lunes, 22 de octubre de 2012

CÓMO HUELO EL MUNDO


“Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina”

(Miguel Hernández)
 

Los humanos "ven" el mundo fundamentalmente por medio de los ojos y de los oídos. Los perros, en cambio, “olemos” el mundo. Nos movemos por él dependiendo de la nariz.

La capacidad que tenemos los collies para experimentar el mundo a través de nuestro hocico, significa para los humanos que nunca sabrán exactamente cómo es el mundo para nosotros, porque muchas de las cosas que los collies percibimos están lejos de su capacidad. Se nos da tan bien buscar e identificar olores que ninguna persona puede llegar a imaginar el aspecto que el mundo tiene para nosotros.

Los humanos tienen unos cinco millones de células olfativas frente a los 220 millones que tenemos los collies. Ningún humano, eminentemente visual, puede llegar a imaginarse lo que significa oler el mundo y obtener información a través del olfato.

Nuestro oído también es fino, más que el humano, pero nuestra vista es deficitaria y los sentidos del tacto y del gusto son limitados. En cambio nuestro hocico es una maravilla. Y además poseemos el sexto sentido (ver post anterior), inexplicable para los humanos.

Los collies interpretamos el mundo a través de nuestra nariz

Los collies interpretamos el mundo a través de nuestra nariz. Olemos a las personas, a los otros perros, el entorno y todo aquello que, a través del aire, llega a nuestras fosas nasales.

El olor de cada individuo es tan único como sus huellas dactilares. Cuando los perros nos olemos entre nosotros u olemos la orina de otros perros, en realidad lo que estamos haciendo es algo así como intercambiar nuestras tarjetas de visita. Las zonas donde muchos perros hacen sus necesidades son como un tablón de anuncios local o el muro de Facebook, donde cada uno expone su vida al resto de la comunidad. Procesando bien los olores podemos saber la edad, el sexo, si hay alguna hembra en celo, el tipo de alimentación… e incluso aspectos más íntimos como la timidez, la agresividad, el miedo, etc.

El sentido del olfato es una de las vías más rápidas por las que la información llega al cerebro y se procesa. Los collies no necesitamos ningún GPS para localizar cualquier cosa que nos resulte de interés. Nuestro olfato nos muestra unos precisos mapas mentales con todo tipo de detalles.

Cuando llegas a casa y tu collie te inspecciona con la nariz, huele tus manos, pantalones, abrigo, zapatos…, lo que en realidad está haciendo es viajar en el espacio y el tiempo y procesar toda la información. Él puede llegar a saber desde qué has comido hasta dónde y con quién has estado.

A mí hay una cosa que me da mucha rabia: la televisión, el teléfono móvil, la pantalla del ordenador, los periódicos y revistas… NO HUELEN. ¿Por qué el hombre, tan listo y capaz de inventos inverosímiles, no permite los olores en los medios de comunicación? Muy sencillo, porque los collies nos rebelaríamos al detectar la manipulación, la noticia falsa, las verdades a medias, la censura, la falta de ética y la vulneración de códigos deontológicos. Como me comentaba mi hermano  desde el otro lado del océano, “la prensa ya no es libre, ni democrática y cuando lo es, mejor ahogarla. El control de la noticia, de los medios de comunicación acaban despidiendo a los buenos periodistas, llevándolos a la cárcel o incluso matándolos, como está sucediendo en algunos países…”

Huelo que no será éste un plácido y melancólico otoño cualquiera

Nada humano nos es ajeno a los collies. Y nada inhumano nos resulta indiferente. Por eso me entristece tanto que los políticos que os gobiernan no sean buena gente. Cada uno tiene su propio olor particular, que les delata más que su cansina oratoria o cualquier expresión de su cara. Huelo que solo piensan en sus intereses partidistas en vez de reinventarse y buscar soluciones audaces, novedosas y pensando en la gente. Huelo que los estados (los gobiernos que los gestionan) están perdiendo su legitimidad a pasos agigantados, al mismo ritmo al que dejan de garantizar derechos básicos.

Tras las lluvias de estos días, hoy he ido con Jolie a pisar las hojas caídas. Me agrada la neblina, la sensación de gotas diminutas en el hocico y las pestañas,  la frescura del aire, repentinamente cargado de ozono y de iones. Jolie, mientras, me ha ido informando sobre el perfecto sistema olfativo de los perros. Un sistema muy bien aprovechado por los humanos para detectar drogas o explosivos, localizar personas, prevenir ataques de epilepsia, etc. Y es que, a pesar de todos los adelantos tecnológicos, la percepción olfativa del perro aún no ha podido ser sustituida por ninguna máquina.

¿Sabes que me gustaría hacer, Jolie? Entrar en los despachos donde los poderosos deciden sus planes, pasear por los pasillos del Parlamento, por la Casa Blanca, el Kremlin…, perderme en los edificios de las grandes multinacionales, las sedes de los bancos, los grupos editoriales… ¿Para qué? Para OLER. Oler y descubrir cuánto mienten y hasta dónde son capaces de llegar. Podría oler si en aquel despacho se han aceptado sobornos, se ha usado información privilegiada o se han concedido favores saltándose las normas. Podría oler si alguien ha estado vulnerando la ética de la convicción democrática. Y seguramente que olería mucho fraude por evasión de impuestos de empresas, grandes fortunas y bancos…

KIT y JOLIE intentando oler aromas positivos y olores de esperanza e ilusión

En el paseo he observado que la llovizna intensifica los olores. La humedad libera las moléculas, les da vida a los aromas y los lleva por el aire hasta mis fosas nasales. Los olores son más potentes, me llegan de lejos con nitidez y puedo identificarlos. Huelo que no será éste un plácido y melancólico otoño cualquiera. Tensión, miedo, ansiedad, expectativa, excitación, disgusto... Cada una de estas emociones tiene su olor característico y muchas de ellas emanan hoy de las ciudades y pueblos del mundo humano. El ambiente está tan denso que parece que pueda cortarse con un cuchillo. Más pobreza, más paro, más hambre, más recortes, más desahucios… son las consecuencias para millones de personas de la “salida” a la crisis por la que apuestan los gobernantes. Más indignación, más malestar y más desobediencia es la respuesta en la calle.

Mi abuela Jolie, regresando del paseo otoñal, me decía: “Si las personas profundizan en las causas de la crisis, su tratamiento y las consecuencias que está teniendo, no se podrán conformar en calificarla sólo como una crisis económica sino también de valores y sobre todo de derechos humanos”. Con la crisis el miedo se adueña de las personas y las paraliza. A este miedo se le contrapone, en palabras de Albert Einstein, “la fuerza más poderosa del universo: la creatividad de la humanidad en acción, capaz de superar cualquier obstáculo que se le presente. Y esta acción creativa de la humanidad se activa con la esperanza de otro mundo mejor no sólo posible sino urgente e imprescindible para preservar la Vida con mayúsculas...”  

Esperaré paciente la llegada de una primavera (que no será la próxima) para ver florecer las ramas, fructificar las flores y madurar los frutos. Quisiera oler aromas positivos y olores de esperanza e ilusión porque todavía existen personas enraizadas en el amor que llevan en sus vidas, como una siembra de esperanzas, todas las primaveras y todas las cosechas.
 
 

lunes, 15 de octubre de 2012

SUSTITUIR A UN COLLIE


"No te creas más, ni menos, ni igual que otro cualquiera,

que no somos los hombres cantidades.

Cada cual es único e insustituible;

en serlo a conciencia pon todo tu empeño"

(Miguel de Unamuno)

 

Nuestra familia humana recibe cartas de personas que han perdido a su collie y quieren otro. A unas, ya hace tiempo, incluso años, que se les murió. A otras, hace muy poco que se les fue y no soportan el vacío que les ha dejado. Algunas, adjuntan fotos de su collie, con la petición de que quieren otro de igual. Y esto ya es más complicado. Porque, aunque el tamaño, el color y la distribución del blanco puedan ser semejantes a los de su antiguo collie, nunca se va a comportar igual o va a tener el mismo carácter. Se adopta a un nuevo collie, no se recupera al que se ha perdido.

La mayoría de las personas que han perdido un collie, más tarde o más temprano, se plantean volver a tener otro collie. La decisión no es fácil de tomar y conviene haber afrontado antes el duro y, en ocasiones, largo proceso de superar su muerte.

Conviene tener en cuenta, no obstante, que el nuevo collie nunca podrá sustituir al anterior, al que tanto se echa de menos: cada collie, como ocurre con las personas, es único, diferente e irreemplazable.
 
 

Ningún collie puede sustituir a otro. Tal vez pueda llenar la sensación de vacío, pero difícilmente hará que se olviden las gracias, los juegos, los caprichos, las anécdotas y las miradas de ese otro collie que ha ocupado vuestras vidas y corazones durante un tiempo. Es un error pretender encontrar a otro collie idéntico al anterior.

En los primeros días tras el fallecimiento de un perro, hay personas que desean no tener nunca más otra mascota porque no pueden soportar la idea de volver a padecer una pérdida semejante. Para otros, en cambio, estos sentimientos desaparecen con el tiempo y deciden adquirir un nuevo perro, sin que esto deba considerarse una traición a la memoria del collie fallecido.

Hay quienes incluso no esperan a que ese collie que se está haciendo viejo les deje y buscan la compañía de un cachorro antes de que este hecho natural e inevitable se produzca. En parte para así notar menos la ausencia, en parte también para ofrecerle al más viejito compañía en sus últimos achaques, para darle un estimulo en el último tramo de vida que le haga rejuvenecer.

Sea cual sea tu decisión, debes saber que los collies vivimos mucho menos que los humanos y aceptamos con alegría que tengas más de un collie a lo largo de tu vida. Porque cada collie que existe es único, igual que cada ser humano es diferente al otro.

No compares a tu nuevo collie con el anterior, ni siquiera lo pienses. Tu collie actual es quien es y la llave de su felicidad es saber qué aspectos puedes cambiar de él con una buena educación y qué cosas has de aceptar como son. Es esencial que conozcas bien a tu collie como individuo y hacer todo lo que puedas para ayudarle a ser lo mejor que pueda. Aunque algunas veces esto significa aceptar que no va a ser nunca como tú quisieras, tu collie puede tener otras capacidades y aptitudes que no esperabas y que pueden acabar siendo mucho mejores de lo que imaginabas.

LLUM y DIA partieron muy jóvenes y nadie las ha sustituido. 

En nuestra manada lo tenemos muy claro: Cada uno es cada uno, nunca somos un collie más. CAP, el más veterano de todos, me contaba hace unos días a raíz de la reciente llegada de HAILA:

“Cada collie de la manada es capaz de hacer cosas diferentes y no todos tenemos la misma aptitud para todo lo que procuramos hacer. Cada uno es él, único. He visto partir y llegar a muchos collies. Y ninguno ha reemplazado a otro ausente, ninguno ha venido a rellenar el hueco dejado por otro. Han sido, son y serán, todos ellos, importantes en mi vida, en la vida de la manada y, por supuesto, en la vida de nuestra familia humana. Cada partida hacia más allá del Puente del Arco Iris, se ha llevado un trocito de mi alma. Los que ya no están han dejado un vacío que nunca será llenado. Y el amor que siento por ellos no es algo que vaya a olvidar de hoy para mañana.”

Cada collie tenemos algo que nos hace tremendamente especiales, porque nuestra compañía para los humanos es como un buen perfume, que os toca el alma sin dañaros y se queda unido a vuestros sentidos… Tu collie se personaliza al tocar tu piel y se une a tu alma de una forma única e intransferible. Por eso es único, irrepetible, inimitable, dotado de facultades que lo hacen rico y valioso, no importa las circunstancias que le toque vivir.

 

 


domingo, 7 de octubre de 2012

EL AGUA SE AGOTA


"Cuando el pozo se ha secado, entendemos el valor del agua"

(Benjamin Franklin)

 
El pozo de nuestra finca lleva unos días sin manar agua. Las altas temperaturas y la larga sequía que atravesamos han provocado que el manantial se haya secado. Los ríos subterráneos no reciben agua de la lluvia y finalmente el pozo se encuentra en esta triste situación. Ni los más viejos de la manada recuerdan algo igual.

Esta semana pasada hemos reemprendido nuestras excursiones y me he dado cuenta que todo está muy seco. Arroyos y riachuelos donde habíamos bebido y nos habíamos refrescado, están sin agua. Fue una excursión muy triste. Nuestro propio río, el Revardit, tiene muchos tramos sin agua y otros con el agua estancada.

Mi hermano Ghost y yo, de cachorros, bañándonos en el río
Esta semana el río no tenía agua

Desde cachorra he visto tanta agua, que me parece imposible que un día pueda acabarse. Pero yo soy una collie ignorante y los humanos más listos no piensan así.

¿Qué es lo peor que podría pasarle al mundo de aquí al año 2050? ¿Un enfrentamiento nuclear entre Israel e Irán? ¿Una confrontación entre China y Estados Unidos? ¿Atentados indiscriminados del fanatismo musulmán?

El peligro que aguarda al mundo procede de un recurso amable y tranquilizador, el agua, que todos damos por descontado (como yo), hasta que escasea o deja de existir. La escasez de agua dulce es, con mucho, la mayor amenaza para la seguridad de los humanos.

La pérdida de agua potable garantizada es, con mucho, la mayor amenaza para la seguridad de los seres humanos a largo plazo. En comparación, los peligros políticos mencionados parecen pequeños.
 

El agua. Terriblemente abundante en esta bendita Tierra nuestra, y eso es lo que la distingue del helado Marte y el ardiente Venus; aquí puede haber vida. Sin embargo, el agua debe ser potable, y ahí está el principal problema, porque la mayoría del agua del planeta es agua salada, inutilizable para beber y (en la mayor parte de los casos) para regar cosechas y plantas. En realidad, sólo el 2,5% del agua de la Tierra es agua dulce, pero casi toda está atrapada en enormes acuíferos subterráneos o en los casquetes de hielo de los Polos. Parece increíble para cualquiera que no sea científico del clima, pero el agua de nuestros lagos y ríos no representa más que el 0,01% de las reservas de agua del planeta.

El agua dulce y corriente —es decir agua que fluye en un río en el que se acumulan las últimas lluvias, la nieve derretida y el deshielo primaveral de gigantescos glaciares de montaña— es vital para nuestra existencia, para el medio ambiente, las culturas, incluso las naciones-estado. ¿Cómo sería Egipto sin el Nilo? ¿O Londres sin el Támesis? ¿Y no son algunas de nuestras principales civilizaciones, en esencia, “civilizaciones fluviales”? ¿Se pueden imaginar Viena sin el Danubio? ¿Pero qué Gobiernos piensan alguna vez en sus ríos, en lugar de sus sistemas de seguridad social o sus gastos de defensa?

¿Cuáles son las amenazas contra este bendito regalo del agua a nuestra Tierra? Son tres, que suelen estar relacionadas entre sí, pero son fáciles de identificar por separado.

La primera es la política internacional, es decir, las disputas entre los Estados y los pueblos por el control de las corrientes de agua dulce. Las naciones de las partes altas de los ríos desvían el agua para proyectos de regadío con el fin de impulsar la agricultura. Pero los países que están río abajo, sufren por la reducción del volumen de agua que les llega y se indignan; de ahí puede surgir un conflicto. También pueden aparecer antagonismos cuando una sociedad de río arriba descarga elementos desagradables o peligrosos en el río y contamina las aguas que llegan más abajo.

La segunda amenaza es totalmente distinta: se debe al tremendo aumento de la demanda mundial de agua dulce. En 1825, había alrededor de 1.000 millones de seres humanos en nuestro planeta, que en su mayoría sacaban y utilizaban el agua con métodos preindustriales. Hoy, con casi un total de 7.000 millones de personas en el mundo, con necesidades diarias cada vez mayores y con industrias (cemento, acero, chips de silicio, hoteles) que consumen inmensas cantidades de agua dulce. El crecimiento de la economía mundial desde 1800 y el afortunado incremento del nivel de vida de tanta gente han ido acompañados de un aumento incontrolado y desproporcionado del consumo de agua. Hoy cada persona gasta muchísimos litros más que sus abuelos. Aunque no existiera ninguna amenaza de las que se sugerían más arriba contra la seguridad de las reservas de agua, la demanda total está ejerciendo más presión sobre las reservas normales.

Pero —y esta es la tercera amenaza— ¿y si además resulta que las reservas originales están agotándose? ¿Y si no podemos seguir contando con un caudal previsible en esos ríos que tanto significan para la vida cultural y social pero, sobre todo, para la vida física? Según muchos informes científicos, los mayores problemas actuales se producen en Asia, donde la población aumenta de forma increíble y la estación de las cosechas es cada vez más breve, porque las temperaturas son más elevadas y las precipitaciones, más escasas. Numerosas comunidades a los pies del Himalaya dicen que hay mucho menos deshielo. Ya no hay suaves pendientes nevadas que se derritan en abril; la temporada de los deshielos se acaba en febrero. Y no hay que olvidar que los glaciares de todo el mundo están derritiéndose de forma constante e insidiosa, en particular los gigantescos glaciares de Tíbet que alimentan tantos grandes ríos de India, China, Myanmar y Vietnam. Se trata del futuro de 3.000 millones de personas. Y de unas sociedades que reaccionarán con furia a la pérdida del agua, y unos Gobiernos que quizá no respondan con prudencia sino de forma insensata, luchando por las reservas de agua en vez de negociar para encontrar una manera científica de compartir un recurso cada vez más escaso.

Regresemos, pues, a mi propuesta inicial. Los problemas que obsesionan a los analistas estratégicos contemporáneos, a los expertos de sillón en asuntos internacionales, por muy importantes que se crea que son, palidecen al lado de la crisis mundial del agua. Desde el río Colorado hasta el Brahmaputra, el caudal de los ríos disminuye. Decidme si hay algo que sea más importante que eso.
 
El agua es vida

Los estudiosos dicen que hay sustitutos para el petróleo, pero no hay sustitutos para el agua dulce. “Si te quedas sin agua, te quedas sin vida”, reza un dicho Uzbeco. Y Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, dijo: “Para la supervivencia, el bienestar y el desarrollo socioeconómico de toda la humanidad es un requisito fundamental tener garantizado el acceso a un suministro suficiente de agua potable. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante e inagotable, cuando no lo es.”

Una de las grandes contradicciones de la naturaleza humana es que únicamente valoráis las cosas una vez que se vuelven escasas. Apreciáis el valor del agua cuando el pozo se ha secado. Y los pozos no sólo están secándose en las regiones tradicionales con tendencia a las sequías, sino también en zonas no asociadas tradicionalmente con escaseces de agua.


Sería bueno que todas las personas, los niños, las niñas, las mujeres y los hombres se comprometan en cuidar y no desperdiciar el agua. Y así, quizá, dentro de unos años, en vez de faltar, el agua podría alcanzar para todos…

 

 

Fuente: El País : Paul Kennedy, Universidad de Yale.