viernes, 4 de abril de 2014

LA ADOLESCENCIA

“Mi familia humana no me entiende. Estoy viviendo tantos cambios que no sé quien soy ni para donde voy. Sus críticas no me ayudan, sino que aumentan mi malestar. Además, me duelen mucho porque vienen de quien más amo. Los procesos hormonales que afectan todo mi cuerpo me producen una serie de sensaciones que ni conozco ni sé manejar, alterando mi estado de ánimo sin que lo pueda controlar.
Hasta hace poco estaba siempre pendiente de mi familia humana, pero últimamente empiezo a ignorar sus órdenes y me hago el sordo. Estoy muy disperso y reconozco que mi capacidad de atención es muy baja. Me siento confundido. Por una parte, siento timidez y me asusto por cosas que hace unas semanas no me afectaban; por la otra, me siento con mucha energía y me pongo chulo con otros perros.
Me molesta que mi familia alardee de lo mucho que he crecido. Puede que haya alcanzado mi talla de adulto, pero soy torpe y desgarbado. Y no me gusta que me dejen hacer todo lo que quiero, porque me siento perdido, solo y abandonado. Quisiera gritarles: ¡Yo no me he vuelto malo, simplemente me siento mal!”
 
Mi hijo ASTON, 8 meses, en plena adolescencia
Así se expresaba hace unos días uno de mis hijos que me vino a visitar. Y es que mis hijos han crecido y pronto cumplirán los nueve meses. Sus familias están contentos con ell@s… hasta ahora: siempre acude cuando lo llaman, hace lo que le dicen, buen carácter, debidamente socializado, etc. Y ahora, de repente, parecería como si de la noche a la mañana se hubiera convertido en un revoltoso y desobediente malcriado. Actúa como si se hubiera olvidado de todo lo aprendido.

Que no piensen las personas que “la terrible adolescencia” es un fenómeno exclusivamente humano. Los collies entramos en la adolescencia alrededor de los seis-siete meses de edad. A partir de esta edad es muy posible que vuestro collie se vuelva obstinado y desafíe vuestra autoridad. Tampoco debe extrañaros que ya no se desviva por agradaros. Es un efecto secundario de la tormenta hormonal que está conduciéndole hacia la madurez sexual. La buena noticia es que la adolescencia pasa mucho más rápido en los collies que en las personas.

La adolescencia, esa faceta de la vida cargada de cambios, puede llegar a ser un momento complicado, tanto para el collie como para su familia. El collie deja de ser un cachorro de conducta ejemplar, para convertirse en un torbellino. Se siente físicamente fuerte y su vitalidad e impulsividad están desbordadas. Comienza a pensar por sí mismo y a probar su independencia.

Es una época de desafío para tu relación con él, en la que empieza a dudar de tu autoridad, echándote un pulso en cada orden que le das. En lugar de obedecer automáticamente, ahora se pregunta “¿para qué?, ¿qué me vas a hacer si no quiero?”  
 
Mi hija ZARA, 8 meses, adolescente coqueta
Al collie adolescente no le es fácil controlar sus emociones. A veces serán desproporcionadas, saltándote encima en cuanto te ve, mordiéndote la ropa, ladridos fuera de lugar, gestos bruscos. Hasta hace poco tu collie era un cachorro inocente y ahora muestra una gran curiosidad, olfateando a todos los ejemplares de su especie que pasan por su lado, incluso a los humanos en sus zonas más íntimas.

Tu collie adolescente necesita que todo el trabajo duro que has hecho hasta la fecha para socializarlo, lo hagas aún con más ahínco. Continúa haciéndole interactuar con diversos entornos, gente y perros. Sigue jugando con él, premiando la buena conducta y reprendiéndole por la mala. Es importante no sobreprotegerlo y actuar con firmeza, sin temor. Y ante la duda, aplicar el sentido común será tu mejor opción. 

TUC y PERLA, adolescentes en acción
Y cuando su terquedad de adolescente se convierta en su arma predilecta, a los humanos no os quedará más remedio que ganar la batalla con la misma arma: ser más tercos que él. No tirar la toalla porque la adolescencia no durará siempre.

La adolescencia es una transición. Un collie adolescente necesita guía y tiempo para madurar. Su adolescencia es una condición temporal que los humanos han de saber gestionar con autoridad y delicadeza, porque es la base que servirá como cimiento para unas equilibradas relaciones en el futuro y una vida feliz juntos.





Fuente: V. DeGruy

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