHORRO


Cachorros…
Alborozados en juegos,
en nuestra cara saltando,
como intentando besar,
con su caricia que aviva…

(Carlos Caicedo)





Los cachorros de Kit tienen ya 7 semanas. Pronto me dejarán estar con ellos. Mientras, me paso horas viéndoles jugar a lo lejos. Observarles me trae recuerdos no tan lejanos de mi infancia: el mismo lugar, los mismos juegos…

Y es que el aspecto repetitivo del juego es evidente en el cachorro.

El juego evoluciona en función de la edad del cachorro, las relaciones con su madre y su medio ambiente.

La primera manifestación de un comportamiento lúdico puede observarse hacia las 4 semanas, es decir al principio del período de socialización. Los cachorros de 2 a 4 semanas tienen períodos de juego muy breves, compuestos básicamente por sesiones de mordisqueo. El cachorro juega con su madre o con sus hermanos de camada. Es el período en el que el cachorro toma conciencia de su cuerpo a través de lametones y mordisquitos mutuos.

Cachorros de KIT, con 4 semanas

De las 4 a las 5 semanas los cachorros empiezan a jugar de verdad. Se tiran unos contra los otros y se caen al suelo. Corren juntos o se persiguen. A partir de esta edad el juego es fundamental para el buen desarrollo psíquico del cachorro. Éste va tomando conciencia de que puede jugar solo con un objeto,  aprende a adoptar posiciones características como si estuviera ante una presa y defiende su juguete cuando se acerca algún hermano de camada.

A esta edad descubre también el combate lúdico: puede agarrar a otro cachorro por el cuello o las orejas, levantarlo o tumbarlo. El cachorro mordido durante estos combates descubre el dolor y grita. Esto permite al mordedor tomar conciencia de su fuerza y aprender a inhibirse. Cuando un cachorro mordido grita, el agresor le suelta. Y luego cambian las posiciones y siempre se van alternando. En estas situaciones es fundamental que el criador no intervenga para que ambas partes aprendan a ser “mordido” y “mordedor”. Si un humano se interpone, el aprendizaje de este concepto no podrá hacerse correctamente.

Cachorros jugando a las 6 semanas

De las 5 a las 7 semanas los combates de juego se perfeccionan y los cachorros establecen verdaderas estrategias de juego. Numerosas actitudes adultas de sumisión o de dominancia hacen su aparición durante estas sesiones. En ésta fase son muy apreciados los juguetes. Estoy observando que la cuerda con nudos en ambos lados les gusta mucho, porque tiran a su antojo y prueban sus fuerzas. 

Ahora, a partir de las 7 semanas, los cachorros jugarán con más frecuencia y con más intensidad. Pronto partirán hacia su nuevo hogar y la responsabilidad del juego se traslada hacia la familia humana. Hay que estar atentos y dispuestos. El cachorro ya sabe cómo hacerse entender rápidamente cuando quiere jugar.

Muy pronto, de la relación madre-cachorro pasarán a la relación familia humana-cachorro. Y al cachorro hay que enseñarle, mediante el juego, las relaciones de jerarquía. A partir de ahora el jefe del juego nunca debe ser el cachorro, sino las personas con las que convive.

Dentro de unos días, a estos cachorros que ahora estoy viendo jugar alegre y despreocupadamente, alguien les habrá de poner límites a sus juegos. ¿Cuándo hay que considerar que el cachorro que juega a morder ha sobrepasado los límites? Muchas personas que adquieren un cachorro no saben reconocer la frontera del juego y ponen en peligro el equilibrio de su collie.

El juego del cachorro debe ser siempre educativo y nunca es una pérdida de tiempo. La buena gestión de las sesiones de juego por la familia humana es uno de los fundamentos de la educación y positiva evolución del cachorro.

DUC, con 7 meses, se divierte jugando con su amiga

Desde siempre, el juego del cachorro responde a su naturaleza social. Un collie necesita jugar, ya sea con otros perros, con las personas o con juguetes. El juego le entretiene, ejercita su organismo y le hace gastar energías. Si el cachorro no juega, lo más probable es que haga destrozos en casa o en el jardín.
Jugar con el cachorro, por ejemplo tirando una pelota, reafirma la autoridad de la persona, ya que él sabe que depende de un humano para que el juego sea entretenido.
 
Jugar con otros perros también es muy importante. El collie, tímido y desconfiado por naturaleza, necesita de la interacción con sus iguales. Por eso el acostumbrarlo desde pequeño a ir a un parque a jugar es muy bueno. Le ayuda a socializarse, a gastar energías y a sentirse más confiado.
 
Con el cachorro hay que evitar los juguetes que puedan ser cortantes o los que, por su tamaño pequeño, puedan ser tragados. Jamás entregar zapatos viejos como un juguete, ya que el cachorro no entiende si es viejo o no, sólo entiende que es algo de su amo, y en el futuro podría hacer lo mismo con un zapato nuevo.

El juego es vital en el desarrollo del cachorro. La familia humana con la que va a vivir lo sabe y le han comprado un montón de juguetes. Pero no hay que olvidar que el mejor juguete para el collie es la propia familia humana y la cantidad de tiempo que le dediquen. Sin prisas, con ilusión. El juego del cachorro debe ser siempre divertido. Y divertido para ambos, collie y dueñ@, para fomentar el vínculo afectivo. Jugar con un cachorro de collie proporciona alegría, diversión, risas y muchos y buenos momentos.

.

jueves, 5 de julio de 2012

EL COLLIE Y LOS CABALLOS

Hace un tiempo, creo que era en diciembre, fui a visitar a mi hermano OT. Bueno, medio hermano, porque solo compartimos a mi madre Amy. Con él y con Merlot, su amigo trico, pasamos unas horas muy entretenidas. Me enseñaron sus lugares de paseo y aventuras. Estábamos charlando junto al río Ges, cuando, de repente, OT se puso en guardia y partió a toda velocidad. Ante mi cara de perplejidad, Merlot me comentó: “Alguno de sus caballos”. Y, efectivamente, por el sendero lleno de hojas, apareció galopando una preciosa yegua, con OT, detrás, saltando de alegría. “Ésta es Osona” –nos presentó.



Luego me contó que los caballos son su debilidad. Los caballos de su familia humana se llaman Osona y Bolbait. OT creció “peligrosamente” entre sus patas. De hecho, a los 6 meses, le lastimaron su pata delantera de un pisotón. Pero él no se asustó y continuó yendo a la hípica hasta conseguir la amistad de Bolbait y Osona. Hay muchos más caballos en la hípica, pero OT sabe distinguir perfectamente a los suyos. Él los observa y los vigila atentamente. Luego los acompaña a la cuadra. OT nunca regresa a su casa sin dar un vistazo a la cuadra para asegurarse que Osona y Bolbait están allí y están bien. Entonces se marcha feliz y contento.

OT, a los 3 meses, veía muy grandes a los caballos
OT, a los 6 meses, ya quería proteger a Osona

Osona y Bolbait, por su parte, respetan mucho a OT. A veces han de hacer equilibrios para no pisarle. Nunca le han dado una coz, ni cuando OT les toca las patas para jugar. Y cuando OT les acompaña a alguna excursión, galopan alegres y felices, mirando a su amigo por el rabillo del ojo.



Algunos humanos piensan que el diálogo y comprensión entre animales de diversas especies, es una imagen propia de las películas. Sin embargo la naturaleza y la vida misma demuestran que “la amistad” entre animales no es cuestión de fantasía.

Los collies no tenemos ninguna dificultad en vivir con otros animales. Sí, somos desconfiados por naturaleza, pero si en nuestra edad de cachorro hemos sido bien socializados y hemos desarrollado la capacidad de comunicarnos, podemos convivir perfectamente con otros individuos, como pueden ser los caballos.

OT y MERLOT escoltando a Osona

OT me recalca que su familia humana tiene mucho que ver en esta relación harmoniosa con los caballos. Emili e Ivette fueron firmes y constantes desde cachorro y siguieron la rutina adecuada para que Osona, Bolbait y OT supieran en cada momento lo que esperaban y deseaban de ellos. Un proceso gradual, que ha conseguido que un collie y unos caballos se sientan cómodos los unos con el otro.



Hace unos meses, OT descubrió que iba a aumentar su familia humana con la llegada de un bebé. Cuando se dio cuenta que Ivette, en su estado, no podía montar a caballo ni hacerles hacer ejercicio en la hípica, OT ejerció de collie responsable y se cuidó de que sus amigos los caballos hicieran el ejercicio necesario cada día.









Hace unos días nació Greta y, aunque OT está radiante de felicidad, cada día se le presenta el mismo dilema: proteger a sus amigos los caballos, Osona y Bolbait, o proteger a Greta, recién nacida. Hoy lo ha tendido claro. ¿Qué pasará mañana?

OT observa que Bolbait está bien y regresa corriendo

Dilema resuelto por hoy: Hay que proteger a GRETA
Mientras, GRETA, duerme feliz. ¿Estará soñando en un collie?





domingo, 24 de junio de 2012

MALDITAS ESPIGAS


Ya estamos en verano, el esperado verano para los humanos y el temido y peligroso verano para los collies. Antes de seguir con mi tema, merece la pena repasar dos posts que escribió LLUM hace tiempo: “LLEGA EL VERANO” y “GOLPE DE CALOR

KIMBA descansando en la hierba, ajena a las espigas que la rodean. Es primavera y son verdes y tiernas. En verano son un auténtico peligro a prevenir.

Yo, después de hablar con CAP, el más veterano de la manada, os quiero prevenir de otro peligro del verano: las MALDITAS ESPIGAS.

Una primavera inestable entre borrascas, calmas y desequilibrios, nos abandonó hace unos días. Las lluvias, al final, fueron generosas y la hierba creció casi perceptiblemente. Y ahora, con la llegada del calor, distintas hierbas despliegan conjuntos de espigas que, al secarse, se van desprendiendo con el viento o con el roce del paso de animales y personas.

CAP me cuenta que de joven estuvo muy enfermo por culpa de una espiga que se le clavó en el tórax, justo donde no llegaba con la boca. Él me dice que con los dientes se la hubiera sacado, pero al tener que utilizar su pata trasera, se le fue introduciendo cada vez más hasta que desapareció dentro de su piel. Le dolía mucho y tuvo que recurrir  a sus mejores movimientos de lenguaje no verbal para avisar a nuestra familia humana. Le entendieron y le palparon, pero no le encontraron nada. Pasaron unos días y la espiga le produjo una infección. Medio cuerpo, la parte de atrás, se fue inflamando progresivamente. Volvió a insistir con nuevos gestos y por fin se dieron cuenta. Fueron al veterinario y le sacaron todo el líquido que se había acumulado entre su cuerpo y su piel. Luego hicieron una pequeña incisión en el lugar que el propio CAP les indicó y le sacaron la espiga. Unos días de antibiótico y a correr de nuevo.

¿Os habéis fijado en cómo es el diseño de una espiga? Mientras es verde y tierna no hay problema, pero cuando se seca es una vaina dura y alargada que termina en una punta muy aguda y con largos penachos en la parte posterior que constituyen un ingenioso sistema para que, una vez que entra en contacto con nuestro pelo, sólo pueda desplazarse hacia delante y de este modo sujetarse bien para no caerse. El problema para los collies se origina cuando la espiga entra en contacto con nuestra piel o con algún orificio, porque entonces, literalmente, se introduce dentro de nuestro cuerpo.

Mi abuela JOLIE me ha explicado una anécdota que pudo acabar mal, pero que al final hasta resultó cómica. Observó que uno de sus hijos, con apenas 6 semanas, efectuaba sacudidas de cabeza. De vez en cuando ladeaba la cabeza como si estuviera escuchando el suelo. Al día siguiente tenía sangre en la oreja, que se había hecho rascándose con su pata. Pronto se dio cuenta nuestra familia humana que se trataba de una espiga en el oído y se lo llevaron al veterinario. Maite se la extrajo con su habitual maestría y todo acabó en un susto.

CAP me ha explicado otro caso que me ha producido un escalofrío. Uno de sus hijos, ya hace unos años, se clavó una espiga entre los dedos de su pata delantera derecha, con tal mala fortuna que con el tiempo llegó a la altura del tobillo, produciéndole  una fuerte infección. Hubo que operarle con anestesia total. MALDITAS ESPIGAS.

Hoy, con el calor y la sequedad, estas espigas pueden hacer mucho daño a los collies.
Se prevé un verano muy seco en muchas zonas. A los humanos os toca revisarnos cuidadosamente, sobre todo al regreso del paseo para aseguraros que no tenemos clavada ninguna espiga. Por su forma de lanza, las espigas van adentrándose en el pelo y pueden camuflarse en nuestro tupido sub-pelo  llegando a clavarse en la carne y provocando dolorosos abscesos. En determinadas zonas, como en las orejas, la nariz, los ojos y entre los dedos, son muy peligrosas.

Es muy importante detectar la espiga a tiempo. Si ves a tu collie que sacude o inclina mucho la cabeza, estornuda repetidamente o se intenta rascar con la pata como si algo le molestara, examínalo y pálpalo a fondo. Si la espiga está en un lugar sensible como el ojo, el oído o las fosas nasales, ni tocarla. Hay que ir urgentemente al veterinario para que, con los instrumentos adecuados, la pueda extraer. Si la espiga está clavada en otra zona del cuerpo, se puede intentar extraer con cuidado, empleando unas pinzas y desinfectando bien a continuación. Si la ves, pero está demasiado clavada y eres incapaz de extraerla, acude igualmente al veterinario. Tal vez necesite una pequeña incisión.

Se impone la prevención. Pero no siempre es posible evitar las zonas de espigas. Los humanos podéis prevenir, pero recordad que hay pequeños matojos en el lugar más imprevisible y que, en esta época que están tan secas, el viento las traslada con suma facilidad.

Las MALDITAS ESPIGAS, que se clavan e introducen por todas partes, constituyen uno de los problemas más frecuentes y molestos, incluso graves, que podemos sufrir los collies durante este verano seco, seco, que se avecina. 


martes, 12 de junio de 2012

ESTA SOY YO


Sentimental, sensible, sensitiva.
Y tímida, ante el mundo, de manera
que encerrada en silencio no salía,
sino cuando en la dulce primavera
era la hora de la melodía...

Hora de ocaso y de discreto beso;
hora crepuscular y de retiro;
hora de madrigal y de embeleso,
de "te adoro", de "¡ay!" y de suspiro.

Todo ansia, todo ardor, sensación pura
y vigor natural; y sin falsía,
y sin comedia y sin literatura...:
Si hay un alma sincera, ésa es la mía.

(Rubén Darío, “Cantos de vida y esperanza”)

Esta soy yo: la niña de los ojos de mi familia humana

Me llamo NINA, aunque en el libro de familia consto como “La Nina dels Meus Ulls” (La Niña de Mis Ojos). Soy la más joven de la manada y KIT me ha pasado la responsabilidad de que sea yo quien dé continuidad al Blog de Llum. Prometo esforzarme para lograrlo y cuento con la ayuda y experiencia de l@s mayores.

Soy viva, alegre, cariñosa, coqueta y divertida. A veces, terca, tozuda y desobediente. Mi abuela Jolie me dice que soy “pizpireta”. No sé qué significa, pero suena muy bien. Dicen que siempre estoy de buen humor, que transmito felicidad y energía positiva.

De bebé, ya incordiaba a mi madre Amy
Esta soy yo. Creo en la vida y en la magia con la que toca todas las cosas. Creo en el destino y en un futuro de recompensa para quienes afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.

Me gusta vivir el día a día, el presente. Vivir en el futuro crea ansiedad y entonces es imposible ser optimista. Y yo quiero ser optimista y soñar. Soñar ahora, en tiempos difíciles. Porque los sueños no nos los van a recortar. A mí no.

Mi adolescencia fue una aventura constante
Seguramente os contaré muchas tonterías en la continuación del Blog, porque yo no soy tan seria como KIT. Soy más anárquica y menos metódica que ella. Me dicen que estoy medio loca, como una cabra, porque actúo como soy. Yo creo que es una locura sana y cuando me conozcáis bien, me acabaréis queriendo. Os daréis cuenta que no tengo malicia y que todo me sale del corazón.

Hago mías las palabras de Marilyn Monroe: “No soy perfecta y me alegra no serlo, porque creo que me aburriría mucho. Imperfección es belleza, locura es genialidad y es mejor ser absolutamente ridícula que absolutamente aburrida”.

Los humanos que tenéis un collie sois muy afortunados. El corazón de un collie no conoce de odios o rencores. Mucho menos de venganzas. Por ello, si en los futuros posts de este Blog alguien se siente ofendido con mis palabras o mi actitud, les pido perdón de corazón. Me gustaría llegar a tod@s l@s lectores como una caricia, como un gesto, como una brisa de aire fresco, como una amiga… Esta soy yo.

Hoy, más madura, empiezo una nueva etapa


martes, 29 de mayo de 2012

¡MÁS, TÓCAME MÁS!


Por favor, tócame,
necesito tanto que me toques…
Tu caricia relajante y suave
expresa seguridad y amor.
No tengas temor, sólo tócame.

(Phyllis K. Davis)



Este puede ser mi último post. Voy a parir dentro de tres o cuatro días y estaré muy ocupada. Además, en la zona de cría no hay conexión de Internet. Mi familia humana me cuida y me mima. Ya no me dejan correr, solo pequeños paseos controlados, sin nadie de la manada que me moleste. Mi barriga está creciendo por momentos. Noto cómo se mueven los cachorros. Me paso el día jadeando. Y orino con frecuencia porque los cachorros me presionan la vejiga. Ya tengo ganas de que llegue el día. Por suerte mi familia pasa muchas horas conmigo y me masajean.

- “¡Más, tócame más!” –les pido con la mirada y exagerando los gemidos de placer para que no paren de tocarme.

Me gusta que me toquen. Faltan ya pocos días y un buen masaje me alivia los músculos y mejora la circulación de la sangre. Me proporciona un relax mental que disminuye el estrés, lo cual beneficia a mis cachorros, creando un ambiente uterino más sano y tranquilo. La posición que más me gusta para que me toquen es tumbada de lado.

- “¡Más, tócame más!” –insisto.

Sus manos se deslizan entre mi pelo y sus dedos resiguen y presionan mis costillas. Es un masaje “prenatal” que me da una sensación de bienestar, me calma la tensión y la fatiga física y mental, y siento un mayor vínculo afectivo con los cachorros que se mueven en mi interior. Este masaje contribuye también a una buena oxigenación y a un adecuado reparto de nutrientes por todo mi organismo y el de los cachorros.
 
 

Para que la conducta de los cachorros en el futuro sea la adecuada, hay que proporcionarles una serie de cuidados que comienzan cuando están en el útero de la madre.

Está demostrado que el estado de ánimo de la madre influye en los cachorros que está gestando. Una madre sometida a estrés, puede tener un parto difícil y parir cachorros más nerviosos. Por tanto, la futura mamá debe estar en un ambiente tranquilo durante la gestación y disponer de un lugar resguardado y con espacio suficiente para parir. Y siempre acompañada por alguien de su familia humana.

En el campo de la ciencia se acepta ya la idea de que los fetos tienen sensaciones. De alguna manera perciben las emociones de la madre. Con un gesto tan simple como tocar nuestra barriga, acariciarnos, los fetos reciben una experiencia sensorial positiva.

Dentro del útero, los fetos no se hallan totalmente aislados del medio externo. El desarrollo de las técnicas ecográficas ha permitido observar sus reacciones durante la palpación transabdominal de la madre a partir de la sexta semana de gestación. Los estudiosos humanos sostienen la hipótesis de que los fetos son sensibles a las caricias que recibimos las madres durante la gestación.
 
 

El desarrollo de la vida de un collie está dividido en 6 etapas: prenatal, neonatal, de transición, de socialización, juvenil y de madurez.

Cada periodo requiere de unas atenciones y cuidados determinados y concretos. El periodo prenatal (desde la concepción hasta el parto) es el que ahora están “viviendo” mis cachorros en mi útero. Este periodo está condicionado por la forma en que la madre vive esos dos meses. Por lo que es recomendable cuidar y acariciar a las madres gestantes con el fin de que nazcan cachorros más dóciles y con un comportamiento más equilibrado. El ambiente al que estén expuestos los fetos interviene en la conducta y puede tener un efecto duradero y persistente en la vida futura del collie. El feto de cada cachorro, protegido dentro de su mundo acuoso, siente el calor del líquido amniótico contra la piel de su cuerpecito y nota los movimientos internos del cuerpo de su madre.

No es mi caso, pero para collies primerizas es muy importante la compañía de alguna persona de confianza. La presencia y los tocamientos de la familia humana ayuda a superar estados afectivos bajos y la sensación de miedo o ansiedad ante su primer parto.

Este masaje humano, siempre realizado con cariño  sobre la hembra embarazada, además de beneficiar su salud, su equilibrio emocional y su relajación para el momento del parto, enriquece a los cachorros que han de nacer, en su desarrollo físico, sensorial y social, y desarrolla el vínculo afectivo cachorros–madre–familia humana.

 


viernes, 18 de mayo de 2012

3º ANIVERSARIO DEL BLOG


Hoy es el tercer aniversario del Blog. Se cumplen 3 años desde que mi hija LLUM inició esta andadura por la red. A pesar de la oposición de algun@s, que no creían en su viabilidad al tratarse de un blog tan monográfico, ella se atrevió con todo (osada juventud), y lo llamó “Vivencias de una collie”, con la idea de transmitir el “sentir” y el “saber” de los collies a los visitantes interesados o curiosos, con el único objetivo de informar y entretener.

Desgraciadamente LLUM se nos fue muy pronto y yo tuve que aprender rápido, como hacemos los collies, unas nociones de informática y mucho entrenamiento con mis patas delanteras para darle a la tecla adecuada del teclado y conseguir que los humanos puedan leerme desde cualquier parte del mundo. Aunque he de reconocer que yo lo retomé sin muchas expectativas Y digo sin muchas expectativas porque lo abordé como un pasatiempo sin más y  pensé que no me iba a durar tanto.

Pero el Blog sigue, después de tres años, y aunque la frecuencia de posteo es irregular, hoy por hoy me siento feliz por este pequeño rincón en internet. Ahora estoy preparando a Nina, la más joven de la manada, para que me sustituya y aporte nuevas energías. Ella es muy positiva y siempre transmite buenas vibraciones.

Sirius, siguiendo el Blog desde Perú

Han sido 3 años geniales en los que el Blog de Llum ha pasado por todos los estados de ánimo posibles, situaciones mejores, peores, graciosas, penosas, etc. Quiero daros las gracias a tod@s por pasar por aquí de vez en cuando. Sin vosotr@s, no tendría sentido nada de lo que aquí se ha tratado.

Si os interesan las estadísticas, os comento que el Blog recibe una media de 1.290 visitas al mes. En estos tres años los post más visitados han sido el de “La procesionaria del pino” (1.308 visitas), “La leishmaniosis” (1.038 visitas) y “Mujer trabajadora” (917 visitas). Por países, desde España se han efectuado 23.045 visitas, desde México 2.410, desde Argentina 2.386, desde EEUU 1.503, desde Perú 1.300, seguidos por Colombia, Chile, Venezuela, Ecuador, Alemania…



Decir también que he aprendido muchas cosas de mucha gente. Gente que no conocía absolutamente de nada, ahora son buenos amigos y amigas. Sin duda alguna, ese es el mejor premio que tengo después de todo este tiempo, al igual que el saber que el Blog sirve de ayuda a la gente que se adentra en este mundillo del collie, desconocido y olvidado por muchos.

En fin, gracias, lametones para tod@s y que seáis muy felices.





miércoles, 9 de mayo de 2012

LA PRIMERA VEZ


Hoy estaba descansando en la hierba, cuando se me ha acercado Nina y me pregunta de sopetón:

-          Kit, ¿cómo fue la primera vez?

-          La primera vez de qué.

-          Pues, eso... tu primera relación sexual.

-          Oye Nina, ¿por qué no se lo preguntas a tu madre?

-          Ya lo he hecho, pero me ha dicho que tú eres la experta en este tema. Y mi abuela Jolie también me dice que eres muy buena “estrenando” machos.

Nina está ahora en plena adolescencia y se siente impaciente y deseosa. Ya pasó su primer celo sin ningún contacto sexual y le he tenido que explicar que en casa no le van a permitir ninguna relación sexual antes de los 20 meses. Está junto a mí, delante del ordenador, y la dejo que vaya leyendo mientras escribo. Pronto será ella quien se habrá de responsabilizar del Blog.

La primera vez para mí fue a los 22 meses. El primer día no me sentía preparada y empecé rechazando al macho, al mismo tiempo que el instinto me impulsaba a él. Tan pronto le provocaba, como no le hacía caso. Ese tira y afloja del juego sexual se prolongó más de la cuenta y mi familia suspendió la monta aquel día, para reanudarla al siguiente. Pobre Nut. Esa noche la pasé charlando con mi madre Enate, cuyos consejos me han servido para siempre:

-          Si no te concentras, te pondrás nerviosa y no conseguirás la adecuada lubricación de la zona genital, lo cual dificultará la penetración…

Luego supe que hay criadores que, antes de juntar a la pareja, recortan los pelos de alrededor de la vulva de la hembra y le ponen una crema lubricante o vaselina para facilitar la penetración del macho.

-          No hay collies frígidas, sino machos torpes –me dijo mi madre esa noche.

Con el tiempo, he visto que ella tenía razón. Algunos machos se pierden con muchos preparativos y juegos sexuales, mucha excitación, pero, a la hora de la verdad, no aciertan y se cansan en los intentos.

-          Separa bien la cola y mantente firme en los cuartos traseros. No arquees la espalda, no contraigas el cuerpo, no cierres las patas. No te agaches, no te canses, aguanta más que él –me insistió mi madre.

Siempre he seguido los consejos de mi madre y me han funcionado. Por eso Jolie me dice que soy “facilitadora, muy buena con los machos inexpertos”.

Primeros diálogos amorosos (Gala y Cap, invierno 2009)

He utilizado la palabra “monta” para definir el acto de unión sexual entre un macho y una hembra, pero también se conoce con los nombres de “cruce”, “salto”, “cubrición” o “apareamiento”.

La monta suele ser el final de un ritual que se inicia con una especie de cortejo. El macho nos olfatea la vulva y nos mordisquea en el cuello. Si no estamos a punto le gruñimos e intentamos morderle. Si lo aceptamos, elevamos y ladeamos la cola, mostrándole la vulva.

Mi madre Enate me contó que algunos machos, al encontrarse con la hembra, no se entretienen en galanterías y sin más contemplaciones saltan sobre ella. Como algunos humanos: “Aquí te pillo, aquí te mato”.

Mi madre conoció a un macho dominante y egocéntrico, que sometía a la hembra y, si observaba una resistencia inaceptable a su honor varonil, hacía prevalecer su fuerza física, obligándola casi a consumar el acto por la fuerza. Y si la coqueta hembra se negaba, la mordía con violencia en la cabeza y el cuello hasta hacerle sangre.

También me contó mi madre sobre la conducta selectiva de una hembra, un caso insólito de monogamia, que se enamoró locamente de un macho. Le presentaron apuestos machos en numerosas ocasiones y no admitió nunca salto alguno, hasta que le trajeron el macho de un vecino de jardín con quien ella flirteaba durante el año a través de la verja.

Las hembras también podemos tener nuestros caprichos sexuales y nuestras predilecciones, pero lo más corriente y normal es que, si estamos “en el momento óptimo”, aceptemos el macho que nuestra familia ha seleccionado con esmero.

Si el macho no vive con la familia, habitualmente es la hembra quien se desplaza a casa del macho. Necesitamos un lugar tranquilo para entablar nuestros primeros diálogos amorosos. Jugamos, saltamos, adoptamos posturas muy significativas y después, normalmente, nos ponemos de acuerdo.

Ritual del cortejo amoroso (Gala y Cap, invierno 2009)

-          ¿Puede dolerme la primera relación? –me interrumpe Nina

-          La primera relación puede ser dolorosa, pero también las siguientes. Si no consigues superar la tensión natural de los primeros minutos, tu vagina se lubricará menos y en lugar de estar relajada y flexible, se estrechará y endurecerá. El macho sufrirá y así es difícil conseguir un coito placentero. Lo mejor es agacharte, parar, y volver con los juegos sexuales, las caricias mutuas y los mordisquitos del macho.

 
Seguramente una madre humana, le dirá a su hija adolescente ante la primera vez: hija, es muy importante estar segura de que es el momento adecuado y la persona adecuada”.

Pero esto no funciona así en los collies. Nosotras podemos decidir más o menos el momento con nuestro celo, pero no podemos escoger el macho, porque es nuestra familia humana quien lo selecciona, si procede.

Actualmente, para un collie, tener relaciones sexuales o no, obedece a criterios muy personales de la familia humana con la que convive. Y ser virgen no es ninguna enfermedad. Para la mayoría de collies LA PRIMERA VEZ no existirá nunca porque sus dueños son personas responsables y saben que no es ninguna necesidad vital, ni para el macho ni para la hembra.